Dieciseis Años Después.
Blur, Buenos Aires, 2 de Noviembre de 2013.
1. La situación de recital en festival es una cosa espantosa e inhumana que te sustrae continuamente de la experiencia. Esto es una queja común y repetida hasta el hartazgo pero en este caso no me refiero a la audiencia, uno de los motivos más comunes de fastidio. Siempre hay “audiencia turista”, hasta en el recital más pequeño (¿quién no se ha quedado bebiendo en la barra o charlando con amigos cuando toca alguna banda pequeña que no le interesa?), si uno no está dispuesto a soportar idiotas, un poco que debería retirarse de la experiencia de recitales (y de la sociedad). El problema es que es muy difícil que una banda llene un lugar tan grande con energía, pocas lo logran. Requiere una habilidad sobrehumana para manejar audiencias.