Sorprendentemente para todos, a los 85 años y 6 años después de editar lo que todos pensábamos que iba a ser su última novela, La Reprise, el gran Alain Robbe-Grillet sacó una nueva novela. El libro en cuestión se llama Un Roman Sentimental y es una suerte de libro pornográfico en la tradición de la literatura libertina de autores como el divino Marqués. Sí, el padre del objetivismo, el nouveau roman, le chosisme o como quieran llamrlo volvió a las pistas a semejante edad para escandalizar a la opinión pública con un libro de 239 capítulos dedicado a narrar actos sexuales aberrantes con niñas. En Francia alguna gente llegó a pedir la prohibición del libro y los editores, sabiendo lo que era el libro y las reacciones que algunos pasajes podían provocar, dejaron páginas sin cortar en el libro. The Guardian escribió una reseña favorable pero el autor parece un puritano moralmente espantado en su afán de definir la novela como pornografía y Momus dice que no cree que nunca la vaya a leer pero se alegra de que Robbe-Grillet todavía no esté dispuesto a integrarse al stablishmet académico literario francés, mientras que L’Express habla de «una serie de barbaridades nauseabundas difíciles de describir, dignas de Sade o Restif de la Bretonne» y acusa a la novela «de una crueldad y una amoralidad absolutas» y Le Monde se regodea haciendo una genial enumeración de lo que la novela tiene para ofrecer:
Déflorations, tortures, écartèlements, prie-Dieu en bois sculpté, soumission au fouet de Domenica, tisonnier chauffé à blanc dans l’anus, petit corps de Marie découpé vivant en tranches par des bouchers avant d’être donnée à manger aux chiens, sodomie à tous les étages, viols, excision sans alibi rituel, crucifixions pas très catholiques, cocktail de viande fraîche, de foutre et de sang mais sans excès verbal, dans l’absolu respect de la concordance des temps, de la beauté de la syntaxe et du grand genre de la grammaire.
(no, ni sueñen con que lo traduzca, se entiende superficialmente bastante bien)
Robbe-Grillet ya había sorprendido a todos cuando en el 2001 con casi 80 años y a 20 años de su anterior novela publicó La Reprise, que fue definida como un libro con más vitalidad y juventud que todo lo que los autores jovenes franceses estaban escribiendo, pero todos dieron por sentado que ese era su último aliento literario y absolutamente nadie esperaba esto. Obviamente ahora sí están casi convencidos de que esta novela sí es la última. Ojalá se ocupe de callarlos en un futuro cercano. Y de paso que saque otra película.