Spoon debe ser la banda más difícil de vender del mundo. Junto con bandas como, quizás los New Pornographers, o The Wrens, entran en las bandas que hacen «pop-rock un poco alternativo un poco indie» que no entran en ninguna categoría en particular. Lo grande de Spoon es como con el tiempo lograron un estilo muy particular, que no suena exactamente a nada en especial y suena a todo al mismo tiempo. Lo único que quizás se pueda decir, es que sacaron su nombre del tema de Can con el mismo nombre. No puede salir nada malo de eso.
Metal Detektor es un tema casi inexistente. Es el tradicional tema en el medio de un disco, que uno lo escucha al pasar, hasta que despues de muchas escuchas te das cuenta que detras de esa inocente sencillez se encuentra un tema grandísimo. La estructura que viene y va, el estribillo que no es un estribillo, sin puente, con una entrada tambien confusa, y el final acustico que entra sin permiso, es como que los Spoon hubieran producido este tema de forma de que lo olvidemos. Todavía lo pongo una y otra vez, y todavia no se bien porque, porque no recuerdo incluso ninguna parte con verdadera precisión.
Una de las particularidades de las canciones de Spoon (o por lo menos de sus últimos discos, no conozco realmente los primeros) es la aparente neutralidad emotiva que expresan. No es que sean fríos(seria de las últimas palabras que usaria para definirlos), sino que ningun tema es exactamente ni feliz, ni enojado, ni triste, ni melancolico, todos estan en un mismo nivel equivalente, que – a mi – me da una sensación de superación, o quizas un lejano «no importa nada, lo que importa es la música». Como si Britt Daniel (vocalista de la banda) ya hubiera superado miles de fobias y problemas personales y los ve todos desde una distancia clínica. Es una sensación rara que me esta costando horrores definirla por aquí, asi que será cuestión de escuchar la música.
Sobre esta canción, no puedo decir mucho más que caigo rendido en su locked groove eterno, y en su final, pacífico-violento, con ese cambio de acorde mayor a menor, y su insistencia colgada durante un minuto y medio, que por mi se podrían estirar eternamente.
The Delgados – Coming in it from the Cold
Este tema es la perfección pop absoluta, de esas canciones que se crean solamente un par por década. Desde la intro, cada instrumento, pequeño arreglo y hasta el fracturadísimo e inesperado puente calzan genialmente. Y obviamente esa melodía del estribillo, al borde de ser demasiado linda, y que se pega en nuestro cerebro cual vil garrapata.
La semana pasada estuve escuchando este tema, en loop constante, como 4 días y lo conseguí por cortesía del blog Hoy Comí Sandía, que armo un muy lindo compilado de 8 temas de The Delgados. Y si, todavía me sigo dando la cabeza contra la pared por no haberlos escuchado antes.
The B52’s – 52 Girls
Generalmente decir «ya se! voy a armar una banda igual a [insertar otra banda aquí]» es una muy mala idea, pero uno de los pocos casos donde seria algo genial, seria que a alguien se le ocurra armar una banda como B52’s. Y es que no, no existe ninguna.
Escucho muy poco B52’s, pero cuando lo escucho, en los temas que me gustan, me parecen la banda con más onda del mundo. Es que, entre otras cosas, la base ritmica de bateria y guitarra es ridículamente buena, el batero tocando de una forma sencillisima pero super efectiva y metrica perfecta, y el guitarrista – que hace también de ‘bajista’ – y toca de una forma única , con solo 4 cuerdas en la guitarra, sacando las del medio, y fuciona yeites de surf y punk. Sobre eso, teclados chillones, las chicas cantando y harmonizando y Fred Schneider con su voz seca y look de pornostar anticuado. Pensandolo asi, es lógico que no haya habido una banda como B-52s, son demasiado particulares, pero porque no hay más bandas bebiendo de sus fuentes? Que los reemplaza ahora? El Electroclash? Oh my god, where the world is going to.
Portishead – It could be sweet
Escuchar los discos de Portishead ahora es sorpendente. Uno los va a escuchar aterrorizado, de escuchar un disco de más de diez años, que junto con 2 o 3 discos más fundaron todo un género, esperandose algo completamente pasado de moda y que apesta a 90s. Pero no. O sea, puede recordarte a miles de bandas feas chillout y lounge que los afanaron hasta la muerte, pero lo de Portishead me suena extrañamente atemporal. Y es que eran increíblemente buenos. Generaron un clima sonoro nuevo y único, utilizando una técnica nueva, y que al mismo tiempo se combinaban con la voz de Beth Gibbons que le da un toque clásico y anticuado a todo.
Recuerdo que tenia un cassette con ambos discos, en el lado A el Dummy y en el B, el Portishead. Siempre preferí este – aunque el segundo tiene mejores temas, pero es más hostil, siempre lo encontre más amargo y puramente depresivo, mientras el Dummy es mas, digamos, simplemente melancólico – y en particular siempre me gusto mucho este tema, que no es ni un single y es más bien un tema de relleno, pero me parece que es perfecto en su ligera amabilidad. Son unos acordes de Rhodes repitiendose sobre el hartazgo, una maquina de ritmos, un par de samples y nada más. Obviamente, nunca parece que falte nada, y toda la dinamica se la dan la maquina de ritmos y la voz, que entran y salen en los momentos justos. Mi momento favorito, cuando Beth canta la última linea («it could be sweet») y se puede escuchar una pequeña respiración al final.
Hace ya bastante tiempo que vengo escuchando música irlandesa en exceso, especialmente a los Pogues y a los Dubliners, a veces un poco de los Clancy Brothers o Luke Kelly o algo que encuentre por ahí, pero esas dos bandas llegaron a ser por momentos casi lo único que escuchaba. A la banda liderada por Shane McGowan llegué hace mucho y ya no recuerdo como, a los Dubliners llegué hace poco y a través los Pogues, ante el hecho de que cada vez más los temás que más me gustaban de ellos eran sus versiones de baladas tradicionales así que era hora de indagar más.
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No puedo decir que tiene de diferente la música tradicional irlandesa a cualquier otra música tradicional europea, pero está claro que algo tiene. La música tradicional irlandesa mantuvo a lo largo de todo el s.XX y hasta hoy en día una popularidad insólita para cualquier otra música tradicional. Los Pogues son el mejor ejemplo de esto. ¿En qué otro país a principios de los 80s era imaginable una banda de corte punk que hace música tradicional en vez de negarla? Sí, ya sé, están los Cramps y Social Distortion, pero no cuentan porque, primero, aggiornaron totalmente las influencias que adoptaron del blues, el country y el rockabilly, y segundo, esos géneros están en las raíces mismas del rock, por lo que no están mezclando agua y aceite sino más bien teniendo consciencia histórica de la música que hacen. El camino del folk irlandés en cambio no se cruzó jamás antes con el del rock y los Pogues sí estaban haciendo algo inimaginable. Algunas bandas británicas antes habían mostrado tener influencias folk, pero los Pogues no se quedaban ahí, ellos eran prácticamente una banda folk. Existe un salto generacional entre los Pogues y otras bandas folk irlandesas, un salto generacional que incluye la influencia del punk y de ahí la energía desaforada de su música y sus versiones, pero nada más. Si los Pogues se hubiesen formado en los 60s serían los Dubliners; si los Dubliners se hubieran formado en los 80s serían los Pogues. El primer disco de los Pogues, Red Roses for Me, tiene catorce canciones, siete son de ellos, siete son tradicionales. Todo dicho.
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Los Pogues fueron la primera banda en hacer eso pero no fueron la última. Toda una camada de bandas surgió bajo el título creado ad hoc de celtic punk, perpetuando así la tradición musical irlandesa dentro del rock. Pero esto no debería sorprender a nadie, menos a cualquiera que esté familiarizado con esta música. Las baladas irlandesas tienen una vigencia sorprendente. Son bajo cualquier punto de vista indiscutiblemente conmovedoras en el sentido más amplio de la palabra. Desafío a cualquiera a no sentirse conmovido por «I’m a Man You Don’t Meet Every Day» o «The Leaving of Liverpool» o a no dejarse invadir por la euforia con «Waxie’s Dargle». En cualquier lugar donde haya un bar, whisky y cerveza canciones como «The Wild Rover» son locales y la tristeza demesurada de «And the Band Played Waltzing Matilda» es demasiado fuerte como para envejecer jamás (hay que aclarar que aunque esta canción tenga gran presencia en el cancionero irlandés es en realidad australiana, no se cual es la razon de que los irlandeses la hayan adoptado como lo hicieron pero no es muy difícil ver la filiación espiritual entre irlandeses y australianos, otros hijos bastardos del Reino Unido). ¿Cuánto cuesta verse a sí mismo cantando cualquiera de estas canciones durante alguna borrachera? Tampoco me cuesta mucho imaginarme a más de un irlandés identificándose con un himno antibritánico como «The Recruiting Sergeant» y con eso de «Let the englishman fight english wars». Entonces, ¿son los punks irlandeses extrañamente respetuosos de su tradición o es que Irlanda siempre fue punk? Prefiero la segunda.
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Lo que decía arriba de que la música irlandesa se mantiene como la mejor para cantar a los gritos durante borracheras es cierto por el hecho de que pocas músicas se prestan tanto al sing-along. No entiendo mucho de música técnicamente pero no cuesta mucho ver en la música varias razones que causan ese efecto. Salvo algunas canciones instrumentales que existen en el irish songbook, las baladas están siempre centradas en la voz y la música es apenas un acompañamiento, siguiendo una línea baladística tradicional que se extiende desde el medioevo y que se mantuvo imperturbable en la música irlandesa. Digamos que todas las canciones son algo así como temas a capella con música. La música se mantiene casi invariable a lo largo de las canciones, con ritmo simples, los instrumentos tocados siempre al unísono, percusión de marcha militar o ninguna percusión en absoluto y foco en la melodía. Así, la música pasa por momentos tan desapercibida y esa impresión de a capella con música es tan fuerte que las primeras veces que escuché «Monto» de los Dubliners no me di cuenta que esa canción sí es efectivamente a capella.
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Iba a ilustrar este post con algunos temas y algunos videos pero al final me pareció mejor hacerlo con un compilado porque estoy totalmente convencido de que toda oportunidad para hacer un mixtape (un mixcd en realidad, lo cual tiene mucha mucha menos gracia) debe ser aprovechada. El único criterio para la elección de los temas fue cuales son los que más estuve escuchando y el compilado no pretende ser nada más que un resumen de mi escucha musical en el último par de meses y por eso es que faltan algunos clásicos pero incluí canciones menos notables, por eso no está «Fairytale of New York» pero está «Boys from County Hell», por ejemplo. Casi todas las canciones incluidas son temas tradicionales salvo por un par de los Pogues que si existe justicia en este mundo el tiempo las tendría que convertir en baladas tradicionales también.
1.The Dubliners – Monto
2.The Pogues – Waxie’s Dargle
3.The Dubliners – All For Me Grog
4.The Dubliners – I’ll Tell Me Ma
5.The Pogues and The Dubliners – Rare Old Mountain Dew
6.The Dubliners – The Rocky Road to Dublin
7.The Pogues – Medley (The Recruiting Sergeant/The Rocky Road to Dublin/The Galway Races)
8.The Dubliners – McAlpine’s Fusiliers
9.The Dubliners – Dirty Old Town
10.The Pogues – South Australia
11.The Pogues and The Dubliners – The Irish Rover
12.The Pogues – Boys from County Hell
13.The Dubliners – I’m a Man You Don’t Meet Every Day
14.The Dubliners – I’m Asking Sergeant Where’s Mine
15.The Pogues – A Rainy Night in Soho
16.The Pogues – The Leaving of Liverpool
17.The Pogues – If I Should Frall from Grace with God
18.The Pogues – The Sunnyside of the Street
19.The Dubliners – Peggy Lettermore
20.The Pogues – Streams of Whiskey
21.The Pogues – Whiskey You’re the Devil
22.The Pogues – Sally MacLennane
23.The Dubliners – Whiskey in the Jar
24.The Pogues – The Band Played Waltzing Matilda
25.The Pogues – The Wild Rover
Sing Me Spanish Pop! (je)
La semana pasada me puse un objetivo relativamente excéntrico: Iba a escuchar casi-exclusivamente música cantada en español. Gracias a las virtudes de last.fm, tendria una prueba de ello, y salió bastante bien.
A continuación, algunas palabras sobre algunos de estos artistas – particularmente algunos que nunca antes habia escuchado, o no les habia prestado mucha atención.
Victoria Mil : Me arrepiento mucho de la vez que me los perdi en vivo hace ya unos años, porque hubiera cambiado quizas un poco algunas visiones que tenia sobre la música en esa época. Aunque esta en el Top1, más que nada es por el abotonamiento que tuve con G-13 que me pareció un tema completamente increíble. La voz me sigue costando bastante de a ratos , pero lo que me parece más valioso de ellos es como son una banda electrónica sin que se note, y crean lo suyo propio (la única banda que a la cual me puede recordar un poco es a los inclasificables Travesti).
La Buena Vida : De La Buena Vida lo que me consegui fue más bien un compilado casero de singles de varios discos. Me gustaron, aunque me parecieron un poco planos y varios de sus hits muy iguales. Curiosamente, en el género demasiado amplio del «indie-pop español» mis temas favoritos son los que son realmente tristes y para abajo, comparado con el ideal del estilo de tema para andar en bicicleta para merendar con tus mejores amigos. El tema que más me gusto fue sin dudas «Magnesia».
Kiko Veneno : Esta fue LA Revelación de la semana (me refiero al disco que me consegui, «esta muy bien eso del cariño»). a Kiko es sin duda a quien más escuche, el que me parecio mas refrescante y más diferente a lo que nosotros, oh estúpidos niños indies, solemos escuchar. Aunque costo levemente romper algunos prejuicios como la producción tan ‘impecable’ (en el mal sentido), y los músicos sesionistas, los solos de saxo y guitarra, el disco es un puñado de canciones muy buenas y sinceras, que fusiona rock y pop inclasificable con flamenco y otras raíces españolas. Las letras estan llenas de buenas ideas, desde el nombre del disco a frases como «ahora me quieres un 15% menos», o la extrañísima version flamenco de stuck inside of mobile with the memphis blues again («encerrado con el blues de memphis sin poder salir!»), y la balada penúltima del disco, «La casa cuartel».
Sr. Chinarro : Bueno, sobre ellos (o Luque, como quieran) ya hable en este post.
Daniel Melero : Nada nuevo aquí. El ‘Travesti’ me sigue pareciendo un discazo y un disco único en la música rioplatense (espero que esto sea por ignorancia, y no un hecho). Tambien consegui el piano que me resulto muy bueno.
Astrud : Lo mismo. Una de mis bandas más escuchadas de los últimos 6 meses. Es fascinante como – y esto es más real en el último disco – cada tema es basicamente una idea, explotada hasta el hartazgo. Uno incluso puede ver el nombre del tema y escuchar las primeras lineas y ya sabe como va a ser el resto del tema, pero eso no le quita que sean geniales.
Nacho Vegas : Me apropié del ‘Desaparezca aquí’ y me gusto bastante, aunque me resulto un poco monoclimático al final. ‘El hombre que casi conoció a Michi Panero’ es un hit obvio, y el resto esta muy bien, pero me gusta más el lado folk tranquilo que el arena-rock que me recordó un poco a Morrisey. Descargaré otros discos a ver que tal.
Niza : de niza conocia un tema de ellos de un compilado de Elefant (‘verano del 99’). El tema tambien se llamaba Niza y era una melancólica cancion indie-pop con maquina de ritmos cutre que funcionaba genialmente. Siempre quize bajarme su álbum propiamente dicho y me olvidaba hasta que la semana pasada consegui el ‘Canciones de temporada’. Es un disco absolutamente hiperbólico y podria ser considerado The Ultimate Indie-Pop Album. La producción (de la cual esta a cargo St. Ettiene) es impecable y tiene todos los clichés del género posible. Trompetas y cuerdas 60s? Check. «laralas» y «pa-pararas»? Check. Tecladitos de juguete y maquinas de ritmos? Check. Acústicas bonitas? Check. Voces ridiculamente delicadas y coros masculinos torpes? Check!
Obviamente es un disco que le puede causar grandes ataques de diarreas a muchas personas, pero de a ratos, me puede. Son tambien muy buenos en hacer pop tristísimo, y pop felicísimo, como el tema que abre el disco que tiene la frase más melosa en la historia de la música contemporánea: «y si te necesito / y si quiero tus mismos / solo tengo que hacer Chup! / y apareces tú»
Mateo y Cabrera : Ya hable sobre un tema en particular hace no mucho tiempo. El disco este es buenísimo y espero que siga oscilando en la playlist por los próximos meses. Y es jodida la voz de Mateo, eh.
Gepe : Esta bueno lo que Gepe hace, pero inevitablemente me parecio demasiaaado lindo y demasiaado tranquilo. Tiene una gran voz y la instrumentación es muy buena, pero no se si es para escuchar un disco entero. Lo que si me cautivó, es un pequeño comentario que hizo en una entrevista que lei sobre el: «Yo escribo letras para sentirme un poco más inteligente en la vida».
La Canción de Amor Robótica
Para mí (y esto habla mas de mi perversa configuración psíquica que de otra cosa) desde el mismo momento en que se popularizaron los sintetizadores y abrieron un campo nuevo a la “música rock”, también abrieron la puerta a todo un “imaginario robótica” que ligaba, de una manera muy similar al cyberpunk o Ballard, lo erótico a lo artificial, lo mecánico, lo cibernético. Yo siempre creí que la música pop es el vehículo ideal para las historias de amor, así que, ¿porque no podíamos amar a los androides?.
Kraftwerk – The Model
Cualquier análisis de la Canción de Amor Robótica, tiene necesariamente que comenzar con Kraftwerk, los hombres robots originales. La Alemania Occidental post segunda guerra era un territorio extraño. Tierra de nadie, pedazo de un país al que no se le permitía existir, que encima debía cargar con una enorme vergüenza y, durante un tiempo con una verdadera asepsia con el pasado, borrón y cuenta nueva, como una ola de anti materia. No es casual entonces que de ahí salga Kraftwerk: eficiencia puesta al servicio del progreso, pulcritud y limpieza, grandes odas a las autopistas, los robots, las estaciones espaciales. Capitalismo alemán: frialdad y productividad.
Es difícil encontrar en las canciones de Kraftwerk un rastro de humanidad (o de preocupaciones humanas) y “The Model” no es la excepción. Una canción que más que de amor es voyeuristica, preocupada por un objeto de deseo ideal e inalcanzable. Pero, esa modelo es un autómata, un robot que repite los movimientos que la cámara y las convenciones le dictan que debe realizar. Es un robot, en definitiva.
La manera desapasionada en que el narrador canta sobre su obsesión con este objeto plástico, reforzada por la monótona repetición de los sintetizadores, solo revela lo inevitable: el narrador también es un robot y su obsesión por la modelo no se acerca jamás al amor de los humanos sino que es automatizado, eficiente, aburrido. Robótica.
Lo genial de Kraftwerk en esta canción es que transforman la obsesión y el deseo en piezas de computadora, en acciones repetitivas y circulares. Lo que la transforma en una expresión perfecta del amor cibernético. O una anti canción de amor humano.
She’s a model and she’s looking good
I’d like to take her home that’s understood
She plays hard to get, she smiles from time to time
It only takes a camera to change her mind
She’s going out tonight, loves drinking just champagne
And she has been checking nearly all the men
She’s playing her game and you can hear them say
She is looking good, for beauty we will pay
She’s posing for consumer products now and then
For every camera she gives the best she can
I saw her on the cover of a magazine
Now she’s a big success, I want to meet her again
Gary Numan – Are “Friends” Electric?
Gary Numan reemplaza la eficiencia alemana e industrial de Kraftwerk por paranoia. Hey! es post punk! son finales de los setenta!. No se puede confiar en nadie!. Además todos estuvimos leyendo a Philip K. Dick y tomando ácido.
Lo que consigue Numan es unir, de una manera maravillosa, una paranoia general contra todo el mundo aumentada por una situación de vulnerabilidad personal. El narrador esta triste, como en toda canción de amor, porque ha sido abandonado, pero, evidentemente, esta un poco loco. Ve hombres de negro y siente golpes en la puerta. Es la paranoia de la gran ciudad y la paranoia de estar completamente solo, sin support system que te mantenga. Al mismo tiempo, las líneas de sintetizador que al principio parecen alegres y saltarinas, se revelan amenazadoras, con un efecto lacerante similar a la música de Psicosis.
Finalmente, el narrador pregunta “But are friends electric? / Only mine’s broke down / and now I’ve no-one to love”. Y la voz revela un cansancio tremendo, una desolación incontenible. Paranoia una vez mas: ¿son los amigos eléctricos?, ¿podría ser que estuve… AMANDO A UN ROBOT? (Dick, una vez mas). Pero al mismo tiempo: ¿porque las personas no son como robots y responden a como quiero que se comporten?, ¿acaso no tienen programación? La alusión a que “se rompió” es fantástica porque incorpora plenamente la delusión del narrador: no hay manera de incorporar su objeto de deseo al plano de las relaciones humanas reales, es un autómata cuyas tuercas se han oxidado. Incluso la última estrofa suena mas bien a la aceptación tranquila de una situación irreversible (no existen piezas de repuesto) que a un llamado desesperado de ayuda.
It’s cold outside
And the paint’s peeling off of my walls
There’s a man outside
In a long coat, grey hat, smoking a cigarette
Now the light fades out
And I wonder what I’m doing
In a room like this
There’s a knock on the door
And just for a second I thought
I remembered you
So now I’m alone
Now I can think for myself
About our little deals
And Issues
And things that I just don’t understand
But I told a white lie that night
I lost my touch at times
I don’t think it mean anything to you
So I open the door
It’s the friend that I’d left in the hallway
‘Please sit down’
A candlelit shadow on a wall near the bed
You know I hate to ask
But are friends electric?
Only mine’s broke down
And now I’ve no-one to love
So I found out your reasons
For the phone calls and smiles
And it hurts
And I’m lonely
And I should never have tried
And I missed you tonight
Still it’s time to leave
You see you meant everything to me
Add N To (X) – Metal Fingers In My Body.
Bueno, aquí quizás este haciendo trampa, porque esto no es precisamente una canción de amor, sino una canción sexual. Yo se que esto va a sonar raro, pero para mi Add N To (X) son el equivalente robótico y sintetizado de cosas como los Rolling Stones de la mejor época y la Jon Spencer Blues Explosion. Una banda que suda sexualidad, que chorrea actitud de puro rock, a pesar de no usar una puta guitarra. Ann Shenton ya era una sex symbol antes que Beth Ditto.
Y esta canción, particularmente, es pura lujuria automatizada. Es “Satisfaction” tocada por robots armados con artefactos domésticos. Así como el amor robótica no es igual al amor humano, la lujuria tampoco lo es: se traduce en beats gigantescos, repetitivos, como un taladro perforando el asfalto o una motosierra industrial. Después de todo, si uno es robot, ¿de que otra manera concebiría la lujuria que como una maquina perfecta, produciendo a todo vapor y a una velocidad asombrosa? Nada de sutilezas, nada de reparos: Lick my love pump, robotress.
Lo único que se murmura en la canción es “Metal Fingers In My Body” en una voz completamente vocoderizada que no traiciona emoción alguna. Pero uno podría poner un poco de buena voluntad y escuchar gemidos de bellas doncellas robóticas en los sintetizadores podridos con los cuales los Add N To (X) completan el panorama.
(Me encantaría postear el video, que consiste en una hermosa muchacha animada involucrándose en actos antinaturales con un robot de apariencia tosca y “película clase b”, pero aparentemente no esta mas en YouTube. Abajo los prejuicios contra el amor robótico!).