Chipmunk Rock #04
Lo último que yo sabía de los Matmos estaba en su álbum “The Civil War”. Ahí los había dejado disfrazados de peregrinos, soldados confederados e indios, utilizando sonidos de baterías que parecían tambores de guerra y sampleando flautas, en una batalla de Gettysburg moderna como un juguete a cuerda.
Luego sacaron un disco en el que dedicaban canciones a diversos héroes personales, desde Wittgenstein hasta Darby Crash. De que modo me salteé completamente ese disco aún me es desconocido, quizás pensé que por su temática era denso e insoportable (lo mas probable, conociéndome).
Y ahora vuelven con “Supreme Balloon”, un aparente descanso, un disco de teclados y ruiditos, muchos de los cuales asemejan los sonidos de un globo cuando uno lo frota con fuerza. Como esos magos de los “ruidos especiales” en las películas de Hollywood, que agitan planchas de metal y golpean cocos (una visión un tanto anacrónica pero encantadora, lo admito), pero esta vez destinado a la banda de sonido de de un videojuego.
Todo el disco tiene esa tónica, pero “Mister Mouth” me encanta por lo que sugiere. Parece dar nombre a un enano cruza entre Mario y un personaje de “Yellow Submarine”. Redondo y con bigotes, una boca enorme que cubre casi todo el frente de su cuerpo, vestido de tirolés (no me pregunten porque) me lo imagino superando escarabajos dientones y pequeñas alimañas, nadando en aguas infestadas de pirañas, saltando entre nubes de malvavisco que se disuelven solo con su apoyo, lanzando bolas de queso por su boca para aniquilar a sus enemigos y, finalmente, superando el nivel mientras adquiere un power up y gana una vida.