Radiohead Revisitado
Hace 3 semanas aproximadamente crucé el charco y me fui al Quilmes Rock, en una extraña escapada de dos días, para presenciar el show de Kraftwerk y Radiohead. Al otro día, dormido y medio «raro», fui a un cyber y escribí la review del show, que apareció esa misma semana en el semanario Brecha (donde ahora a veces escribo).
La que escribí sobre el show fue lo siguiente. Le quité el comienzo donde daba una introducción a ambas bandas que me parece innecesaria aquí. Ah, y quizás noten que el tono es un poco diferente al que usualmente utilizo en el Blog:
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Los recitales de Kraftwerk pueden considerarse, en sì mismos, una obra conceptual. Los cuatro integrantes, parados en línea recta, con laptops idénticas, “tocando” los temas. Detrás, una pantalla gigante con imágenes que acompañan las canciones y en sincronía con las letras y conceptos de cada tema. En el show en Buenos Aires, la banda optó por un set de éxitos de todos sus discos, incluyendo sus temas más conocidos como «The Model», «Trans-Europe Express», «Autobahn», «Radioactivity», etc.
Lo más interesante del concepto detrás del show se podría resumir en la frase «el futuro no es lo que era antes». Las imágenes que acompañaban cada tema eran decididamente retro, artificiales, demostrando las limitaciones de lo digital. En «The Model», las imágenes eran filmaciones blanco y negro de modelos de los años 30/40 mientras que en “Autobahn” se trataba de imágenes de pre-guerra de la famosa autopista germana . Había una autoconsciencia extrema en toda la presentación, la noción de haber creado algo altamente futurista en los 70s, y que esas cosas se habian quedado en eso años. También una reflexión sobre el concepto de show en vivo, e incluso de lo que es una interpretación: sin ir más lejos, durante la canción «The Robots», los cuatro miembros de la banda se retiraron y fueron reemplazados por robots/maniquíes, demostrando que ni siquiera ellos eran necesarios en un recital de Kraftwerk.
El toque de Radiohead fue lo opuesto ya que, de alguna manera, había cierto énfasis en la idea de ellos como banda, como cinco jovenes tocando canciones. El show fue muy intenso, y bastante «desprolijo» (en el mejor sentido de la palabra), tocando los temas de una forma primitiva e instintiva.
Los temas fueron de prácticamente todos sus discos y todas sus épocas, demostrando que hay una continuidad y coherencia en su carrera incluso entre los momentos más pop (como en «Planet Telex» y «Creep», el hit con el que subieron a la fama hace ya mas de 15 años) y en los temas más avant-garde como «The Gloaming» e «Idioteque», temas gélidos y electrónicos.
La oportunidad de ver a las dos bandas una a continuación de la otra permitió advertir que mientras Kraftwerk utiliza la tecnología para llegar a un orden y prolijidad absoluta, a los Radiohead les interesa el opuesto. En «The Gloaming», por ejemplo, los ritmos se cruzaban y se cortaban, y en algunos momentos los temas parecía que realmente se estaban desarmando y reconstruyendo digitalmente, efecto amplificado por las imágenes que proyectaban que también parecían tener «errores». Otro punto muy interesante del show fue la forma lúdica en que tocaron los temas, donde participaban todos pero haciendo cosas diferentes a las usuales: canciones como «House of Cards», del último disco, era básicamente sólo Thom Yorke en guitarra electrica y voz y una percusión mínima que tocaban el resto de los miembros. En «Everything in Its Right Place», el guitarrista/tecladista Johnny Greenwood solo se dedicaba a manipular, procesar y deconstruír la voz del vocalista. En cuanto a diálogo con el público, la agrupación inglesa se mantuvo muy austera, aunque se destacó una muy adecuada dedicatoria en español de unos de los temas a las víctimas y desaparecidos del golpe de estado, del cual a ese día (24 de marzo) se cumplían 33 años.
Los dos shows fueron un buen resumen de la relación entre las bandas, el rock y la tecnología, en sus dos extremos y posibilidades distintas. Kraftwerk, con su show auto-conscientemente anticuado y emotivo, Radiohead abrazando la tecnología y mostrando su lado mas sórdido, el error y la distorsión.
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Media seca la reseña, ¿No? Eso fue lo que escribí, pero también está lo que no daba escribir o se iba de la propia «reseña». La realidad es que disfrute mucho más de Kraftwerk que de Radiohead, por dos razones, una mi relación con ambas bandas, otra mi relación con los shows en vivo.
Kraftwerk sono increíble, y lograron realmente emocionarme con «Radioactivity», y creanme que lo último que hubiese esperado en un show de los germanos era bueno, emocionarme. Nunca fui muy fan de Kraftwerk y recién dos semanas antes del show completé un poco su discografía. Antes solo conocía el Man Machine y el Trans-Europe Express. Los escuche mucho y confirmé que son buenísimos. En vivo no defraudarón, además de que pude verlos desde muy cerca.
Con Radiohead bueno… Fui super fan de ellos y fue la primera banda digamos «alternativa» que escuche. Recuerdo escuchar muchas veces «Paranoid Android» cuando tenia 14 años y no poder entenderla, me parecía rarísima, ¿que estaban haciendo estos pibes acá? Recuerdo no poder escuchar «Exit Music (for a film)» porque me resultaba demasiado lúgubre y deprimente. Fueron una banda importantísima para mi. Pero ese ya no soy yo. Bah, Un poco sí, vamos, pero no del todo.
Lo que más me afectó seguramente haya sido el tema del público. 20.000 personas. Simplemente me es muy difícil estar disfrutando de un show de esa magnitud, a excepción de que estemos hablando de algun show muy high-energy (como Daft Punk) o algo muy rockero, pero lo de Radiohead se picó solamente en 4-5 canciones. Estaba muy apretado, apenas podía ver al escenario, y por como funcionaba el show las pantallas no mostraban exactamente lo que pasaba en escenario, solo primeros planos de los integrantes. Por lo tanto quedarse viendo la pantalla no era muy opcional. Nada, lo hubiera disfrutado el triple si lo hubiese visto sentado en un teatro o similar. Eso, sumado a un estado de sobriedad increíble, más mi relación con Radiohead concluía a que ante la pregunta de «PA VISTE A RADIOHEAD COMO ESTUVO FUE INCREÍBLE» yo contestase «si si, estuvo muy bien».
Hubo momentos muy buenos, los cuales también fueron reveladores porque estuvieron acompañados con la nostalgia un poco. Tocaron «No Surprises», tema que nunca me conmovió particularmente pero el hecho de que lo tocaran y yo que no lo escuchaba ese tema hace años fue onda «pa, este tema esta re-bien». Lo mismo con «Planet Telex», por ejemplo. Pero ta.
Es medio raro, sentir esa diferencia o distancia, de perspectiva, del 95% de la gente que lo vio comparada con la mía. Las charlas que se repiten y el «Fuaa como ESTUVO!!» acompañado de un falso entusiasmo mío. Es como que me hubiese quedado congelado mentalmente en el tiempo, en ese momento al final del show, cuando comenzaron a tocar «Creep», y ahí empecé a alejarme del show, contra corriente, acercandome a los baños químicos.