I Don’t Need You To Hold My Hand
Este fantástico artículo sobre “All My Friends” de LCD Soundsystem me puso a pensar mucho sobre el que quizás sea el disco que mas voy escuchando en lo que va del año (junto con el de Spoon) y un firme contendiente a disco del 2007: el segundo lp de Whitey, “Great Shakes”.
Whitey es un ingles que, cuando apareció en escena hace dos años con “The Light At The End Of The Tunnel Is A Train”, parecía que se iba a convertir en la respuesta de las islas a LCD Soundsystem y la corriente de “música electrónica para que bailen los chicos indie”. Un solo tipo, que construye su personalidad alrededor de su misantropía y de una arrogancia desafiante, que encima tenia algunos hits (como “Leave Them All Behind”) construidos con mucha mas fineza, estilo y oscuridad que la mayoría de sus contemporáneos. Canciones sobre las que continuamente caía un manto negro que parece de película muda. Y que encima se daba el lujo de cerrar el disco con un tema que parecía una canción isleña para escuchar en el futuro, al mismo tiempo que el sol se apaga lentamente.
Sin embargo, y a pesar de haber disfrutado tanto de su primer disco, no esperaba de ninguna manera el crecimiento que demuestra en “Great Shakes”. En una evolución paralela pero con diferencias a la de LCD Soundsystem, este segundo disco es un intento de escribir canciones con las cuales uno pueda angustiarse en la pista de baile. O que al menos intenten ser reflexivas. La diferencia radica en que mientras James Murphy pareciera ser un tipo con crisis de los 40, preocupado por su éxito y la falta de amistad (es “Sound Of Silver” el equivalente a esos discos donde los raperos se quejan de su fama?) y todavía demasiado cargado con su autoconciencia como para que le creamos del todo, Whitey parece un animal enjaulado atacando a todos los que se acercan e intentando masticar su propia pierna para huir de ahí. Todo el disco esta recubierto de una amargura vengativa deliciosa, de un odio completo, que abarca al mismo artista y al mundo que lo rodea.
Seguro, todo parece muy arrogante y seguro de si mismo a primera vista, con su myspace cuyo slogan es “There’s only one thing to do: get even”, el estribillo de su primer single, “Wrap It Up”. Pero en el fondo son todo humo y espejos para esconder un profundo sentimiento de derrota, de oscurísimo cinismo. Es el producto de un cabeza dura intentando tener las cosas a su manera y arruinando todo mas con su estúpido orgullo. Todo esta plagado de frases del estilo de “I don’t care what we talk about / I don’t listen to no-one else” o “And when I go out / I sit on my own”. La conclusión lógica de la misantropía es la soledad y a ese lugar parece haber llegado Whitey.
Y, de ese modo, es muy apropiado que el disco sea un producto originalísimo, una especie de mezcla entre elementos clásicos, guitarras acústicas, baterías tocadas con escobillas, violines, contrabajos, pianos y elementos electrónicos, voces distorsionadas, ruidos de fondo, sampleos empleados como parte de un collage, que se completa con la voz hermosamente desganada de Whitey, entre cansada y despreciativa. Y el resultado es un disco que suena como un mundo: clásico y moderno, ganchero y reflexivo, engañoso, insolente e inseguro, idiosincrásico. El producto de un cabeza dura intentando tenerla a su manera.
Whitey – Cigarette
Quería escribir sobre otra canción, ya que esta es una de las que salta a primera vista, uno de los posibles hits y me parecía que era mas interesante resaltar alguna de las perlas ocultas, pero es inescapable, no puedo ignorar una canción que tiene la frase: “Please save me from myself and rescue me from everyone I know”. No es tanto la frase en si, sino la manera en que esta cantada, repetida, mecánicamente, como una persona en el borde de la desesperación, a punto de llorar. Y que luego la continué con una frase como “Don’t forget that I need you around / like I need another cigarette” sin explicitar nunca si eso es bueno o malo, es absolutamente genial.
¿La música? Bueno, como dije arriba, es un hit, un “propeller”, una de esas canciones que por su progresión dan la sensación de ir siempre hacia delante cargándose obstáculos. Baterías repetitivas como motores, palmas colocadas estratégicamente, sintetizadores que resaltan la paranoia y guitarras tan saltarinas que darían vergüenza a cualquier grupito que sale en la tapa de la NME.
Whitey – G.I.R.L.
Esta, por su lado, es una de esas canciones que descubrís cuando te sumergís en el disco, cuando te obsesionan esos beats que al principio parecen puro aburrimiento y monotonía. Una de las canciones que mejor encapsulan el sentimiento de paranoia, soledad y aislamiento del disco. Al escuchar las bases opresivas y las guitarras que parecen trabadas en un loop eterno me imagino a Max Renn de Videodrome, encerrado en su pieza, pero en vez de ver películas snuff, esta frente a una pantallita en la que se reproduce código binario.