Modernistas 09: Chris Petit
Chris Petit estuvo invitado en la última edición del Festival de cine independiente de Buenos Aires que hizo una buena retrospectiva de su obra de los últimos 20 años. Petit, director de cine y escritor, pertenece a esa difusa tradición cultural de intelectuales británicos post-modernos y post-ballardianos obsesionados con la psicogeografía de Londres, el paisaje urbano y sus diversos elementos a los que también pertenece su habitual colaborador Iain Sinclair. Petit no dio muchas entrevistas durante su estadía en Buenos Aires pero El Baile Moderno logró hacerse de una gracias a los contactos del Chapa, viejo amigo de la casa, que me invitó a entrevistarlo con él.
Chapa: La primera pregunta tiene que ser ¿quién inventó la fotografía?
Petit: ¿Quién inventó la fotografía?
c: Estuve en la función de London Orbital de hoy donde alguien preguntó eso.
p: Oh, sí sí. La mujer esa hizo esa pregunta, ¿quién inventó la fotografía? Creo que la respuesta era Daguerre debido al daguerrotipo así que dije que creía que era un francés pero que había cierta disputa. Creo que los americanos dicen que hubo alguien antes, pero creo que si decís Daguerre estás básicamente en lo correcto.
c: ¿Cómo te sentís estando lejos de casa, pasando tus películas, conociendo gente que hace preguntas como esa?
p: Es una experiencia extraña e interesante. La audiencia acá es muy diferente a la de Europa, todavía parecen estar interesados. Parece muy curiosa respecto al cine, como para venir y ver estas películas, de una forma imposible en Europa, porque no son películas fáciles. Así que en cierto sentido me sentí muy alentado por la respuesta del público. Para mi, personalmente, fue muy extraño ver todas estas películas, en algunos casos, por primera vez en mucho tiempo o nunca antes proyectadas tan grandes y ciertamente nunca en un período tan corto de tiempo. En ese sentido es bastante raro pero en total me sentí bastante alentado. No son películas perezosas, todas intentan expandir límites, ir hacia adelante y no hay nada con lo que haya dicho «oh Dios, qué avergonzado estoy». Las colaboraciones con Sinclair son interesantes, así que me siento muy bien. ¡Tal vez no vuelva a casa! Es agradable estar en esta atmósfera.
¿La gente acá está interesada en el cine?
c: Por lo menos nosotros lo estamos.
p: Londres, por ejemplo, hace 30 años era una muy buena ciudad para el cine, con un montón de cines independientes, podías ver una variedad fantástica de películas. Todo eso se perdió. No tenés ninguna variedad. Incluso en la TV hace 15 años podías ver una de Godard subtitulada, ahora nunca ves nada subtitulado. Hay toda una cultura cinematográfica en Inglaterra que está desapareciendo, pero acá todavía parece existir.
Darío: ¿Cómo empezaste a obsesionarte con tus temas habituales? La ciudad, la ruta, el auto, Londres.
p: De forma bastante directa. El cambio más grande de mi vida fue conseguir la licencia de conducir.
d: ¿A qué edad?
p: Bastante tarde, en mis 20s. De verdad que ese fue probablemente el cambio más grande de mi vida. Y lo he dicho antes, que la persona que pensó en poner, olvidate de quien inventó la fotografía, una radio en un auto, fue un genio, y el que a eso le agregó un cassette, aún más genio. La música es difícil de definir, uno la escucha todo el tiempo. Siempre fue un gran fan de la radio y con el cassette vos podías empezar a programar tu propio viaje con música. Y el parabrisas es como una pantalla de cine. Manejar y el cine se convirtieron en lo mismo para mí así que cuando llegué a hacer una película dije «bueno, no sé nada sobre nada, pero sé sobre manejar y sé sobre música». Para tu primer película eso es como una red de seguridad. Hay una cantidad de lugares donde podés poner la cámara en un auto. Así que prácticamente se desarrolló a partir esa sensibilidad. La otra cosa fue que las películas de los 60s y 70s no usaban la música de una manera interesante, a veces películas como Easy Rider tenían un montón de música, pero simplemente estaba puesta encima de la película. Y lo que me gustaba del cine alemán, de Fassbinder y Wenders, era como usualmente ves de donde proviene la música, que sale de un jukebox o de una radio. Y los alemanes no tenían miedo de parar la película por dos minutos cuando alguien pone un disco y alguien lo escucha. Y pensé que era genial, pensé «bueno, no sé mucho sobre escribir guiones pero si me ocurren ocho o nueve temas buenos más o menos tengo una película».
d: ¿Cómo llegaste a trabajar con Sinclair?
p: ¿Cómo nos conocimos?
d: Sí
p: Bueno, conocía su trabajo, siempre pensé que era un escritor muy interesante, pero los dos tuvimos períodos largos de nuestras carreras en las que nadie estaba interesado en lo que estábamos haciendo y tuvimo que trabajar por nuestra cuenta. Lo conocí porque él era un vendedor de libros, vendía libros de segunda mano y solía hacer unos muy buenos catálogos, muy interesantes. Así que empecé a comprarle. Lo conocí comprándole libros. Y después empezamos a hablar por teléfono y se volvió muy obvio que compartíamos un montón de gustos y sentía que sería una buena persona con la cual colaborar. Pensé que sería interesante intentar encontrar un equivalente visual a su voz como escritor, que es una muy distintiva, muy poderosa. Podía ser una colaboración fructífera y creo que como los dos somos escritores y a los dos nos gustan las mismas películas y los dos hacemos películas la colaboración se hizo muy fácil, porque no hubo choque de egos. Usualmente cuando trabajamos juntos nos sentimos tan aliviados de no estar sentados solos en un cuarto escribiendo. Nos tratamos con un enorme respeto, siempre es un placer trabajar con Iain. La gente siempre dice «¿de qué hablan? Deben hablar sobre esto y lo otro» y no, hablamos sobre fútbol, donde podemos comer un buen desayuno, esas cosas.
c: ¿Cómo es el proceso de empezar a trabajar en algo? ¿Encuentran una idea en común y la plantean o no y solo agarrás la cámara y salís?
p: Bueno, la primer gran colaboración que hicimos, The Falconer, iba a ser un proyecto mucho más grande llamado The Perimeter Fence, que era sobre culturas alternativas y por qué alguna gente es recordada por una cultura mientras otros desaparecen, y Iain estaba interesado en hablar con este tipo llamado Peter Whitehead que es una especie de figura marginal. Él se convirtió en el centro del film aunque no estaba planeado así, pero lo encontramos en el hospital y había tenido un infarto y su reacción fue algo así como «vengan y fílmenme en mi lecho de muerte». Así que la película se volvió más y más sobre Peter y dejé que Iain lidiara con él. La producción de esa película coincidió que por primera vez encontré una cámara con la que estaba cómodo filmando, tenía una pantalla y no tenías que ponértela en el ojo, así que me concentré en la cámara y las imágenes y el film se desarrolló a partir de eso. La siguiente fue Asylum, no puedo recordar como llegamos a eso, creo que The Falconer fue lo suficienteme exitosa como para que nos dieran, muy extrañanamente, una segunda oportunidad. Fue mucho más como The Perimeter Fence original porque Iain estaba interesado en varios personajes. Lo bueno de trabajar con Iain es que nunca está corto de ideas, nunca perdés tiempo, tiene miles de ideas. Y con London Orbital, él escribió el libro y yo se lo vendí a la televisión. Estaba interesado en hacerlo como un ejercicio de adaptación, como agarrar un libro enorme y convertirlo en una película que no es tanto una película del libro sino una película desde el libro.
Y no solo se trata de las películas que hicimos, sino también de todas las que nunca hicimos, quiero decir, las docenas de ideas que quisimos realizar pero no pudimos. Hay una cosa que íbamos a hacer pero las cosas se volvieron en nuestra contra. Iain está escribiento en este momento un libro sobre las olimpíadas de Londres porque tenemos las olimpíadas en el 2012 y son un desastre y queríamos hacer una película sobre las olimpíadas de Beijing, en parte porque un detalle sobre Beijing es que tiene ocho carreteras circunvalantes, pero no encontramos a nadie que nos mandara a China.
c: Podían hacer ocho veces London Orbital.
p: Sí, ocho veces London Orbital más las olimpíadas y después las olimpíadas de Londres.
d: Dijiste ayer que la internet era la nueva ciudad, ¿cuál es exactamente la correlación que ves entre internet y la ciudad?
p: En la anterior proyección de Content un tipo vino y me dijo que estaba siendo muy negativo respecto a la internet, y tenía algo de razón. Creo que lo que quise decir es que si te fijás en el siglo XIX y Baudelaire y el sigo XX y Benjamin y la idea del flaneur, ese intelectual romántico en relación con el lugar, especialmente con la ciudad, ves que la ciudad ya no funciona. Bueno, tal vez esta sí, porque es muy diferente a las ciudades europeas. En las ciudades europeas, mientras avanzamos hacia a lo que usualmente se refieren como el no-lugar y todo se mueve hacia la periferia y nuestras vidas son condicionadas por todas estas transacciones mecánicas como los cajeron automáticos y los centros comerciales y los aeropuertos, el paisaje del flaneur a la antigua desaparece, y lo que quise decir es que la internet se convirtió en la nueva ciudad porque es el único espacio que queda para el flaneur,y eso estaba representado por el personaje de Hans Zischler en la película.
d: ¿No creés que la posibilidad de imaginar el paisaje urbano y la figura del flaneur, de alguna manera es repuesta en el estudio de la psicogeografía y gente como vos o Ballard o Sinclair?
p: Sí, Iain es como un flaneur clásico, así que de alguna manera mi argumento es ridículo. Es un gran caminante, siempre está caminando por la ciudad, así que creo que él no sostendría ninguna de estas ideas, incluso las discutiría. Pero bueno, yo no camino.
c: Agarrás el auto.
p: Agarro el auto. Pero he caminado con Sinclair. Debemos ser las únicas dos personas en el mundo que caminaron desde Greenwich al sur del río, donde está el Millenium Dome, a través de todo Londres hasta el nuevo estadio de fútbol. ¿Alguien más hizo eso? Lo dudo.
c: Hablando de Londres y no Londres, todo tu trabajo gira alrededor de estas cosas que estamos hablando, ¿lo trasladarías a otro lugar o no podrías? ¿Cómo funciona para vos? También tenemos una circunvalante acá, por ejemplo. Bueno, media circunvalante.
p: ¿Es la misma ruta del aeropuerto?
d: No.
c: Está lejos de esa.
p: ¿Está acá en la ciudad?
d: Es una gran ruta que delimita la capital del resto de la masa urbana.
p: Por cierto, tengo una total admiración por como manejan los argentinos.
c: Eso es porque no vivís acá.
p: Para mi está muy bueno ver una ciudad todavía dominada por el auto. Si vas a Londres el auto es casi un dinosaurio. El tránsito está tan controlado, tenemos todas esos lomos de burro, el peatón es rey. En respuesta a tu pregunta hay un ejemplo (no sé si esto responde tu pregunta) al final de Unrequited Love, que está basada en las memorias de un académico que era acechado por una mujer y escribió sobre la experiencia. La manera en que se recuperó de esa experiencia fue perdiéndose a la antigua en la ciudad. Él recién había llegado a Londres, le pasó esto y se recuperó perdiéndose a sí mismo en la ciudad. Y cuando yo llegué a ese libro estaba a punto de irme por un período breve y más bien desastroso pero viví en Londres por 30 años así que no veía como podía hacer el final. No puedo descubrir la ciudad porque estuvo ahí por mucho tiempo. Pero después recibimos algún dinero de la televisión alemana y algún dinero de una región de alemania con la condición de que ese dinero fuese gastado en esa región, así que pensé «ok, agarramos el último tercio del libro y lo mudamos de Londres a Leipzig y por lo menos puedo descubrir Leipzig», y vi que no había problemas con la transposición. De alguna manera, sólo hago películas en Londres porque está ahí y yo estoy ahí.
d: Es lo que conocés.
p: Sí, si alguien me dijera, no sé, «andá a Vienna y hacé una película»… bueno, en realidad con Content supongo que hice el esfuerzo de trabajar en Estados Unidos.
d: ¿Funcionó bien?
p: ¿Estados Unidos? Todavía tienen mucho espacio en Estados Unidos. Hay tantas cosas mal en ese lugar pero tengo que admitir que siempre que voy a Estados Unidos estoy de buen humor.
d: Si uno ve tu carrera a lo largo del tiempo ve que empezaste, y seguiste por un período largo, filmando películas más bien convencionales como Radio On (bueno, ese no es tan convencional) o An Unsuitable Job for A Woman, y después, en los 90s, te convertiste en un director de cine de ensayo, empezaste a trabajar con digital y a hacer películas más bien experimentales, ¿cómo sucedió ese cambio?
p: Muy directa y sencillamente. El problema con Radio On era que no había manera de hacer una segunda película en esa categoría. Volví al British Film Institute, que era como la única manera de conseguir financiación en esos días y me dijeron «bueno, tuviste tu oportunidad». Y no había ningún otro lugar para ir, excepto más arriba en la escalera comercial, así que por tres o cuatro años hice películas que no eran realmente lo que quería hacer pero sentía que, bueno, tal vez eso era lo que tenía que hacer. No parecía haber ninguna otra opción, no tenía ninguna gran motivación para pensar que podía llegar a tener éxito. Además había gente como Neil Jordan que se metió sin ningún problema en ese tipo de cine, o gente como Derek Jarman, quien realmente creía en él mismo como un artista. Yo, por un lado, no era lo suficientemente comercial y por otro, no era lo suficientemente artístico, así que pensé que como mucho lograría hacer tres o cuatro películas más, si tenía suerte. Después estuve un tiempo largo sin trabajar y después pasé a los documentales. Otro problema es que era muy difícil pasar del cine a la televisión, eran muy proteccionistas. Así que empecé a hacer documentales porque me di cuenta que era mejor trabajar que no trabajar y podía hacer cosas muy rápidamente y nadie realmente presta atención así que tenés una cierta libertad. A pesar de no haber trabajado por un período largo, soy bastante prolífico y trabajo duro. Gracias a conocer a Iain y al comienzo de la tecnología digital, fuimos capaces de pasar a otro nivel cada vez más alejado del documental convencional y más cercano a esta forma ensayística que te da más libertad que cualquier otra forma. La palabra «ensayo» tiene esa conexión con la escritura que hace que la gente te trate con más respeto que a la gente que hace otro tipo de películas y por eso no tenemos intereferencias.
d: Hace unos días vi un programa de tus cortos y dijiste que cada proyección de The Carfax Fragments fue un desastre, ¿qué pasó con eso?
p: Hicimos la película para el festival de Rotterdam. Era el 35 aniversario o algo así y nos pidieron a ocho o nueve directores que hiciéramos películas con €5000 y la única condición era que tenía que tener alguna conexión con un puerto, y recuerdo que le dije a Iain «todos van a filmar mucha agua, así que nada de agua», y tenía esta idea sobre la conexión entre la publicación de Dracula y las proyecciones de los hermanos Lumière y esa fue la idea inicial. Además estaban esas locaciones que se ven al final de la película y en London Orbital donde está la iglesia que está en el libro y tenés esa fábrica de jabón y esa gran caja, los tres juntos. Bueno, como sea, la película fue exhibida como premier mundial en Rotterdam, era una proyección pública con unas 2000 personas, un cine muy grande. Nuestra película estaba séptima y te juro que la sexta fue la peor cosa que te podés imaginar y la gente la soportó y entonces a la séptima… pst. Y desde entonces cada proyección pública fue terrible, incluso hasta el punto en el que una amiga mía quería pasarla en un festival y yo le dije «bueno, mirá…». La inspiración para la manera en la que filmamos la película fue una escena, creo que es de Vampyr, donde hay una toma con la cámara adentro del ataúd y mi directora de fotografía me molestaba diciéndome «bueno, tal vez te construya un ataúd y filmemos la película adentro», y sonaba perfecto. La proyección de la otra noche estuvo bien, creo que queda bien después de Surveillance, el programa parece funcionar. Si pusieras Carfax Fragments última no funcionaría, pero en el medio está bien.
c: ¿Cuál es tu relación con Argentina? En London Orbital hay varias menciones a soldados argentinos y Thatcher.
p: Eso es de Ballard.
d: Ah sí, de What I Believe.
p: En Content también aparecen postales de Buenos Aires, y no sabía que iba a venir a acá.
c: ¿Es tu primera vez acá?
p: Sí. Bueno, estuvo todo ese sinsentido de la guerra de Malvinas que Thatcher pensó como una guerra colonial. Lo que era interesante, lo que era realmente deprimente, fue la respuesta de la gente, esa especie de jingoísmo. Thatcher estaba de rodillas antes de la guerra, era uno de los primeros ministros menos populares de la historia, tenía disturbios en sus manos. La guerra fue lo que le dio el poder para desmantelar partes enteras de la sociedad inglesa. Pensándolo ahora, destruyó un lado tradicional del partido conservadora que nadie más pudo, lo dejó de lado. En total, creo que lo que hizo fue una desgracia. Una historia interesante es que mi padre era un oficial de la armada y cuando se retiró trabajaba medio tiempo para el gabinete, era básicamente un oficial de seguridad a cargo de información que llegaba de todas partes del mundo y estaba de turno la noche que algo se prendió diciéndole que las Falklands habían sido invadidas. Y no hizo nada, pensó que era una broma.
d: Tal vez estoy leyendo demasiado en esto, pero The Carfax Fragments es sobre Dracula y los hermanos Lumière, y está filmado en ese lugar que también filmaste en London Orbital, en la que vos y Sinclair hablan de como Dracula prefigura la M25, llamás a Thatcher y a Pinochet «vampire lovers», creo que hasta hay alguna referencia a vampiros en Unrequited Love. ¿Estoy sobreanalizándolo o es un interés constante tuyo?
p: Creo que Dracula es una de las grandes novelas ingelesas y en Content dije que me tomó un largo tiempo darme cuenta, pero el siglo XX fue en realidad gótico, que la era romántica del gótico del siglo XIX se extendió largamente en el siglo XX, así que esa es como la tesis a la que regreso. Y eso de Pinochet y Thatcher, ¿qué más podés decir cuando los ves con esas caras y esos dientes?
d: Content es básicamente una película sobre internet. ¿Cuál es tu relación con internet?
p: Algo así como amor-odio. En ciertos aspectos es fantástica, y de una manera que rápidamente das por sentada. Es como que llegó al final de un primer estadío, es fantástica para información y es fantástica si querés comprar entradas para algo, pero nadie la limpia, está llena de mierda. Y lo dije en un diario inglés, quiero ser «desgoogleado», hay demasiado Google. ¡Y sigue creciendo! Y pensás, si nadie limpia esto en absoluto, ¿cómo va a lucir en cien años? Googleé «who killed kennedy» y decía «1 de 10 de 18.000.000 de resultados» y lo pensás y es simplemente demasiado. Pero en la otra mano, es imposible recordar como era la vida antes de internet. Mirás Radio On y pensás «hey, nadie lo llamó al celular» y no, no teníamos celulares en esa época y creo que ese es un cambio que lamento. Manejar era el último espacio privado y ahora tengo amigos que me llaman mientras conduzco y que sabés que también están en el auto y quieren hablar por 45 minutos como una forma de pasar el tiempo, y la conversación es tan aburrida como ellos manejando. Y cuando manejo me vuelve loco que mi mujer esté mensajeando.
c: Oh, tenemos una pregunta sobre eso. ¿Desde que le gustó Avatar, creés que tu mujer hubiese preferido casarse con James Cameron?
p: Estaba bastante shockeado cuando dijo eso. La estaban viendo ella y mi hijo porque la tenemos en dvd, no una copia pirata sino una de esas de la gente de los Oscar, y la estaban viendo y… ¡y es horrible! Era todo… todo tan… . Lo que realmente me parece deprimente acerca de esto es que estamos en el momento en el que todo se vuelve como esto [señala el grabador digital], en el que el proceso del cine debería volverse mucho más democrático y Hollywood sigue inflando las cosas. Estas películas cuestan más que guerras. El presupuesto de la segunda guerra mundial debe ser menor al presupuesto de Avatar
d: Me dejó con curiosidad lo que dijiste antes sobre como la ciudad ya no funciona pero tal vez sí funciona en el caso de una ciudad como esta, ¿cuáles ves que son realmente las diferencias entre esta ciudad y una capital europea?
p: Es interesante para mi. La gente me dijo que tenía que ir a Palermo, y fui a Palermo, y pensé que es un lugar que intenta ser exactamente como todos los demás lugares, con el mismo tipo de bares, y el mismo tipo de negocios y pensé «¿para qué quiero ir a esos lugares? Tal vez simplemente me quede por acá [el Abasto]». Y es muy raro porque por un lado tenés esta monstruosidad acá [el hotel del Abasto] y tenés esa otra monstruosidad puesta ahí [el shopping del Abasto], pero el barrio que lo rodea no se parece en nada a lo que habría esperado. Esperaba que fuera todo más grande, bares más grandes, negocios más grandes.
c: ¿Conocés la historia del edificio?
p: Sé que es de George Soros.
c: Sí, ahora, pero era un mercado de comida, un gran mercado.
d: Era un lugar muy importante y después cerró y estuvo ahí abandonado por años pudriéndose. El barrio alrededor siempre fue pobre. Y después lo compró Soros y pusieron esa monstruosidad ahí, la tiraron ahí, no hubo ningún otro plan de desarrollo en el barrio. Fue una gentrificación fallida.
c: Este barrio es como una ciudad del siglo XX. Si vas ahora a cualquier calle comercial en cualquier lado están las mismas tiendas y las mismas marcas. Y acá tenés estas tiendas pequeñas y pequeños bares en las esquinas, es muy práctico, no hay ningún concepto ni diseño detrás. Desde ese punto de vista es genial. El único problema que tengo es que todavía no comí ni una buena comida.
Modernistas 08: Gustavo Sala
(La foto la robé de acá)
Gustavo Sala es, probablemente, una de las personas más macanudas que conocí en esto del comic. Un gordo simpático, encantador, que parece que nació para hablar en público, contestar preguntas y hacer reír. Es tan afable y buena onda (su firma en mi «Bola Triste» ocupa toda la contratapa) que dan ganas de que sea tu amigo e invitarlo a tomar unos buenos porrones helados.
A principios del pasado noviembre le pedí una entrevista aprovechándome de un encuentro fortuito en una convención en la cual las restricciones del tiempo le impidieron garabatearme algo en mi ejemplar de «Bife Angosto», motivo por el cual me dio simplemente su mail, como para que charlemos.
Contestó bastante rápidamente, pero la colgación veraniega y las vacaciones lograron que recién ahora, a principios de febrero, postee el resultado. Con uds, un grande de la historieta nacional, Gustavo Sala.
Vos comenzaste en la escena fanzinera e independiente de los 90. ¿Qué fue lo que aprendiste y recordas de esos años?
Fueron años de formación, de investigar, de hacer amigos, de intentar llenar huecos, de generar movida. Era un momento raro, efervescente. Se respiraba algo parecido a un recambio. De autores, de temas, de propuestas. Hablo del período que va aproximadamente del 96 al 2000 , donde circulaban todos esos fanzines y eventos de historieta independiente con muchos autores (muchos de ellos hoy rompiéndola acá y en Europa). Personalmente aprendí a desarrollar un estilo y fundamentalmente hice buenos amigos.
¿A quienes considerarías como tus influencias más significativas?
Pablo Fayó, El Niño Rodriguez, Mortadelo y Filemón, Carlos Nine, Crumb, Dany The O, la revista MAD y muchos más.
Viendo tu obra a lo largo de los años, se nota que siempre te has movido por el lado de la caricatura humorística. ¿Por qué esa decantación?
Supongo que por dos motivos: uno, porque me sentí más cómodo y me interesó más la temática humorística; y otro, porque mi dibujo no da mucho para otra cosa.
Tus comics siempre han partido de premisas completamente delirantes, ¿qué es lo que te gusta del absurdismo más extremo?
Me gusta que las historietas seas divertidas, que tengan ideas graciosas. Que me diviertan un poquito a mí en lo posible. A veces trabajo sobre ideas más «normales» y a veces más deformes o sicodélicas, no importa demasiado si me parece a mí que está bien y me parece que funciona. La vida…¿es bella?
¿Alguna vez te planteaste hacer algo que se aleje completamente del humor?
Sí, viajar a África y cortarles el pelo a algunos leones. Aunque eso quizás pueda llegar a ser gracioso.
Al mismo tiempo, se nota que en los últimos años estas experimentando lejos del formato con el que se te tiene más asociado, el de la tira o historia corta. ¿Qué libertades y restricciones te impone el formato de la tira?
La tira es un formato muy lindo, pero a veces se puede convertir en una especie de prisión, porque estas bastante acotado en cuanto al espacio del que dispones. A veces uno se encapricha en resolver una idea en una tira cuando iría mucho mejor en una página completa o en dos o en tres. La tira exige una síntesis y una economía de recursos, que lo que uno dibuje y cuente se entienda y se lea claramente y no quede todo apretado y metido a lo bestia. Pero a las tiras…las quiero.
¿Cómo te sentís con respecto a las historias más largas? ¿Te gustaría hacer una «novela gráfica»? ¿Qué crees que tendría que cambiar de tu estilo para hacerlo?
Sí, me gustaría. Tendría que trabajar en muchos dibujos previos para tener claro el estilo, los personajes y demás elementos que irían apareciendo en la serie para tener todo eso ya resuelto al empezar a trabajar en las páginas. Pero soy muy ansioso y me cuesta trabajar de esa manera, digamos, «profesional». Pero ojalá lo haga pronto.
¿De qué modo crees que cambio tu estilo de dibujo a lo largo de tu carrera? ¿Crees que has aprendido algo?
Espero que haya mejorado. Creo que ganó en volumen, en intensidad. O eso trato, al menos. De perder el miedo y tener cada vez más seguridad. Pero estoy aprendiendo todos los días un poco. Ahí vamos.
Yo me acuerdo de tus «Historietipos» en Comiqueando y tienen algo que esta muy presente en «Bife Angosto» también, que es la capacidad de burlarse de una caricatura de una subcultura y sus participantes perfectamente. ¿A qué crees que se debe este don tuyo?
Lo de observar, como decís vos, integrantes de diferentes «subculturas» como pueden ser los comiqueros, los rolingas, los ricoteros, etc etc tiene que ver con estar cerca de todo eso. Ir a recitales, a eventos de historieta, en fin, a lugares donde esas «subculturas» se mueven y aparean libremente por ahí. Además trabajo en medios con bastante de rock así que puedo meter todas esas referencias al comic, las bandas, la tele y demás.
¿De qué modo crees que el rock influye en tu actividad como historietista? ¿Cómo pensás que esos dos mundos se entrecruzan?
Bueno, en la tira que hago para el suple NO de Página 12 suelen aparecer músicos y situaciones basadas en recitales de rock. De hecho cada vez que veo un shou presto atención al contexto para pensar ideas para futuras tiras. así que el rock siempre está presente. también podría decir que hay cierto parecido entra una tira y una canción. Ambas cosas hay que resolverlas en poco tiempo o/y espacio. Una tira en aproximadamente 4 cuadros y una canción en aproximadamente 4 minutos. Hay tiras que son mas punks, otras que son mas colgadas, otras mas souleras, en fin… son lenguajes diferentes que creo que se llevan bien uno con otro. Eso además de escuchar música mientras uno dibuja, ¿no? Preferiblemente bien fuerte.
¿Quién ganaría en una pelea (a puño limpio), Crumb o Bagge?
Peter Bagge me parece que es mas grandote y además es más joven así que supongo que ganaría Bagge. Pero Crumb tiene anteojos y dicen que a los que tiene anteojos no se les puede pegar. Pero Bagge podría sacárselos amablemente antes de cagarlo a trompadas. Pero ahora que lo pienso Bagge es deudor de la obra de Crumb y uno de sus continuadores y discípulos en la historieta underground norteamericana, así que seguramente se dejaría pegar por Crumb, su maestro. Así que…gana Crumb.
¿Hay algún personaje famoso al que te gustaría remixar?
A ver…nunca la pensé creo… ¿Fabian Gianola vale?
¿No te da miedo a veces de que tus dibujos se vuelvan dulces y cariñosos, sin nada de amenazante o salvaje?
Me cuesta bastante hacer dibujos dulces y cariñosos. No sé si lo logre alguna vez. Así que no temo demasiado que pase eso. Igual no es necesariamente choto un dibujo porque sea dulce y cariñoso. Puede ser salvaje y loco y ser una garcha y cariñoso y dulce y ser un buen dibujo. Pero lo mío por ahora sigue siendo salvaje y choto.
Modernistas 07: Geoff Manaugh.
La historia de esta falsa entrevista es larga pero no particularmente complicada: hará cosa de un año y medio, le mandé un pedido de entrevista a Geoff Manaugh, el autor del magnífico BLDGBLOG, pedido que obtuvo una respuesta afirmativa. Acto seguido, procedí a enviarle las preguntas y a esperar. La cosa es que la espera se volvió larga, muy larga, puntuada por el ocasional mail en el que me aseguraba que las respuestas iban a llegar y que lo perdone por la tardanza. El último de estos mails es de enero de este año, momento luego del cual se cortó toda comunicación.
Obviamente, este hecho no me molestó ni enojó. Cualquiera que lee el blog de Manaugh se da cuenta fácilmente que el tipo está en todos lados, que tiene una agenda completísima, que siempre hay un artículo por escribir y una conferencia por atender. Sinceramente, me parecía genial que hubiese aceptado graciosamente prestarse para una entrevista en un ignoto blog latinoamericano.
Sin embargo, con el tiempo, en esas noches tardías en que no me puedo dormir y pienso en cosas para escribir aquí, se me ocurrió: ¿Y por qué no completo la entrevista yo mismo, utilizando la moderna ciencia de la búsqueda en Internet para rellenar las respuestas con fragmentos de posts de su blog? Un Geoff Manaugh de hipertexto, reconstruido a partir de los fragmentos de memoria que depositó en la red.
Así que eso hice. La entrevista esta compuesta de porciones de posts y de respuestas en otras entrevistas. Algunas preguntas fueron alteradas y algunas respuestas son bien tangenciales, como si estuviesemos jugando asociación libre. Pero me gusta más así.
Es una edición de Modernistas bizarra y de contrabando, algo que, creo, le caería bien a Geoff. Quedó larguísima, pero léanla que vale, mucho, la pena y que las ideas son tan entusiasmantes que uno se olvida de la longitud. Espero que lo disfruten.
Modernistas 06: Eddie Argos.
Ésta entrevista es un testimonio a la inmediatez de Twitter. La cosa es así: hace unos cuantos meses le mandé un mail a Eddie Argos, líder y compositor de Art Brut y de Glam Chops, lector de comics y tipo macanudo en general, para preguntarle si quería darnos una entrevista. La respuesta jamás se materializó en mi mail. Los meses pasaron y me hice una cuenta de Twitter y comencé a seguir a Mr. Argos. Un día, de la nada, decidí repetir mi interrogante, solo que por medio de un mensaje directo en el popular sitio del pajarito. Curiosamente, me contestó que si.
Luego de un breve intercambio de e-mails, acá tenemos la entrevista completa. Es un poco corta y, por momentos, se nota una cierta ansiedad de parte de este cronista por hacer preguntas intelectualosas para las cuales el bueno de Eddie no tiene respuestas tan pensadas. Lo cuál no es malo, para nada, sólo demuestra que a veces me gana el fan que llevo adentro.
En fin, los dejo con mí (¿nuestro?) ídolo popular, Mr. Eddie Argos:
¿Qué es lo que te hizo querer estar en una banda?
Realmente no me acuerdo. Siempre quise estar en una banda. Solamente parecía una cosa cool para hacer. He estado en bandas de un tipo u otro desde que tenía 15 años.
¿Qué tan difícil es estar en una banda?
Estar en una no es muy difícil, pero conseguís lo que pones en ella. Entonces, tenés que trabajar duramente si querés llegar a algún lado.
¿De qué manera crees que han evolucionado desde su primer álbum?
Nos hemos vuelto más confiados. Muchas bandas disfrutan cambiando su sonido un montón entre discos, pero nosotros siempre hemos disfrutado viendo que podemos hacer dentro de los parámetros que nos hemos impuesto. Lo cual quiere decir: escribimos canciones punk.
Algo que siempre me gustó de tus letras es la manera en que combinan amor por la música con seudo autobiografía. ¿Cuánto de vos pones en las letras? Y si cambiasen, ¿crees que eso les haría perder algo?
Deposito un montón de mi mismo en las letras. Son todas canciones muy honestas. Disfruto cantando canciones personales, es catártico. Creo, sin embargo, que no tendríamos problemas si de pronto decidiese comenzar a cantar sobre otra persona.
Ustedes tocan punk rock pero al mismo tiempo son una de las bandas más ingeniosas del planeta. ¿Cómo balancean esos dos extremos?
Con las letras intento ser conversacional, como si estuviésemos charlando en un pub. Y si estuviésemos charlando en un pub, probablemente haría bromas, por lo tanto, las letras son ingeniosas.
También me encantan las continuas referencias a la historia del pop. ¿Por qué utilizar recursos como nombrar a sus canciones por otras canciones famosas?
Simplemente es divertido. Me encanta la música pop y cuando descubrí que era posible nombrar nuestras canciones con títulos de otras, no pude contenerme.
¿Crees que las relaciones extrañas y empapadas de alcohol sirven para escribir buenas letras? ¿Te ves algún día asentándote y escribiendo canciones country?
Yo solo escribo canciones sobre cosas que me suceden, y éstas parecen involucrar muchas relaciones borrachas. Pero si, me puedo ver asentándome y escribiendo canciones country.
También sé que sos un gran lector de comics. ¿Qué clase de cosas estás leyendo actualmente? Te gustaría una carrera alternativa escribiendo comics?
Leo muchos comics de superhéroes. Soy mayormente un tipo de DC pero últimamente estoy leyendo muchos comics de Marvel. En este momento estoy disfrutando especialmente The Exiles y Captain America. Me encantaría escribir comics. Sin embargo, creo que el mundo no necesita más comics de superhéroes en este momento. Así que escribiría sobre algo diferente. Si escribiese superhéroes, me gustaría hacerlo con algún personaje establecido. Mi superhéroe favorito es Booster Gold.
Entonces, ¿cuál sería tu proyecto soñado?
¡Escribir Booster Gold!
Y hay algo de los comics de superhéroes que creo que está presente en tu trabajo, que es el entusiasmo, el asombro y afecto por la cultura pop. ¿Crees que es así?
Supongo que tengo un poco de eso. Es una cualidad que admiro mucho en otros. Uno de mis cantautores favoritos es Jonathan Richman y creo que una de las cosas que más me atraen de él es su cualidad de asombro y maravilla infantil.
Lo cual es extraño, ya que muchas veces los han caracterizado como una “banda irónica”. ¿Qué opinas de ello?
¡No estoy siendo irónico! Solía molestarme mucho que la gente opinase eso de mí. Ahora no me molesta tanto. Ahora, de cualquier modo que la gente quiera disfrutar de nuestras canciones está bien para mí.
También quería preguntarte un poco sobre Glam Chops. ¿Cuál es la idea detrás de la banda y de qué manera es diferente a Art Brut?
Me encanta la música glam. Siempre creí que sería divertido estar en una banda que toca canciones glam. Glam Chops es, sencillamente, yo divirtiéndome con mis amigos.
Sobre los productores
«A producer is someone who thinks they can make what a band is doing better. From there it’s a question of if he/she is right and if the band is willing to work under that assumption. The job of the producer is to be right and to get the project finished in the best way possible. I’m convinced that this happens rarely, and the best producers are the ones who get close.»
– Alan Sparhawk, de Low, en esta entrevista. Me pareció un tipo muy inteligente y centrado. Otra entrevista, aquí.