Sed De Mal.
Muerto, adj.: Dícese de lo que ha concluido el trabajo de respirar; de lo que ha acabado para todo el mundo; de lo que ha llevado hasta el fin una enloquecida carrera; y de lo que al alcanzar la meta de oro, ha descubierto que era un simple agujero.
(Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo)
El punk esta tan muerto que incluso preguntarse por su descendencia es una ridiculez. Porque además cuando yo me pregunto, en aquellas noches tristes, que es fue de su espíritu, lo que me imagino es algo que jamás ha existido: algo que tiene la inflexibilidad ética de Fugazi, la amplitud creativa de The Clash, la furia justificada de Sex Pistols, el intelectualismo de Wire. Algo que tenga lo mejor de todos los mundos, una fuerza vital llegada a la tierra para poner orden en ese sucio negocio lleno de ratas y mercaderes que es la industria discográfica, en nombre del Arte. Lo cual explica, probablemente, mis constantes depresiones al intentar encontrar algo en el arte que, evidentemente, solo existe en un mundo más feliz.
Pero de vez en cuando aparece un disco como el de Los Punsetes, un disco propiamente punk, que tiene la energía correcta, el espíritu de la historia de su lado, que sin embargo se las ingenia para sonar contemporáneo, inclasificable, como si fuese un médium canalizando el alma muerta de un movimiento, pero con interferencia de radio que lo obliga a inventar palabras en el medio de su discurso. Un disco que da fe. A primera vista puede parecer un conjunto de guitarras, con voz de adolescente aniñado y algunas frases memorables. Pero su personalidad es única y acarrea una oscuridad cínica e implacable, en una época en que la música parece hecha solo para los días soleados en gigantescos complejos de diversión de silicona y plástico.
En primer lugar, Los Punsetes están morbosamente obsesionados con la muerte. Pero sin temerle ni causarles angustia, sino con desdén, con resignación, con absoluta falta de respeto, con profundo asco por la gente que hace que todo esto sea más parecido a la muerte. Parecen verse rodeados de ella, ya sea en los comerciales, en los relatos de asesinos seriales, en los policías que arruinan el fin de semana con toda la fuerza represiva del Estado (tan mala como la de los delincuentes, pero aprobada), en los accidentes morbosos.
Y frente a ello reaccionan de dos maneras: por un lado con una non-chalance extraordinaria, un sentimiento que podría traducirse en el grito de guerra de “vamos a divertirnos acá en la pila de cadáveres, en los restos de la civilización aniquilada, se lo merecían de cualquier manera”. Y por otro lado con una fuerza sombría espeluznante. Su música esta teñida por el ambiente depresivo y cansino de una ciudad en la que la luz del sol no se filtra, en la que las calles están cubiertas de polvo, en la que los dos estados de ánimo posibles son la rabia y la tristeza.
Lo asombroso, lo que hace que valga la pena prestarle atención a estos chicos, es la manera en que logran hacer de estos temas el centro de su disco, de sus preocupaciones líricas, sin que este sea triste o depresivo, sino vibrante y liberador. No es una obra neurótica, enrollada en sí misma, sino preocupada sobre todo con la liberación del cuerpo, con las pocas oportunidades que nos presenta este mundo, con divertirse a pesar de que todo esté jodido y parezca que va a estarlo hasta el fin de los tiempos. Es un disco gozoso que de vez en cuando se ve abrumado por el peso de los muertos, por el deseo de robar/dejarse influir por un ideal rancio y por el mero hecho de vivir en estos tiempos.
Todo conspira en su contra: es un lp influido por un género muerto, por una misantropía importante y una tristeza existencial profunda. Y, sin embargo, tiene canciones que se pueden bailar o, por lo menos, que se sienten emocionantes y llenas de vida cuando se escuchan en las calles repletas de automóviles. Es, en otras palabras, un gran triunfo en estos tiempos que parecen de final de milenio.
Lo que me gusta de esta canción es la manera en que comunica, de un modo sintético y completamente realista lo que se siente vivir bajo la mirada de las fuerzas de la ley. Todos los que tenemos comportamientos que no son criminales pero tampoco son aceptados por la sociedad y las fuerzas del estado lo hemos sentido alguna vez, la paranoia de caminar con porro encima, de haber bebido un par de cervezas de más, el miedo y los intentos de comportarnos “normal” al pasar frente a una pareja de policías.
Y entronca bastante con mi estado de animo reciente, desde que tuve un encontronazo con los controles de alcoholemia y desde que nuestro gobernador parece empeñado en poner la mayor cantidad de uniformados en la calle, de hacer circular camionetas y autos de policía flamantes y colocar controles con gendarmería insospechados en calles céntricas. Un estado policial que no parece, que nos arruina el fin de semana con su sola presencia.
Esta canción, por su parte, me encanta porque se podría ver como la contraparte de la anterior, al revelar la amenaza que se esconde no solo en las agencias de control, sino en cualquier persona. La letra es sencilla: un chico (en realidad la voz de Los Punsetes es chica, pero mantengámoslo así porque pareciera cantar desde el punto de vista de un hombre) se ofrece a llevar a una chica a su casa y ante su (real o prevista) negativa se escuda clamando que no es un asesino serial, describiendo con lujo de detalles lo que NO va a hacerle, afirmando que es un buen pibe que solo quiere hacer una acción caritativa, pero sugiriendo, también, una corriente de interés en ella y exudando una ligera amenaza porque, bueno, si puede imaginarse esas cosas, ¿quién dice que no es capaz de hacerlas?.
Es esa corriente casi imperceptible de seudo-lujuria, la que vuelve a esta canción irresistible (además del crescendo continuo que construyen las guitarras y la batería en versión marcial). Nos obliga a escucharla desde el punto de vista de él y desde la vulnerabilidad de ella, simultáneamente. Lo sexual esta latente, aunque el tipo no sea un “tarao”. De este modo todo el mundo es una amenaza, todos los hombres, en última instancia, tienen malas intenciones, la sociedad esta podrida. Es, en otros términos, una canción que explicita muy bien lo que es ser mujer y sentirse expuesta ante los ojos de un hombre o, como dicen nuestras madres de nuestras hermanas, “Es diferente, ella es una chica”.
(El disco de Los Punsetes, en una actitud admirablemente punk, se encuentra disponible para bajar en su página).
2007 – The Indie Escape
Ya me he quejado varias veces sobre las feas que muchas veces quedan las chartas de Last.fm, pero la verdad quede bastante contento con el chart de álbumes, que muestra los discos más escuchados. Básicamente puedo reconocerlos estos como los discos que más escuche en el año, sobre la mayoria hable, sobre un par, no. Asi que aprovecho y aunque no pensaba hacer listas ni nada por el estilo, hablare un poco sobre cada uno de estos discos.
1 Judee Sill – Judee Sill
Judee Sill fue la revelación que más me pegó en el año, y es medio lamentable lo poco que hable sobre ella, pero la verdad no tengo muchas palabras para describir lo que hace. Simplemente me parece superior en el género folk de ese periodo y no hay nada que me haya gustado más que lo que hace ella por un amplio margén, y su forma de cantar y de componer es de otro universo.
2 Emitt Rhodes – Emitt Rhodes
Sobre Emitt ya hable aquí. Como me gusta como suena ese disco.
3 Dr. Dog – Toothbrush
Tambien hable un poco de ellos aquí. Lástima el resto de los discos de Dr. Dog que no le llegan ni a los talones a este discazo, pero mas bandas tendrian que arriesgarse a hacer cosas como estas, recortes de cintas chorreando mugre, temas de blues falso y los arreglos mas bizarros, arriesgados, despreocupados y divertidos de lo que va de este comienzo de siglo.
4 The Left Banke – There’s Gonna Be A Storm – The Complete Recordings 1966-1969
The Left Banke es una genial banda cuando uno quiere escuchar lindo pop bien arreglado, ya escucho demasiado belle and sebastian y sufre una alergia horrenda al escuchar nombres de bandas como handsome boy modelling school, suburban kids with biblical names, y boring hipsters with long band’ names. En particular, los primeros temas son gloriosos (walk away renee y pretty ballerina por ejemplo) y estan al nivel del mejor pop de los 60s. El resto del disco despues decae y hay algunos rockerismos de relleno, pero igual, aguante The Left Banke.
5 of Montreal – Hissing Fauna, Are You The Destroyer?
Ya hablamos suficiente de este disco no? Mejor disco del año, sin duda.
6 Lloyd Cole and the Commotions – The Singles
Este disco lo escuche MUCHO a principios de año. Es impresionante lo poco que se escucha al pobre tio Lloyd – especialmente viendo los charts de Last.fm. Pero el chabón es muy bueno, y aunque tampoco es la octava maravilla, tiene un gran puñado de grandes temas. Quizas el estar tan a medio camino entre indie-alternativo, new-wave y simple y duro AOR le juega en su contra, pero pocos músicos pueden tener el honor de tener a Robert Quine en sus filas para tocar baladas. Por algo será.
7 Moby Grape – Moby Grape
¡Ja! ¿Que carajos hizo Ezequiel escuchando Moby Grape? Bueno, que entre los periodos que tuve en este año (aunque se nota una muy clara linea de por donde iba todo) también me intereso las cosas más clásicas de los 60s. El disco de Moby Grape me lo recomendaron mucho y es muy bueno, y lo he escuchado mucho, pero todavia no tengo la imagen mental completa del álbum. Quizas no es completamente lo mio. No importa, seguro lo seguire escuchando un buen tiempo más.
8 Carole King – Tapestry
La tía Carole va unida con Judee Sill en ese plan folk-60s-tranqui-aor-testasponiendoviejo con la que estuve en general. Todavía me cuesta creer que Tapestry sea realmente un disco solo, y no un Greatest Hits. El nivel de los temas es simplemente increíble. Algunas letras hay que verlas con buenos ojos.. pero en si, un gran disco que todos deberiamos de escuchar al menos una vez al mes, tomando te con masitas un sábado templado.
9 Otomo Yoshihide’s New Jazz Ensemble – Dreams
Este fue sin duda el disco que más escuche en los últimos 3 meses. Y es raro porque ya lo habia descubierto y escuchado bastante hace 3-4 años, pero por alguna razón lo volvi a bajar y al escucharlo de nuevo quede totalmente enganchado. Todavía ando buscando futilmente algun disco que se parezca a estas 8 canciones (7, descontando el ataque free del final), recuerdo unas recomendaciones de Gustavo pero tienen alguun parecido pero en si, no es lo mismo. Tambien probé con otros discos de Jazz de Yoshihide y no hay caso. Mientras me seguire refugiendo en «Dreams», un pequeño mundo donde el instrumento que más detesto (el saxo) se vuelve lo más maravilloso del mundo.
10 Todd Rundgren – Something/Anything?
Aunque «I Saw The Light» es uno de los temas del año, al igual que al de Moby Grape no pude digerir este enorme disco del todo, que tiene la grosera cantidad de 25 temas y parece no acabarse más. Pero me termino gustando mucho la (al principio infumable) super-balada «it wouldn’t have made a difference» y eso es todo un progreso para cualquier disco.
So, Tell Me, Did 2007 Fulfill Your Dreams And Expectations? (Parte 01)
Como corresponde a final de año, la tradicional lista, a la que parezco incapaz de sustraerme. Esta primera parte va a estar dedicada a la música, ya que si posteaba todo, todo, todo, probablemente iba a ocupar toda la página principal. La segunda tratara sobre materia impresa y cine y quizás alguna cosita que se me ocurra por ahí. Salud y que el 2008 nos de tantos buenos discos como este año!.
50 Minutos de Música en un Círculo Negro No Son La Clave de la Felicidad: Discos del año.
01. Spoon – Ga Ga Ga Ga Ga
A veces tengo la sensación de que Spoon es la única banda que importa en la actualidad. Se que es una sensación injusta, que son los delirios del fan. Probablemente tenga que ver con que, en los últimos 3 o 4 años ha sido una de las pocas bandas que he escuchado obsesivamente. Hay algo en la manera en que Britt Daniels canta, en la forma en que las melodías se enredan obsesivamente alrededor de sus frases. Hay un correlato en el modo en que los Spoon parecen irse poniendo cada año más minimalistas, más precisos, incapaces de desperdiciar una sola nota y las letras de Britt Daniels, sus frases cortantes y enigmáticas, como dejando la mitad de la historia suspirada por un fantasma. Todo empaquetado en unas canciones que se clavan en tu piel durante meses, que parecen resumir a la perfección un sentimiento doloroso y repentino como un latigazo. Y si bien al principio me encantaban “The Underdog” con sus trompetas y “Finer Feelings” hit pop auto-abortado y hermoso, a final de año reconozco que la frase que me pone la piel de gallina de este disco es “remember, the winter gets cold in ways you always forget”.
02. Of Montreal – Hissing Fauna, Are You The Destroyer?
Si este año se publicó un disco que tenga todas las marcas de la obra maestra, que parezca ser de esos discos que van a definir un momento histórico, es “Hissing Fauna, Are You The Destroyer?”. Es una de esas obras que uno no puede evitar llamar definitivos en la carrera de un artista. Una destilación tan perfecta de las obsesiones en un momento de su carrera montadas encima de un arco emocional tan devastador que uno siente que la verdad brilla poderosa entre sus pistas. Personalmente, es un disco que entró torcido en mi año: al principio sus canciones me atraían por la manera fantástica en que Kevin Barnes expresaba su desolación a través de sintetizadores incansables, chillidos ambiguos, falsas guitarras glam. Existía una desconexión emocional entre lo que escuchaba y lo que el lp de hecho era. Ahora, al final del año, me encuentro comprendiendo que es un disco que traza un arco similar, quizás invertido, de lo que fue mi 2007 y que las letras de Barnes me afectan más que lo que sus melodías me dan ganas de bailar.
03. Von Sudenfed – Tromatic Reflexxions
Justo en el año en que la obsesión por The Fall alcanzó niveles astronómicos (mi nueva misión auto impuesta es convertir a todos mis amigos en fanáticos de la banda de M.E.S.), los guachos se dedican a sacar un álbum mediocre. No me pregunten que me pareció “Reformation Post TLC” porque no me acuerdo. Gracias a dios tenemos este disco, colaboración entre el enorme M.E.S. y Mouse On Mars. Una combinación bastante inusual, uno solo se imagina a Mark escupiendo a los alemanes, horrorizado por su falsa sofisticación y la frialdad de su música. Pero funciona de maravillas, con el mancuniano gritando y chirriando sobre las mejores bases que los MOM han creado nunca. “The Rhinohead” debe ser la canción mas demoledora del año, con sus baterías implacables y la línea de piano del principio que parece marcar el inminente colapso nervioso; “Speech Contamination”, con su mezcla de alemán e ingles, demuestra no solo que M.E.S. es una de LAS voces de nuestro tiempo, sino que es una especie de rapper de voz pastosa; y “Family Feud”, con su falso ritmo ¿latino?, confirma lo que ya todos sabíamos: “I am the great M.E.S.”.
04. Whitey – Great Shakes
Ya hablé de el hace un tiempo, pero se puede seguir. Con Dario charlabamos el otro día de lo interesante que es descubrir los temas y las preocupaciones de compositores que no se ponen al descubierto tan explícitamente como los songwriters de nombre y apellido. Ese es el placer del segundo disco de Whitey, para mí, encontrar las obsesiones de un hombre que se oculta persistentemente, detrás de un apodo, de un proyecto, de unas voces intencionadamente distorsionadas. Y descubrir que es un tratado sobre la misantropía, sobre la decepción y la neurosis. Creo que este año no escuché un disco más frustrado, un cantautor con más desprecio por si mismo y que, al mismo tiempo, utilice su frustración como un taladro, como una navaja para vengarse del mundo. (¿y lo mas apropiado? Creo que ni siquiera salió aun).
05. Future Of The Left – Curses
En el cual Andy Falkous continúa su cruzada de un solo hombre para destruir a todo aquello que le cae mal. Otro disco sobre el cual es muy, muy, difícil decir algo nuevo porque sigo la carrera de aquellos involucrados hace tiempo y ya se ganaron mi corazón. Para aquellos que gustaban de Mclusky este disco tiene todos los condimentos necesarios: guitarras que parecen motosierras, la voz inconfundible y magnífica de Falco, letras que se dedican a tirar barro y mierda sobre una multitud de sujetos. La diferencia es que hay una profundización de ciertas aristas de Mclusky, sobre todo la melódica. Un par de temas exploran otras avenidas emocionales y demuestran que tienen mas armas en su arsenal que solo la misantropía. Tiene “Manchasm”, una de las cosas mas completas y adictivas que escuche en el año. Y, además, comienza con una canción que dice “violence resolves everything” y cierra con una amable ¿balada? con base de piano y la voz de Falko cantando “I am terribly missing on fronts where I probably won’t fight”. Se llama “The Contrarian” y demuestra no solo que este es uno de los grupos más brillantemente originales y cabeza dura de nuestro tiempo, sino también que incluso a los punks les llega el momento de crecer.
06. Lifetime – Lifetime
Sin lugar a dudas, el regreso del año. Lifetime es una de esas cosas que le quedan a uno de una adolescencia intentando escuchar hardcore. Aun recuerdo el día en que me pasaron esa caja enorme de cds, llena de discos de hardcore. El único que qun escucho hoy es “Jersey’s Best Dancers”. Lifetime tiene la típica sinceridad hardcore pero llevada al micronivel: nada de declaraciones políticas ampulosas, solo tontas canciones de amor que parecen sucederle a gente suspendida en algún punto de los 20 años. Tienen esa cualidad que a veces (A VECES) pareciera ser la marca del buen punk: juventud perpetua. Son tan honestos, Ari Katz canta con tanto sentimiento, que uno no puede evitar sentir que, a pesar de que ya deben tener mas de 30 años, todavía son los chicos de 18 o 20 que cantaban “let’s forget about work and listen to The Clash”, perdidos en una especie de Neverland donde el hardcore melódico era bueno, donde las bandas creaban tantos hits instantáneos como ellos y eran la banda de sonido de todos nuestros veranos.
07. Justice – +
Tengo una teoría acerca de este disco. No es muy inteligente ni muy elevada. Pero la repito de vez en cuando, porque es tan obvia que me sorprende que nadie lo haya dicho antes: Justice (y Ed Banger Records en general) demuestran que Daft Punk tenía razón con “Human After All”. ¿Que es este disco sino un refinamiento de lo que hicieron los robots hace dos años? La idea de la “banda de rock que en realidad es electrónica” que ya estaba presente en ese disco que a todo el mundo cayó tan mal. Para mí esto es una ventaja, un halago. Después de todo Justice si realiza una operación muy importante: reemplaza la decepción y cinismo de “Human After All”, la sensación de rock-producido-en-masa por verdadera y sincera felicidad. Si el cadáver del rock era eso, un cuerpo del cual reírse, en HAA, aquí lo agarran un par de patanes que a base de golpes de amplificador le han dado nueva vida. Como buen monstruo es chirriante, ruidoso e imperfecto, pero los Justice lo saben y utilizan sus extremidades descolocadas y sus tornillos herrumbrados para convertirlo en el mejor bailarín de breakdance del mundo.
08. Black Moth Super Rainbow – Dandelion Gum
Que raros son los BMSR. Una de esas bandas que te asaltan sin que lo esperes. Probablemente la revelación del año. ¿De donde salían esas canciones que sonaban, justamente, como chicle o algodón de azúcar hechos de niebla, a voces de granjeros pasadas por vocoders, a enormes pilas de alfalfa? ¿Quienes eran estos muchachos que parecían haber secuestrado a los Boards Of Canada y haberlos encerrado en un cuartito con solo discos de música bubblegum de los 50 para que escuchen? Una rápida búsqueda en internet nos dice poco: Pittsburg, Pennsylvania, graban en una granja, no pertenecen a la “escena”, no dan sus verdaderos nombres. Parecen vagos y distantes, alguna transmutación del granjero parco, patinado con una capa de pretensión musical. Su música, consecuentemente, parece proceder de una granja habitada por vacas mutantes y pequeños extraterrestres de orejas puntiagudas. Con un elfo tocando las baterías. Es algo realmente psicodélico en esta época en que lo psicodélico parece ser un barbudo con guitarra. Y eso es un verdadero descubrimiento.
09. Electric Six – I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master
¿Que hay mejor que rescatar a un viejo amigo de la muerte? Un poco eso es lo que me pasó con Electric Six. No es que los hubiese eliminado por completo de mi panorama mental, pero si les había perdido la pista post “Señor Smoke”. Gracias a dios que se despertó mi curiosidad por este disco. En el confirman su posición como los grandes satiristas del capitalismo salvaje y el sistema del espectáculo, aquellos que perciben que todo se esta yendo a la mierda, pero van a capear el temporal bailando como demonios. No solo su título proviene de un dibujo satírico de George Grosz, de 1923, lo que demuestra que no son los cabezas de chorlito que parecerían, sino que esta repleto de canciones que, como la mejor parodia, son doblemente punzantes por estar entregadas con una cruel sonrisa. Dick Valentine sigue siendo uno de los mejores cantantes de nuestra generación, uno de los pocos capaces de comunicar tanto desprecio y tanta arrogancia. Y en este carnaval infernal en el que tienen lugar Don Rickles, Lenny Kravitz y el gobierno de los EE.UU. parece el único hombre cuerdo que grita su verdad sobre una pila de cadáveres.
10. Panda Bear – Person Pitch
Si hay algo que siempre me molestó de los Animal Collective es la indulgencia. La capacidad que tienen para tomar una buena idea y arrastrarla por el suelo durante 8 o 9 minutos hasta que uno grita “PAREN YA CON LA PERCUSION TRIBAL, LA PUTA MADRE”. Evidentemente si hay un lado por el que Panda Bear ganó en este disco solista es por el lado de la concisión. Desde el principio al fin suena justo como lo que siempre esperamos de AC: un disco de fogón, una especie de singalong indio en el que los espíritus de los antepasados vienen a jugar. En el medio de esa jam session, cosas que parecen canciones (o que quizás solo sean el recuerdo fantasmal de una canción) aparecen, se apoderan de la voz de Panda por unos minutos y luego se disuelven en el éter. Un disco de viaje, un disco que despierta asociaciones inexplicables, un disco para todas las estaciones. Escuchándolo de nuevo hoy en lo único en lo que puedo pensar es en felicidad y porro. Y esas son todas muy buenas cosas.
11. The New Pornographers – Challengers
Matthew Perpetua lo expresó muy bien cuando salió el disco diciendo que “lo que solía gustarme de los New Pornographers era que eran esta increíble banda fiestera, pero ahora supongo que tendré que conformarme con que sean solo una banda profesional que hace excelentes canciones”. Como se refleja en esa frase este es, paradójicamente, el grower del año. Nunca se hubiese esperado eso de los New Pornographers. Pero es que están creciendo, y el título mismo parece decir algo, “Retadores”. Como si estuviesen entrando en una etapa en la que tienen que estar a la defensiva todo el tiempo, como si hubiesen recibido ya un par de golpes (¿de la prensa? ¿De la vida? ¿De la música?) que los llevaron a reflexionar por primera vez en su corta existencia. Y a pesar de todo ello, en medio de canciones que indican, con apenas frases, soledad y errores que uno comete cuando entra finalmente a la adultez, todavía pueden cantar “And here’s the mutiny I promised you / and here’s the party it turned into”.
12. Matthew Dear – Asa Breed
Matthew Dear es misterioso y minimalista. Sus canciones siempre parecen rodeadas de niebla, de extraños mensajes que nos llegan en el sueño. Es un disco que oculta su profunda tristeza debajo de una capa de sutiles beats. Un disco que tiene una sucesión tan terrible como la que va de la saltarina “Neighborhoods” a la desoladora “Deserter”. Hay pocas canciones este año que me hayan afectado tanto como esta última, será por sus sintetizadores que parecen encapsular todas las esperanzas truncadas de nuestra generación o por su letra que sintetiza, con esas frases a medio formar de Matthew, ese preciso instante de tiempo en que la soledad toma lo mejor de nosotros. Y encima el disco lleva por nombre a un personaje de Kurt Vonnegut, ¿que más se puede pedir?.
13. Art Brut – It’s A Bit Complicated.
El otro día me di cuenta que Art Brut son los Buzzcocks si hubiesen escuchado demasiado a los Buzzcocks. ¿Demasiado meta? Bueno, son la banda sonora perfecta para todos aquellos a los que nos gustaría que la vida tuviese banda sonora. Lo interesante, sin embargo, de Art Brut es la manera en que usan su obsesión con la música, sus referencias metamusicales, como una metáfora para enfrentarse a sus sentimientos y sus experiencias. De la misma manera en que los obsesivos musicales escuchamos música buscando una letra, una melodía, que se acomode a nuestro momento, los Art Brut hacen música sobre la música que los obsesiona, música que al mismo tiempo es una postal de su momento. Y todo con la sonrisa torcida de mocoso ingles en la cara, con la arrogancia de ponerle a la mitad de sus temas nombres de canciones conocidas, con esa sabiduría estúpida que te da el saberse mas inteligente que los demás. Aunque esa inteligencia solo consista en conocer mas bandas punk de los setenta.
14. Midnight Juggernauts – Dystopia
En un principio fue ese video de “Into The Galaxy” en el que tocan, oscurecidos, mientras la cámara realiza un travelling que parece no terminar nunca. Luego fue escuchar “Shadows” con su irresistible canto de “tomorrow…tomorrow…tomorrow today”. Y luego fue conseguir el disco y darme cuenta que hasta sus lados b son increíbles. De alguna manera han conseguido grabar un disco repleto de referencias al espacio, que exuda new age, pero que es increíblemente bailable y divertido. Estos tipos reconstruyeron el continuum espacial que viene desde Tangerine Dream y le dieron groove, hits, haciéndolo sonar menos como un futuro distópico que como el enorme Studio 54 en el círculo de asteroides. Y si ya son capaces de tomar una canción llamada “Road To Recovery” y cumplir con la promesa del titulo, tocándola como una verdadera oda a la reconstrucción de toda la raza humana, puntuada por enormes líneas de sintetizador (que son casi continuas en su emoción elegíaca en todo el disco) que dan ganas de levantar los puños, ya puedo comenzar a considerarlos unos genios.
15. Siobhan Donaghy – Ghosts
En el cual Siobhan reclama finalmente la corona de Reina de Hielo de las manos de sus competidoras, demostrando que es la única que aprendió algo de Robin Guthrie y Liz Fraser. Este disco es una bestia extraña, en el sentido de que es a la vez inequívocamente la producción de una ex estrella de pop, una ex Sugababe, por dios, pero el espectro emocional al que apunta no podría estar mas alejado de aquellas canciones que cantaba en sus días de gloria. No es tanto un producto de las letras, que la mayoría de las veces siguen siendo intrascendentes, sino de la producción y la voz. La producción se regodea en capas más capas de sonido que buscan reproducir la tundra ártica. Y Siobhan se esfuerza en volver su voz lo mas banshee-ca que pueda, sin en ningún momento llegar a los excesos de una Bjork. La perla en la corona es, sin dudas, la canción que da título al disco, que con sus reminiscencias orientales, sus extraños ruidos invertidos y sus letras semi suspiradas parece ser una invocación nórdica a algún espíritu de la luz y el invierno.
16. Mark Ronson – Version
Casi me olvido de este disco. Casi. Es que salió hace tanto tiempo. O al menos eso parece, este ha sido un año fructífero, propenso a la amnesia. Pero no podía dejar afuera de la lista a la perfecta confección pop de Mark Ronson. Ronson funciona acá como un ser sobrenatural capaz de insuflar vida en los muertos. ¿De que otra manera podría describirse que tome uno de los temas más chotos de Coldplay y lo transforme en una hermosa bomba soul? ¿O que vuelva a “Just” de Radiohead, con toda su idiotica angustia adolescente, algo sutil, un jazz de lounge que parece mas amargo que su versión original? ¿O a la increíble versión de “Valerie” con Amy Winehouse, una clase en sentimiento? Por momentos yo siento que Ronson se levantó una mañana, encontró un NME que venía con un compilado de bandas actuales y dijo “ESTO piensan que es pop? Vamos a pintarles la cara a todos”.
17. Les Savy Fav – Let’s Stay Friends
Este fue un año de “many happy returns”. Muchos grupos que había descubierto en los últimos 4 o 5 años, siempre a destiempo para escribir algo sobre ellos, justo se dedicaron a poner cosas en la calle en el 2007. En esta categoría entre Les Savy Fav aunque este disco, luego de la increíble piña al estomago que fue “Inches” no me convenció demasiado al principio. Parecía más de lo mismo con menos ganchos. Y si, es un poco de eso, pero hay que escucharlos tocar una canción como “Raging In The Plague Age”, anudando referencias a antiguas cortes medievales con guitarras entrecortadas, sin perder el tiempo jamás, y no sentirse un poco asombrado por una capacidad melódica que nunca abandona su abrasión ni sus intenciones de ser una banda única. Y eso sin tomar en cuenta las inflexiones new wave de canciones como “Patty Lee” y “What Would The Wolves Do”. En un año dominado por la evolución y el cambio, Les Savy Fav son muchas cosas a la vez sin dejar de ser nunca ellos mismos.
18. White Williams – Smoke
A primera escucha parece otro imitador de Marc Bolan, otro niño con dinero incapaz siquiera de robar con altura. Y no ayuda que el disco transcurra con tanta amabilidad, que parezca tan profesional, tan suave, cremoso. Pero con el paso del tiempo uno descubre que es como una persona que aprende un lenguaje muchos años después de que ha sido inventado. No lo habla exactamente igual, hay slang, hay cambios, pero la estructura es tan similar que a primera vista parece una copia exacta. Existe una liviandad con respecto a la apropiación que parece decir que para Williams el glam es solo su imagen perfecta de lo pop, la única que conoce, adaptada a su propia voz. Y el disco esta repleto de melodías de sintetizador inesperadas, de bases funk despojadas, de esa voz tan particular que parece cantar sobre las cosas mas asininas de la manera mas afectada posible. Cuanto más lo pienso creo que esto es lo que esperaba que fuese el disco de Patrick Wolf, sin todas esas insípidas baladas.
19. Vampire Weekend – Vampire Weekend
Este es un disco del 2008, en realidad. Es un disco, además, sobre el cual no pensaba escribir jamás. ¿Que podía interesarme de un grupo que era la nueva revelación indie newyorkina? ¿Cuya única “novedad” era que mezclaban sonidos amables de chicos blancos de clase alta universitaria con percusiones africanas que parecían sacadas de un álbum de Paul Simon en los 80? Y, sin embargo, sin embargo…había algo en “Oxford Comma” que la volvía irresistible, algo de la letra, la estúpida combinación de palabras que los hacía sonar demasiado inteligentes para su propio bien, pero encantadores e ingenuos en su “literacy”. Y de ahí fue zambullirse en el disco, en “A-Punk” y su inofensivo rebotar, en “The Kids Don’t Stand A Chance” y su contemplativa derrota, en “Campus” y su tan cercana historia de one night stands. En el fondo los tímidos ritmos africanos son más que nada decoración, no son los Talking Heads, pero su encanto proviene de lo mucho que saben esto. No se si será la gran banda que me acompañara hasta mis 40 años, pero por el momento este disco es perfecto para el veinteañero que soy.
20. Prinzhorn Dance School – Prinzhorn Dance School
La banda mas pretenciosa del año, sin embargo una de las mas atractivas. Producto típicamente ingles, empapado en lo que en algún momento fue el espíritu post punk, estos muchachos de Brighton parecieran estar retomando una tradición musical poco recorrida, aquella que combina minimalismo y amenaza. Si bien sus canciones pueden parecer repetitivas a primera escucha, puras baterías cavernícolas y guitarras que no se molestan en tocar más de dos acordes, la potencia de sus semi-esloganes y de su mala leche general los vuelve un prospecto seductor. Uno se los imagina en un sótano oscuro, pura paranoia, grabando con equipos miserables y creyéndose fervientemente aquello que cantan en “Eat, Sleep” de “there are monsters in the…”.
21. Caribou – Andorra
El disco que confirma todo lo bueno que esperábamos de Dan Snaith desde “Up In Flames”. Es “un disco pequeño y luminoso, que calienta nuestros corazones”. Ahora en serio, el otro gran tema de este año, me parece, fue el ocultamiento, el misterio, el descubrir mensajes que parecen hechos para uno en la música más inesperada. Bueno, me parece que Snaith perfecciona ese arte en este disco. Su voz siempre parece a punto de desvanecerse, como si en realidad solo le hiciese falta un ancla alrededor de la cual organizar su enorme arsenal de ruidos y melodías que podrían proceder simultáneamente de Aphex Twin, los Beach Boys y Neu!. Pero es evidente que hay ALGO que molesta a Snaith profundamente, que lo lleva a encerrarse en Andorra y a cubrir su insatisfacción con esa música de caramelo que solo aumenta lo espectral de su falta. No puedo evitar pensar en él como el hermano menor del disco de Panda Bear, dejado atrás y sintiéndose despreciado pero dispuesto a demostrarle al mundo que él también puede componer.
22. Girls Aloud – Tangled Up
El otro día un amigo me decía: “son tan buenos los discos que ya molestan”. Y un poco es así. No hay mucho más que decir sobre Girls Aloud que lo que ya vengo repitiendo hace tres o cuatro años. Son, sin lugar a dudas, la mejor banda pop en la actualidad. Siguen produciendo éxitos increíbles luego de que nadie de un peso por ellas, salidas como estaban de Popstars. Este disco tiene la particularidad de no contar ni con baladas ni con covers, cosa que creo lo enriquece muchísimo. Se dan el lujo de tomar prestadas inflexiones ska (“Control Of The Knife”), de componer canciones que tienen mas de rock que los intentos de miles de bandas tapa del NME (“Fling”) y de seguir siendo las mismas vampiresas comehombres sin ningún tipo de remordimiento (“Can’t Speak French”). A pesar de todo esto, si suena un poco, por primera vez en su carrera, como “business as usual”, cosa un tanto rara para una banda que nos acostumbró a deslumbrarnos con cada lanzamiento. Pero el “business as usual” de las Girls Aloud es suficiente para llenar discos enteros de grandes éxitos.
El Glorioso Idioma De Castilla Produce Hits: Discos En Castellano.
(Caveat, emptor! Algunas de estas bandas están compuestas por amigos)
Prietto Viaja Al Cosmos Con Mariano – Idem.
En el cual finalmente se entregan a los brazos de la canción, como un amante cansado de tanto correr por el monte. Y les sale tan, pero tan, bien que no entiendo como se las guardaron tanto tiempo. Prietto canta con su voz de niño malcriado, Mariano golpea los parches como siempre lo hizo, solo que ahora hay melodía y silbidos y hasta canciones capaces de dejarme en cama durante unos días.
Triángulo de Amor Bizarro – Idem
Al fin unos españoles que tienen la decencia de ser macarras, mala onda y sarcásticos. Son como unos pequeños Jesus And Mary Chain, puro ruido de guitarras y propulsión impaciente. Tienen algunas de las mejores letras del año, entre las cuales me quedo con “el mejor sitio para descansar, es la universidad”.
Astrud – Tú No Existes
Astrud es una banda que, más que nada, representa esa porción que ya no existe de mi vida. Cuando lo escuchábamos a principios de año nos sorprendían sus letras, sus agudas observaciones sobre la vida soporífera, sus contorsiones musicales inesperadas. Hoy en día creo que no podría escucharlo entero o que el proceso me dolería demasiado, sería muy parecido a remover capas tectónicas muy recientes. Pero es una de esas obras que nunca voy a poder separar de un momento preciso, de un sentimiento, aunque espero que con un poco de distancia todavía puedan musicalizar algunas circunstancias.
Diosque – I Can Cion.
Otro disco del que casi me olvido de escribir. Es que tengo una copia mala, con temas faltantes, desde mitades del año pasado y estaba convencido de que era un disco del 2006. Pero, como decía Juan en su fotolog, parece que el proceso de elaboración fue como tener una hernia de disco. Me encantan las canciones de Diosque por dos motivos: en primer lugar, porque escuchar este disco fue superar los prejuicios que tenia en su contra, la sensación de que sus canciones estaban todas incompletas y se disolvían antes de desarrollar su potencial. En segundo lugar, porque descubrí justamente que esa característica evanescente, esa manera que tiene de cantar, entre desganada y aniñada, esos estribillos que se repiten una sola vez y te dejan con ganas de más son su mayor riqueza. Diosque compone canciones minúsculas que inmediatamente se vuelven adictivas. Y ya no recuerdo cuantas veces cité, en miles de conversaciones, aquello de «a la noche con amigos aguardiente y tónica con gin».
Michael Stuar – Michael Stuar Declara La Paz Mundial
Nadie se esperaba que los Michael se salgan con este terrible disco de la manga. Claro, recuerdo cuando Agustín y Sebastián me hablaban de “Salchichón con Peluca”, su inexistente banda de nombre gracioso. Eventualmente evolucionó hacia un nombre menos gracioso, pero apoyado por unas canciones increíbles. A una banda que tiene una canción que se llama “El Sida” y que concluye su interpretación cantando “Sida, sida, sida, sida, sida” sin agotamiento no se le puede llamar otra cosa mas que genial. ¿Que otra cosa queda mas que asombrarse y emocionarse ante una canción como “La Furia del Metal”, que demora la entrada de la voz durante un minuto y medio para proferir “no seas mala persona / mira con quien andas”? Quizás la única crítica que pueda hacérseles es que es corto y el arte debería haber sido en color, pero cada vez que hablo de este disco me quedo sin aliento de tanto alabarlo.
Monoambiente – La Am En La Efeméride Rural
De alguna manera, este es EL disco del año. Desde aquellos días idénticos y calurosos en los que lo comenzaron a grabar, en sesiones que no presencie pero en las cuales desee estar, hasta hoy, en que parece un disco viejo, debo haber escuchado sus canciones 15000 veces. Es el disco que, para bien o para mal, me acompaño (nos acompaño, a varios de acá) durante este año plagado de cambios, de reajustes de personas cual rastis, de incertidumbre. Es un disco que continua con el tema del año, la evolución, ya que fue grabado en un ambiente que era un salto para adelante para los participantes, con mas instrumentos, mas equipos y mas producción. Es un disco que no puedo evitar sentir mío, en minúscula parte, porque las canciones se hicieron carne, porque los amigos que las compusieron están demasiado cerca. Es el disco que demuestra que acá hay un puñado de personas que están interesadas en producir arte que conmueva. Y no puedo esperar a que comiencen a grabar el tercero.
Actualización Mayo 2013!
A raíz del relanzamiento del blog me dí cuenta que no había armado compilado de los temas que más me gustaban que salían de los discos del año y me pareció muy mal, así que lo hice en dos patadas y lo subí, disfruten!
2007A (El Baile Moderno). (Bajar)
01 – Don’t You Evah (Spoon)
02 – El Himno De La Bala (Triángulo de Amor Bizarro)
03 – La Furia del Metal (Michael Stuar)
04 – After Hours (Caribou)
05 – Toxic (Mark Ronson ft. Ol’ Dirty Bastard And Tiggers)
06 – New Violence (White Williams)
07 – Don’t Give Up (Siobhan Donaghy)
08 – El Vertedero de Sao Paulo (Astrud)
09 – Neighborhoods (Matthew Dear)
10 – Gronlandic Edit (Of Montreal)
11 – Take Pills (Panda Bear)
12 – Challengers (New Pornographers)
13 – Wrap It Up (Whitey)
14 – The Rhinohead (Von Südenfed)
15 – Speech Contamination / German Fear Of Österreich (Von Südenfed)
16 – DVNO (Justice)
17 – Manchasm (Future Of The Left)
18 – Randy’s Hot Tonight (Electric Six)
19 – Patty Lee (Les Savy Fav)
20 – I Will Survive (Art Brut)
21 – Records At Nite (Lifetime)
22 – Lucifer Airlines (Electric Six)
23 – She’s A Rejector (Of Montreal)
24 – Viva La Ciudad! (Michael Stuar)
25 – Como Iluminar Una Habitación (Triángulo de Amor Bizarro)
26 – La AM En La Efeméride Rural (Monoambiente)
27 – Federico García Calor (Diosque)
28 – Verano Fatal (Prietto Viaja Al Cosmos Con Mariano)
29 – When The Sun Grows On Your Tongue (Black Moth Super Rainbow)
30 – L.S.F. (Mark Ronson ft. Kasabian)
31 – Sexy! No No No (Girls Aloud)
32 – Phantom (Justice)
33 – Into The Galaxy (Midnight Juggernauts)
34 – Shadows (Midnight Juggernauts)
35 – Finer Feelings (Spoon)
36 – The Kids Don’t Stand a Chance (Vampire Weekend)
37 – Ghosts (Siobhan Donaghy)
38 – Spaceman In Your Garden (Prinzhorn Dance School)
Bonus Track! Canciones Del Año Que No Están En Los Discos Del Año!
2007B – El Baile Moderno. (Bajar)
01. Electrelane – Tram 21
02. Dragonette – I Get Around (Midnight Juggernauts Remix)
03. Chromeo – Fancy Footwork
04. Ween – Friends: o “como hacer una canción synth pop PERFECTA”.
05. Cut Copy – Hearts On Fire: EL single del año, vibrante e histriónico, como una canción de Roxy Music perdida en el tiempo.
06. Yelle – Je Veux Te Voir: el disco no es muy bueno, pero esta canción es tan genial que dan ganas de escucharla tan fuerte como para disolverse.
07. Kylie Minogue – 2 Hearts: probablemente el disco de Kylie sea uno de esos que escuche mucho durante el verano y en febrero me arrepienta de no haberlo puesto aquí. Pero aun no lo procesé por completo, excepto esta canción, que dan ganas de enamorarse solo para poder cantar el estribillo sintiéndolo de verdad.
08. Muscles – Ice Cream: ¿como no amar a una canción que proclama que el helado va a salvar el día?.
09. Matt & Kim – It’s A Fact
10. Kate Nash – Pumpkin Soup: o “la gran canción sobre la histeria femenina que escuche este año”.
11. & 12. Dizzee Rascal – Wanna Be / Where’s Da G’s?
13. The Go! Team – The Wrath Of Marcie
14. & 15. Patrick Wolf – Accident / Emergency / The Magic Position: ay, ay, ay, Patrick, que decepción resultaste ser. ¿Que pasó con todo lo bueno que prometías a finales del año pasado? ¿Porque tuviste que arruinar tu disco con ese montón de baladas aburridas? Gracias a dios tuviste el buen tino de meter canciones como estas que demuestran que PODRÍAS ser el David Bowie del Siglo XXI si dejases de llorar sobre pájaros imbéciles.
16. The Supersonicos – Dr. Romero: de todos los revivals zombie de este año, este es el mejor.
17. & 18. Rooney – When Did Your Heart Go Missing? / Don’t Come Around Again
19. Dan Deacon – Woody Woodpecker: o “como llevar el ruido del Pajaro Loco a sus últimas consecuencias, como si fuese un taladro inmundo que penetra tu oído sin contemplación”.
20. Coin-Op – Favourite Subjects: no se si es *exactamente* de este año, pero el estribillo para cantar a los gritos (y su descripción del consumo indiscriminado de sustancias y sus consecuencias) es tan adrenalinico y cercano que da un poco de miedo.
21. No Age – My Life’s Alright Without You: tienen todo para ser una de mis bandas favoritas del año que viene, pero aún no están ahí. Sin embargo, esta canción, que entra dentro de la categoría “arrogancia y desprecio”, es hermosa en toda su distorsión.
22. The Magnificents – Dedridge Cowboys: otro disco que probablemente escuche mucho este verano y que en un principio fue una decepción. Quizás porque no tiene otro “Kids Now!” (pero, ¿cuantas canciones como “Kids Now!” puede soportar el mundo? ¿3?), aun no me convenció. A pesar de todo, no puedo obvialos completamente. Y “Dedridge Cowboys” cuenta con esa declaración de “you think you’re the only one / you’re just like everyone and anyone/ looking for a place to hide”, tan banal y universal, como todas las buenas canciones pop.
23. Wire – 23 Years Too Late: o “como Wire demuestra que pueden hacer una canción que le patea el culo a TODOS y que combina lo mejor de “Ahead” con su furia punk”.
24. Liars – Freak Out: creo que me gustan mas las expediciones al congo de Liars que su capacidad cancionera, pero este tema que habla sobre relajarse y dejar que las cosas se resuelvan solas, por pura suerte estúpida, es demasiado veraniego para no desear que todos ustedes lo tengan en sus equipos de música este enero.
25. Arcade Fire – No Cars Go: Este año se ganaron mi admiración, pero aun no del todo mi corazón. “Neon Bible” es un disco ampliamente superior a “Funeral”, pero todavía no están ahí en la obra maestra. Sin embargo, esta canción sobre escapar a un lugar donde no puedan ser corrompidos por el mundo exterior es tan perfecta que no puedo evitar quedarme sin aliento cada vez que la escucho.
26. They Might Be Giants – The Mesopotamians: hasta el día de hoy me sorprende que hayan podido hacer rimar “Sargon, Hammurabi, Ashurbanipal and Gilgamesh”.
27. Jens Lekman – The Opposite Of Hallelujah
28. Ray Davies – Morphine Song: el viejo vuelve, con un disco que no va a causar alharaca, pero que demuestra que sigue haciendo tan buenas canciones como siempre. Y esta, que describe su internación y el escuchar su corazón latiendo lentamente, es una de esas cosas hermosas que solo se pueden esperar de gente que ya ha vivido su porción de vida.
29. & 30. LCD Soundsystem – Someone Great / New York I Love You But You’re Bringing Me Down: yo se que este disco ocupa el lugar preferencial en muchas listas de final de año. Me gustó, de hecho me gustó mucho, pero no se porque reniego de ponerlo en la lista del año. Quizás por snob, quizás porque no lo escucho desde marzo entero. Pero estas dos perlas son imbatibles. Dos canciones sobre la pérdida, sobre el cambio y sobre lo que significa crecer en un mundo en el que inevitablemente eso va acompañado de dejar cosas atrás.
31. La Hermana Menor – Escala En Ezeiza: Eze ya lo explicó mejor aquí.
I Don’t Need You To Hold My Hand
Este fantástico artículo sobre “All My Friends” de LCD Soundsystem me puso a pensar mucho sobre el que quizás sea el disco que mas voy escuchando en lo que va del año (junto con el de Spoon) y un firme contendiente a disco del 2007: el segundo lp de Whitey, “Great Shakes”.
Whitey es un ingles que, cuando apareció en escena hace dos años con “The Light At The End Of The Tunnel Is A Train”, parecía que se iba a convertir en la respuesta de las islas a LCD Soundsystem y la corriente de “música electrónica para que bailen los chicos indie”. Un solo tipo, que construye su personalidad alrededor de su misantropía y de una arrogancia desafiante, que encima tenia algunos hits (como “Leave Them All Behind”) construidos con mucha mas fineza, estilo y oscuridad que la mayoría de sus contemporáneos. Canciones sobre las que continuamente caía un manto negro que parece de película muda. Y que encima se daba el lujo de cerrar el disco con un tema que parecía una canción isleña para escuchar en el futuro, al mismo tiempo que el sol se apaga lentamente.
Sin embargo, y a pesar de haber disfrutado tanto de su primer disco, no esperaba de ninguna manera el crecimiento que demuestra en “Great Shakes”. En una evolución paralela pero con diferencias a la de LCD Soundsystem, este segundo disco es un intento de escribir canciones con las cuales uno pueda angustiarse en la pista de baile. O que al menos intenten ser reflexivas. La diferencia radica en que mientras James Murphy pareciera ser un tipo con crisis de los 40, preocupado por su éxito y la falta de amistad (es “Sound Of Silver” el equivalente a esos discos donde los raperos se quejan de su fama?) y todavía demasiado cargado con su autoconciencia como para que le creamos del todo, Whitey parece un animal enjaulado atacando a todos los que se acercan e intentando masticar su propia pierna para huir de ahí. Todo el disco esta recubierto de una amargura vengativa deliciosa, de un odio completo, que abarca al mismo artista y al mundo que lo rodea.
Seguro, todo parece muy arrogante y seguro de si mismo a primera vista, con su myspace cuyo slogan es “There’s only one thing to do: get even”, el estribillo de su primer single, “Wrap It Up”. Pero en el fondo son todo humo y espejos para esconder un profundo sentimiento de derrota, de oscurísimo cinismo. Es el producto de un cabeza dura intentando tener las cosas a su manera y arruinando todo mas con su estúpido orgullo. Todo esta plagado de frases del estilo de “I don’t care what we talk about / I don’t listen to no-one else” o “And when I go out / I sit on my own”. La conclusión lógica de la misantropía es la soledad y a ese lugar parece haber llegado Whitey.
Y, de ese modo, es muy apropiado que el disco sea un producto originalísimo, una especie de mezcla entre elementos clásicos, guitarras acústicas, baterías tocadas con escobillas, violines, contrabajos, pianos y elementos electrónicos, voces distorsionadas, ruidos de fondo, sampleos empleados como parte de un collage, que se completa con la voz hermosamente desganada de Whitey, entre cansada y despreciativa. Y el resultado es un disco que suena como un mundo: clásico y moderno, ganchero y reflexivo, engañoso, insolente e inseguro, idiosincrásico. El producto de un cabeza dura intentando tenerla a su manera.
Whitey – Cigarette
Quería escribir sobre otra canción, ya que esta es una de las que salta a primera vista, uno de los posibles hits y me parecía que era mas interesante resaltar alguna de las perlas ocultas, pero es inescapable, no puedo ignorar una canción que tiene la frase: “Please save me from myself and rescue me from everyone I know”. No es tanto la frase en si, sino la manera en que esta cantada, repetida, mecánicamente, como una persona en el borde de la desesperación, a punto de llorar. Y que luego la continué con una frase como “Don’t forget that I need you around / like I need another cigarette” sin explicitar nunca si eso es bueno o malo, es absolutamente genial.
¿La música? Bueno, como dije arriba, es un hit, un “propeller”, una de esas canciones que por su progresión dan la sensación de ir siempre hacia delante cargándose obstáculos. Baterías repetitivas como motores, palmas colocadas estratégicamente, sintetizadores que resaltan la paranoia y guitarras tan saltarinas que darían vergüenza a cualquier grupito que sale en la tapa de la NME.
Whitey – G.I.R.L.
Esta, por su lado, es una de esas canciones que descubrís cuando te sumergís en el disco, cuando te obsesionan esos beats que al principio parecen puro aburrimiento y monotonía. Una de las canciones que mejor encapsulan el sentimiento de paranoia, soledad y aislamiento del disco. Al escuchar las bases opresivas y las guitarras que parecen trabadas en un loop eterno me imagino a Max Renn de Videodrome, encerrado en su pieza, pero en vez de ver películas snuff, esta frente a una pantallita en la que se reproduce código binario.
Este Es Un Disco De La Concha Del Pato
Y el staff del Baile Moderno esta dispuesto a batirse a duelo con cualquiera que diga lo contrario.
Von Südenfed – Tromatic Reflexxions