Un Infierno Sin Salida Ni Final Donde Asesinaré Tus Sueños
(Caveat emptor: Spoilers)
En El Gran Lebowski hay una escena que representa el pico más alto de la comedia física y sinsentido en el film. Están Walter Sobchak y el Dude en la casa de un pre-adolescente que, sospechan, ha sido el responsable de robarles el dinero del rescate que les ha dado Lebowski. Encuentran un auto deportivo de último modelo en la puerta e inmediatamente asumen que el jovencito ha dilapidado el dinero comprándolo. Luego de un interrogatorio infructuoso en el cual el borrego se niega a contestar las preguntas y los mira con cara de desapego e inercia, Walter sale a la calle y, con una barreta, se dedica a destrozar el vehículo mientras grita “THIS IS WHAT HAPPENS WHEN YOU FUCK A STRANGER IN THE ASS”. Por supuesto, ese auto no le pertenece al adolescente, que jamás ha visto el dinero, jamás ha comprado nada, sino a un vecino que inmediatamente quiere matarlos. La broma es que es la última comprobación de su inutilidad como “investigadores secretos”, incapaces por completo de desentrañar la trama que los envuelve. En segundo lugar, la idea de que, finalmente, el extraño al que están cogiéndose por el culo no son ellos, sino ese pobre e insospechado propietario que de pronto se encuentra a los dos ridículos destrozando su auto. En tercer lugar, la idea misma de que si te coge un extraño por el culo, al menos sin consentimiento previo, no es una situación muy agradable.
Batman V Superman es un poco como eso. Un cúmulo de inutilidades e ineptitudes, de errores a toda banda, de idioteces confabuladas de niveles que van desde lo más alto de las esferas corporativas hasta lo más bajo de los fanáticos desesperados.