Modernistas 05: Evan Dorkin.
Evan Dorkin es, sin lugar a dudas, uno de mis dibujantes y comediantes favoritos en los comics contemporáneos. Uno de los tipos más graciosos del medio, capaz de rellenar sus páginas con mil y un chistes que son igualmente efectivos y con un curriculum bastante impresionante, disperso, caótico y maravilloso, como el mismo se encarga en resaltar.
Comenzó su carrera en 1987, trabajando en su propia serie, Pirate Corps, sobre una compañía de entregas y transportes en el futuro, con grandes dosis de aliens y ska. Eso lo llevó a su siguiente gran creación, Milk & Cheese, “dairy products gone bad!”, una serie que lleva 7 números hasta la fecha y que está protagonizada por un cartón de leche y un pedazo de queso (gruyere, parecería) dementes, que se dedican a correr como lunáticos e infligir la violencia en todo tipo de blancos. De ahí su carrera se multiplicó, trabajando en la adaptación de la película Bill & Ted Bogus Journey para Marvel (trabajo que terminó dando a luz una serie de 12 números protagonizada por los dos queribles idiotas), en miniseries de Predator para Dark Horse, en una antología junto con Kyle Baker (y otros) llamada Instant Piano, en una miniserie de The Mask y lanzando su propio comic antológico, Dork!, en 1993, (el cual es glorioso y del cual deberían haber leído y comprado todos los números, malditos filisteos) que ha publicado 11 números hasta la fecha.
También trabajó para DC Comics, en su serie Superman Adventures (basada en la serie animada), en un especial maravilloso llamado World’s Funnest en el cual Bat-Mite y Mr. Mxyzlptlk destruyen el universo DC y contribuyendo historias para las antologías Bizarro Comics y Bizarro World.
También moja sus pies en animación y televisión, la mayoría de las veces junto con Sarah Dyer, su esposa y compañera creativa. Han prestado su pluma a cosas como Space Ghost Coast To Coast, Superman Adventures, Batman Beyond y Yo Gabba Gabba!, una serie de Nickelodeon.
Y, muy amablemente, se prestó para que le haga unas cuantas preguntas estúpidas para El Baile Moderno. Con ustedes, el inmenso Evan Dorkin.
¿Porqué comenzaste a hacer comics?
Como un montón de otros chicos, cuando estaba creciendo me gustaban los comics, tenía alguna habilidad para dibujar y copiaba los comics que me gustaban de los periódicos.
Eventualmente comencé a copiar los comics de superhéroes Marvel con los que me enganché cuando fui un poco mas grande. Solamente creció desde ahí, siempre me gustó el dibujo (nota: “cartooning” en el original), la animación y los comics, y hacía mis propios comics cuando era niño y era lo que quería hacer cuando creciese. La tinta se mete en tu sangre, creo, se te pega del papel de diario y te envenena hasta que todo en lo que podes pensar es en hacer comics. Es una enfermedad.
¿Cuáles son tus principales influencias?
Jack Kirby, Will Elder, Harvey Kurtzman, Jaime Hernandez, Gilbert Hernandez, Stan Lee, Charles Schultz, Don Martin, EC Comics, Mad Magazine, los comics de superhéroes de Marvel de los 60’s y 70’s, Monty Python, SCTV, los hermanos Marx, las películas slapstick mudas, las películas y programas de televisión de monstruos, terror y ciencia ficción, los dibujos animados viejos, las comedias screwball, el punk y la new wave de los 70’s y 80’s, Ernie Kovacs, el temprano Saturday Night Live, Kurt Vonnegut, Ray Bradbury, Richard Matheson, Philip K. Dick, John Steinbeck, etc.
Me gustaría preguntarte sobre tu “chicken fat” (la insana cantidad de detalles en tus paneles). ¿Sos un dibujante rápido al que le gusta llenar sus páginas de detalles o es más un caso de repasarlas una y otra vez obsesivamente?
Diría que lo último. Solía trabajar mas rápido, pero me he vuelto mas cauteloso cuando trabajo, trato de poner los detalles en un mejor marco y no tirar dentro del cuadrito un enorme conjunto azaroso de elementos. Atribuyo el exceso de detalle en mi trabajo a la influencia del trabajo de Will Elder en Mad, el cual leí en los Mad Super-Specials que salieron en los 70’s, y al efecto del trabajo superheroico temprano de George Perez. También hay probablemente un toque de Jack Kirby ahí, cuando hago trabajo superheroico o de acción, siempre me gustó que su Capitán América tenía que abrirse camino a través de un mar de enemigos, no solo un par de tipos, como los que otros artistas más vagos metían en una escena que requería una multitud. Si en una escena hace falta una maza de soldados o villanos o gente en pánico, me gusta ver una verdadera multitud, con personajes definidos que continúen apareciendo a lo largo de la escena. Nunca me gustaron las secuencias genéricas donde parece que una multitud esta compuesta de seis personas.
También soy simplemente compulsivo, y mi habilidad oscilante en el dibujo causa que sobrecompense y cargue las páginas con un montón de detalle. Es algo en lo que estoy intentando hacer un mejor trabajo a medida que me voy volviendo más viejo. Aprendiendo que sacar, o al menos aprendiendo a balancear todo mejor para que las páginas se lean más fácilmente. Y a usar menos paneles y globos en una página; tiendo a sobrecargar mis páginas de tal modo que se convierten en una pesadilla para coordinar y entintar. Y aparentemente abruman a algunos lectores potenciales. Realmente necesito relajarme y dejar respirar mis comics un poco. Algún día.
Milk & Cheese parece un comic con ninguna intención mas allá de ser gracioso, ruidoso y molesto. ¿Es eso lo que pensás de él?
Milk & Cheese tiene momentos intentados como sátira directa, y más de un momento de furia dirigida, pero no es una tira abiertamente seria bajo ningún concepto. No es realmente una plataforma para lo que pienso, como alguna gente cree. Al menos no refleja mis gustos e intereses directamente. A menudo ataco o me río de cosas que realmente me gustan en la tira, o al menos con las cuales no tengo problemas. Pero es una tira satírica en muchos niveles, y es auto-reflexiva y hay un comentario constante sobre la cultura de los fans, los comics, la cultura pop y varios aspectos de la sociedad, así que, sí, a veces es un intento de ser algo más que ruidoso y molesto. A veces soy serio en la tira, aunque en general esta tan enterrado debajo de la pura estupidez que nadie se da cuenta. Ha habido una o dos tiras abiertamente didácticas de Milk & Cheese, como la del arresto a Rodney King y los disturbios consecuentes, y la tira sobre testeo en animales. Pero en general, Milk & Cheese es una tira sobre productos lácteos borrachos que corren, miran demasiada televisión y golpean a la gente en la cabeza. No es Jonathan Swift.
Me acuerdo que hubo una época en la cual te ofrecieron tratos para un dibujo animado de Milk & Cheese. ¿Pensás que podían trascender a otros medios o te sentís mejor ahora que los revisás de vez en cuando, en un corto espasmo de ultraviolencia?
Milk & Cheese es una tira con una sola broma, más o menos, y es mejor que existan pocas antes que demasiadas. Nunca quise cansarme de ellas y tampoco quería que los lectores se harten de los personajes. Todavía disfruto trabajando con los personajes y siempre estoy dispuesto a hacer una nueva tira cuando, y sí, la oportunidad se presenta. En cuanto a trasladarlos a otro medio, siempre sentí que Milk & Cheese solo podían funcionar como cortos segmentos animados, rápidos desastres en los que se golpea y se huye, en la línea de los comics. Las ofertas que recibí casi siempre involucraban algún proyecto de larga duración, alguna idea ridícula para un show de televisión o una película. Una era para una película con actores con pequeñas versiones en CGI de Milk & Cheese corriendo alrededor y haciendo quién sabe qué durante una hora y media. Lo cual es simplemente delirante. Los personajes no tienen aventuras o adversarios; agregar elementos de historia tradicionales o predicamentos al estilo de una sitcom solo sería estúpido y auto-destructivo. Al menos eso es lo que pienso.
¿Vas a seguir publicando Dork? ¿Que es lo que más te gusta de tener una antología de un solo hombre?
Dork aparecerá cada vez que tenga tiempo para terminar un número y publicarlo. Lo mismo vale para cualquiera de mis proyectos solista para SLG. Tengo una familia y responsabilidades que impiden que trabaje regularmente en mis propias cosas, es deprimente pero prefiero tener a mi hija antes que a mis comics, para ser honesto. Espero que las cosas se acomoden en algún momento así puedo hacer mas trabajo personal de nuevo. O que alguien nos va a dar un seguro médico gratis. O que me va a chocar un autobús y todo acabara. Mientras tanto, trabajo en las páginas cuando puedo y después de un tiempo tengo un comic terminado. Tengo aproximadamente la mitad de Milk & Cheese #8 terminada, así que ese va a ser probablemente el próximo proyecto solista que publicaré. Algún día.
La historia autobiográfica en Dork #7 es genial pero parecieras tener poco interés en el genero. ¿Porqué? ¿Y porque esa excepción?
He hecho unas cuantas historias autobiográficas, como The Soda Thieves y How To Get Your Ass Kicked in 5 E-Z Lessons, y algunos de mis chistes en mis tiras con gag proceden de mi vida. También me he “dirigido” al lector en un par de ocasiones en mis comics. Así que Dork #7 no es exactamente una excepción, he basado material en mi vida en varias ocasiones. Estoy seguro que haré más historias autobiográficas más adelante; tengo ideas para varias historias que me gustaría hacer. Solo que no tengo el tiempo para hacerlas.
¿Los superhéroes tienen alguna atracción para vos? Parecieras amarlos, pero al mismo tiempo has tenido tu porción de practicas corporativas de mierda…
Me gustan los superhéroes bastante; solo que no me gustan la mayoría de los comics de superhéroes. He trabajado en un montón de proyectos superheroicos en comic y animación; he creado mis propios superhéroes, así que evidentemente tengo un cariño por ellos. En cuando a las practicas corporativas, mis tratativas con Marvel o DC o cualquiera no tienen ningún tipo de impacto en mi actitud hacia los superhéroes o cualquier otro género en los comics. Ni siquiera entran en la ecuación. Incluso si hubiese sufrido nada mas que dolores de cabeza trabajando para esas editoriales, no puedo culpar a los personajes ficcionales por cualquier mierda de la vida real, eso es un poco loco.
¿Porqué no te gustan la mayoría de los comics de superhéroes? Y, ¿qué es lo que pensás que un buen comic de superhéroes debe tener?
Como un montón de gente, no puedo seguir un comic de superhéroes promedio levantando al azar en la tienda y no puedo decir que quiero hacerlo. Me aburrí de los comics de superhéroes antes de la “revolución” de Image, es como escuchar solo heavy metal toda tu vida. Es básicamente música de niños, o comics, y no me veo manteniéndome al tanto del universo DC o Marvel por cuarenta años. Es insano, en algunos aspectos. Con eso dicho, estoy mas interesado en comics de superhéroes tradicionales que solo cuentan una historia: un poco de humor, un poco de romance, un cliffhanger o tres, personajes, trajes y lugares imaginativos, poderes y argumentos descifrables y manejables, motivaciones más o menos claras, continuidad limitada, armas locas y máquinas y monstruos, trajes bien diseñados y la muerte y los baños de sangre usados como un desarrollo importante en la historia y no como un golpe a las pelotas destinado a impactar. Un sentido de lo asombroso y emoción y misterio y aventura. Unos cuantos personajes a los que puedo alentar. Soy un viejo de mierda, supongo.
No soy un fan de la narrativa descomprimida, que abunda en los comics de superhéroes modernos, y que a menudo solo significa avanzar al lado de un argumento deambulante y estirado que permite a la compañía conseguir beneficios máximos y permite al escritor o escritora boludear a lo largo de la mayor cantidad de guiones que pueden escupir cada semana. Tampoco soy un fan de las historias cargadas de continuidad, “eventos” y crossovers que te dejan perplejo, de la sobre-exposición de los personajes, de los concursos de trivia para fans enmascarados como historias, de la violencia y el caos supuestamente adulto en un universo que solía venderse a los niños. Y el modo en que los personajes han sido destrozados, mutilados y manipulados a lo largo de los años no me ha dado ninguna razón para intentar entender que carajo esta pasando, para ser honesto. Me gusta la ultra-violencia tanto como a cualquiera que hace comics como Milk & Cheese y Vroom Socko, pero prefiero ver a los súper-tipos cortarse en pedazos fuera de los universos antiguamente seguros para los niños de DC y Marvel. Es un poco ridículo.
No quiero decir que tradicionalmente los comics de superhéroes no apesten, en general y en su mayoría. La mayoría de los comics de superhéroes apestan, ya sea en la edad dorada, la edad plateada, la edad de bronce, la edad Imagen, la edad del asesinato y la violación. La mayoría de los comics indy apestan también. Casi todo apesta. Pero la mierda moderna y cínica que apela solo a los fans me deja frío. Y el letrado por computadora, los dibujos referenciados de pornografía, los trucos digitales y el color por computadora que parece pintura de una van son una porquería en su mayor parte. Parte de su arte es excelente, parte es espantoso, estoy seguro que hay algunos buenos escritores trabajando en el material aquí y allá, pero es mas fácil mirar las tapas y encontrarse con material en la red que leer los comics. Estoy seguro que, por la ley de promedios, debe haber algunos comics de superhéroes mainstream decentes ahí afuera, pero no tengo el tiempo o el interés o el dinero para averiguar cuales son.
Para ser honesto, si alguna vez me encuentro con un deseo por material superheroico o leo algunos Fantastic Four viejos de Kirby, o miro una película de kung fu como Kung Fu Hustle, Heroic Trio, Drunken Master 2, Iron Monkey, la serie Once Upon a Time In China, Tom Yung Goong, las viejas películas de los hermanos Shaw, etc.
¿Podrías contarnos un poco sobre la fallida miniserie de los Metal Men?. Me habría volado la cabeza si hubiese sido publicada…
A Dan Didio no le gustó lo que estaba haciendo con la serie, entonces la tiró a la basura. A esa altura, Mike Allred había dibujado el primer número, y yo estaba terminando el tercer guión. Esas cosas pasan, aunque apesta cuando le pasan a uno de tus proyectos. En cuanto al argumento, te voy a dar una pista: era sobre robots.
¿Como se relaciona tu trabajo en animación con tu trabajo en los comics?
Bueno, paga mejor, mayormente. Y el trabajo es ciertamente visto por mas gente que los comics. Mas allá de eso, es solo dibujar y escribir cosas, solo que para un medio diferente.
Me refería un poco mas a como se relaciona en términos de tu independencia y la posibilidad de realizar y concretar tus propias ideas.
Obviamente realizar tus propios comics te da la mayor libertad y el control, sos un pequeño tirano de papel y tinta y lo que querés es lo que conseguís. Tenés menos y menos espacio para trabajar cuando otra persona esta pagando las cuentas y decidiendo las cosas. A pesar de eso, hemos tenido algunas excelentes experiencias con muy buenas personas realizando trabajo para televisión, notablemente con la gente de Cartoon Network/Adult Swim, y la gente de Yo Gabba Gabba! Un gran porcentaje de lo que escribimos llegó a la pantalla, a veces casi todo lo que escribimos fue transmitido, en lo que a Space Ghost, Eltingville y Yo Gabba Gabba se refiere. Trabajar con Warner Brothers fue un poco molesto, no horrible, pero tampoco muy piola en su mayoría. Había bastante comportamiento fanboy alrededor, un montón de políticas internas, cada uno tenía sus propias ideas y quería que salgan y el ego contaba mucho. Nos re-escribieron bastante, y siempre había que adivinar segundas o terceras intenciones, pero fueron simpáticos con nosotros y parecía que les gustaba lo que entregábamos, y no es como si fuésemos los dueños de Superman, así que aunque trabajábamos duro y nos preocupaba lo que hacíamos, no lo protegíamos tanto como si fuese algo que hubiésemos creado. Uno hace lo mejor que puede sabiendo que lo mas probable es que lo metan en una licuadora o lo corten por completo. Siempre vas a estar comprometido en alguna medida cuando no tomas las decisiones y generalmente se vuelve más restrictivo cuando trabajas en personajes corporativos. Con eso dicho, estoy seguro que a los creadores más exitosos les dan más libertades. Eso espero, al menos.
Y hoy en día te enfocas sobre todo en el entretenimiento para niños. Es un largo camino desde los productos lácteos desbocados. ¿Que lado de tu trabajo preferís?
De nuevo, es realmente lo mismo para mí en el sentido de que es todo parte de lo que hago. Cuento historias y bromas, a veces son para niños, otras para adultos solamente. Disfruto haciendo material para niños, disfruto realizando el así llamado “trabajo para adultos”, disfruto haciendo proyectos que están en algún lugar intermedio entre los dos, en cuanto a la audiencia. No estoy realmente enfocado en el entretenimiento para niños, es solo lo que ha sido visible últimamente, y Yo Gabba Gabba! ha sido algo así como un proyecto de alto perfil. Mientras trabajaba en cosas para niños, he estado dibujando comics para un libro de Harper Collins que son bastante adultos en naturaleza, y asimismo he trabajado en una serie de terror. He trabajado en material para adultos y para niños la mayor parte de mi carrera, en realidad, comenzando por Bill y Ted para Marvel. He trabajado en Disney Adventures, Nickelodeon Magazine, Mad, Penthouse Hot Talk, Spin, Maxim UK, y mi trabajo en comics ha estado desparramado. Y el material ha sido ecléctico, también: humor, horror, comics relacionados con películas, cosas de niños, superhéroes, autobiografía, paneles-con-chiste, pornografía. Tiendo a ser completamente disperso por alguna razón. Una capacidad de atención corta y demasiadas influencias, creo.
Amo la manera en que la música sobrevuela tu trabajo. Y ya que esto es también un blog sobre música, ¿podrías contarnos que estas escuchando ahora?
¿En este preciso momento? Estoy escuchando a mi hija balbuceando mientras mira un dibujo animado del Pato Donald. Mas allá de eso, estuve escuchando a Ladytron, The Electric Six, Datarock, The Dirtbombs, Jay Reatard, LCD Soundsystem, E.L.O., Puffy (Ami Yumi), un montón de música proveniente de Yo Gabba Gabba!, las listas del iPod de Sarah (nota: Sarah Dyer, su esposa y habitual compañera creativa) y un montón de shows en WFMU (WFMU.org), la mejor estación de radio de este maldito mundo. Cuando dibujo me gusta escuchar programas de radio de música old-time (nota: una forma de música folk norteamericana centrada en el violín, la guitarra y el banjo), así como canciones de big bands y standards y esas cosas. A veces cuando es muy muy tarde y me está comenzando a quemar la cabeza a las 4 o 5 de la mañana, pongo una estación local de música clásica.
Finalmente, ¿en que estas trabajando en estos días?
He estado haciendo el ocasional panel-con-chiste para Nick Magazine, e ilustraciones ocasionales para Mad Magazine. Acabo de terminar de dibujar 16 páginas de comics para una nueva versión de la novela de Larry Doyle “I Love You, Beth Cooper”. Hice la tapa y el arte de los capítulos para la versión original y como el libro va a ser transformado en una película, Harper Collins esta sacando una nueva versión donde van mis comics. Sarah y yo trabajamos en la temporada 2 de Yo Gabba Gabba!, que comenzó a ser transmitida esta semana. Escribimos un poco para el programa, e hicimos el diseño para un segmento animado. Estoy escribiendo una mini-serie de cuatro partes para Dark Horse, que será pintada por Jill Thompson. Es una continuación de las historias que hicimos para las antologías de terror de Dark Horse, los “Dark Horse Book of…”, y son sobre un grupo de perros de un vecindario y un gato callejero que lidian con lo oculto. Y cuando tengo tiempo, trabajo en Milk & Cheese #8.
(La mayoría de las imagenes fueron sacadas del blog de Evan Dorkin, Big Mouth Types Again).
Algunas notas sobre El Eternauta.
I.
Leí El Eternauta, ese elefante en la habitación de la historieta argentina, por primera vez hace un par de semanas. Si, soy un mal historiador, lo sé, pero cuando tenía 9-10 años me había parecido un plomo y, en definitiva, las obras le llegan a uno en el tiempo en que le llegan y aun no he visto Citizen Kane.
II.
Lo primero que me sorprendió del asunto es la insoportable sensación de “survival horror” que empapa a todo el comic. Durante sus primeras 100 o 200 páginas, hasta que la nevada mortal para, lo único que les preocupa a sus personajes es sobrevivir, encontrar comida, agua, salir a la calle sin morir, entrar a las casas con la mayor precaución del mundo. La analogía mas precisa es una película de zombies: un grupo de gente, los últimos supervivientes de una catástrofe, huyendo y ocultándose en un ambiente que antes les era familiar y ahora es mortal. Es atrapante y desesperante observar las preparaciones de hormiga que Juan Salvo y sus amigos realizan para ganarle unas horas a la muerte.
III.
Y es en esas preparaciones que uno se da cuenta de lo mas impactante de El Eternauta, que es la manera en que Oesterheld y Solano Lopez manejan el suspenso, el crecimiento de la invasión y la amenaza, haciendo aparecer con tranquilidad y con gran tensión a los cascarudos, los manos, los gurbos y dejando a los ellos en suspenso e incógnita. Demuestran una gran maestría en la manipulación de los tiempos de lectura y, además, es adictivo como la puta madre, haciendo que uno se devore el comic como si fuese m&m’s. Un método sobretodo efectiva en la introducción de los gurbos, que se prolonga a lo largo de incontables páginas en los que uno (por mas que ya los conoce de memoria) desea ver de una puta vez esas incontenibles maquinas de destrucción.
IV.
Solano Lopez es bueno, bastante bueno. Se nota la influencia de Pratt y de los grandes maestros de aventuras, sobre todo Raymond y Caniff, pero sus personajes están delimitados, sobre todo, por el negro. Grandes manchones de tinta en lo que son sus caras, unas cuantas líneas oscuras para marcar sus arrugas, su transpiración, su cansancio. Los personajes principales son todos blancos, los enemigos son todos negros (ta bien, los manos no, pero se visten de negro), aumentando en tamaño hasta llegar a la mole de los gurbos, la oscuridad total. Es muy bueno el modo en que aprovecha el escenario de la nieve mortal para generar un contrapunto con pequeñas figuras que se mueven en enormes escenarios blancos y desolados, con pequeñas manchas de nieve que caen y caen y caen sobre sus trajes. Sin embargo a veces sus figuras son demasiado estáticas, duras, sus caras se deforman y aparecen comprimidas y le faltan dos cosas: mas líneas cinéticas y mas onomatopeyas. Por momentos las escenas de acción parecen chatas y aburridas, poco emocionantes por la falta de estos elementos de movimiento e inmersión. Aunque quizás sea solo un prejuicio de un lector de comics del año 2008, acostumbrado al kineticismo de los comics norteamericanos (o, mejor dicho, al lenguaje visual que Jack Kirby creó).
V.
Como aventura, es impecable. Es inteligente, es divertida, es atrapante, tiene algo de la buena ciencia ficción dura, que es el hecho de que todos los aparatos y seres que aparecen son plausibles, dentro de todo, y que su introducción esta tan bien regulada que su carácter poco fantástico nunca se torna aburrido, inclusive se vuelve una virtud, al presentarlos como seres que no son completamente malos, solo víctimas de las circunstancias.
Al mismo tiempo tiene algo de ciencia ficción blanda en que no quiere explicar todo, en que deja partes de la historia y del origen de las razas invasoras deliberadamente oscuro, que no nos bombardea con datos técnicos sobre sus naves o su rayo mortal. Por momentos la narración se torna pesada, con demasiados cuadros de texto que explican lo que ya se ve en los dibujos, pero mayormente este vicio (entendible por la época) es poco visible. Es, sobre todo, una obra magníficamente estructurada, con ese final magistral digno de Alfred Bester o Kurt Vonnegut y con la escala de la lucha, los triunfos y las derrotas, dosificados de un modo tal que nunca creemos en la derrota o el triunfo absoluto de ninguno de los dos bandos. Hasta el final, claro.
VI.
Es perfectamente entendible porqué atrapó la imaginación de la gente como lo hizo: Buenos Aires es un personaje, un personaje reconocible y ajeno, cambiado por la destrucción pero representado con tanto detalle que lo hace familiar. La gente debe haber flipado un montón viendo las calles que caminaba todos los días cubiertas de nieve, los monumentos destruidos. Además es un comic que hace un uso preciso y fundamental del espacio, que no podría suceder en otra ciudad.
Y me pone a pensar en la relación entre la gente y las ciudades y el hecho de que parecemos siempre mas atrapados por imágenes distópicas, derruidas de las ciudades que conocemos o imaginamos (piensen en El Planeta de los Simios) que en ver imágenes de una utopía en la cual son brillantes y sofisticadas. Pareciera que la raza humana sabe que hay algo antinatural en el crecimiento urbano, en el laberinto en el que se van convirtiendo nuestras ciudades y que en algún lugar de nuestra psique colectiva sabemos que Todo Esto Solo Puede Terminar Mal.
VII.
A pesar de todas estas virtudes, hay algo que me sigue incomodando: la lectura del Eternauta como una obra que exalta, sobre todo, la lucha del Héroe Colectivo. Si, hay algo de eso, pero me parece que es más bien una lectura a contramano, una visión que se ha impuesto al comic a raíz del destino político de Oesterheld, vicio común y bastante molesto de casi todos los comentadores, que exaltan a Oesterheld como héroe de la historia política argentina hasta el punto de obscurecer sus habilidades y limitaciones como historietista.
No sé cuanto de ello hay en las secuelas, que no leí, pero acá la fábula del Héroe Colectivo parece mas bien subordinada a las necesidades de avanzar la historia, los personajes están puestos ahí porque cumplen una función al desarrollar la aventura, no porque sean una gran alegoría sobre la raza humana. Mí visión es algo así: Juan Salvo es el everyman, el tipo que Oesterheld pone ahí para introducir a los lectores en la historia, el que los guía de la mano y nos muestra, a través de sus ojos tan poco entrenados como los nuestros, lo que va pasando; Favalli es el “científico”, el que hace falta para “explicar” ciertos artefactos, para generar soluciones en esas primeras páginas de aislamiento; Franco es el músculo de la operación, el que sería el héroe en otra versión de la historia, el hombre arrojado, sin miedo; Mosca es el comic-relief, el tipo gracioso que aliviana los momentos de tensión; finalmente, el Cabo Amaya es la representación de la organización, de lo poco que queda de los cuerpos de control y orden, del estado. Pero mas allá de eso los personajes no están muy delineados, no son tan interesantes mas allá de la función que cumplen en la historia, no sabemos mucho de ellos mas que algunos datos: Juan Salvo ama a su mujer y a su hija, Favalli es inteligente y más bien pesimista, Mosca es un optimista un tanto chalado. Están subsumidos en la misión, en la narración, su función es mover el plot adelante. Hay referencias al espíritu inquebrantable del ser humano, pero no son suficientes como para fundar toda una línea de análisis que se ha vuelto predominante. Y al final pierden. ¿Que clase de héroe colectivo es ese?.
Me parece, en definitiva, que es una visión que arroja luz mas sobre las falencias de la obra que sobre sus virtudes, una lectura forzada que no piensa en el comic como comic sino en el comic como panfleto político y que, justamente, es una de las cosas que evita ubicarlo y analizarlo en sus propios términos. “El Eternauta” es una obra magnífica dentro del género de aventuras y dentro del género de la ciencia ficción, es algo increíble para haber sido producido a finales de los 50, una obra adulta e inteligente, que de haber sido publicada en otro país, hubiese fundado todo un subgénero.
Pero que también hubiese sido, tarde o temprano, sobrepasada. La veneración de la que es producto “El Eternauta”, veneración que se mezcla con la de su autor, me parece que es uno de los bloques mas grandes en el crecimiento del comic argentino (junto con los lamentables vaivenes político-económicos). Nadie hace concursos en los cuales se redibujan historias de Milton Caniff o de Tezuka en el 2008. Ninguna escena de comics mundial presenta la obra de un tipo que lleva muerto más de 30 años como su mayor logro.
Creo que lo que quiero decir es que ya va siendo hora de asesinar al padre, de sacudir un poco el canon tácito del comic argentino. “El Eternauta” es muy bueno pero tiene fallas como cualquier otro comic, es el producto de un lenguaje de hace medio siglo, evolucionadísimo desde entonces. Es hora de producir obras del Ahora, de dejar de mezclar una historia de vida admirable con su producción artística. Es solo un buen comic, no la Biblia.
Material de Estudio.
Hace mas de 20 años (en 1982, precisamente) Josep Toutain se mando la quijotada (para ese momento) de publicar una historia de los comics en español, en fascículos que se distribuían en los kioskos de revistas y que cubría casi todo el comic mundial, con millones de colaboradores y, lo mas deslumbrante para un niño de 10 años, reproducciones de fragmentos de comics importantes en sus páginas centrales.
Esa colección estaba en mi casa mientras crecía, menos unos cuantos números que mi padre perdió, y recuerdo la manera obsesiva en que me lancé a su lectura (aunque, seamos sinceros, mas bien leía los comics en el medio antes que los artículos) descubriendo desde Krazy Kat hasta Akira, con todo en el medio. El lugar donde leí por primera vez a Kurtzman, Eisner y Kirby. Su diseño de tapa, simple, icónico, colorido (cada portada da para hacer pequeños cuadros) sigue pareciéndome hermoso.
Y hoy, dando vueltas por la internet (Grande y Gloriosa) encontré este magnífico link a toda la colección escaneada. Recomendadísimo perder una tarde bajándolos y darse cuenta cuan ecuménica, concisa e informativa sigue siendo.