MONTAAAÑAAAAAASSSS!!

Este post viene a ser una continuación espiritual de este otro, donde me dediqué a pasear por la wikipedia y encontrar información de mapas antiguos. En este caso, el tema que me hizo perder como 5 horas fueron las Montañas. Aquí vamos.
Todo empezó de una forma inocente, abriendo la wikipedia y tipeando «Mount Everest». El Everest es aburridamente conocido, pero algo interesante supongo que tendrá, ¿no?
Y en sí, no hay mucho nuevo. Sigue siendo la montaña más alta del mundo, y es un paseo casí turístico, y muchos alpinistas profesionales o novatos pagan un montón de plata para subir. Pese a sus 8.848 metros de altura, no es la montaña más difícil ni complicada de escalar, y ya subieron más de 4000 personas a su punto más alto. Se encuentra en los Himalayas, donde estan las catorce montañas que superan los 8000 metros de altura que existen en el mundo.
Lo primero que me pregunté fue «Bueno, si el Everest no es la montaña más difícil de escalar, ¿Cual es la más complicada?» Una respuesta probable parece ser K2, la segunda montaña más alta del mundo (8.611 metros).

Lo interesante de K2 ya comienza con su nombre. ¿Porque K2, ese nombre tan técnico, abstracto, como si fuese el de un monstruo innombrable? Aparentemente uno de los primeros exploradores, al anotar y mapear esa zona, le puso nombres a los dos picos más prominentes, a los cuales nombro K1 y K2. Las normas indican que en la medida de lo posible, se mantengan para las montañas los nombres locales, pero K2 jamás tuvo un nombre local – esta demasiado aislada, y nunca fue accesible desde ninguna población cercana. Se promovieron algunos nombres locales pero ninguno realmente se acostumbró a usar, así que se siguio utilizando «K2» hasta ahora. El cual me gusta. Fosco Maraini, un alpinista italiano, lo definió así: «…just the bare bones of a name, all rock and ice and storm and abyss. It makes no attempt to sound human. It is atoms and stars. It has the nakedness of the world before the first man – or of the cindered planet after the last.»

A pesar de ser un poco más baja que el Everest, se la considera mucho más complicada, principalmente por el clima (vientos y tormentas que pueden durar días), por ser tan empinada, y su altura desde la base al pico es mayor. Comparando con el Everest (4000+ personas), solo 299 personas escalaron la K2, y en varios intentos, 77 fallecieron. O sea: aproximadamente 1 de cada 4 personas mueren al intentar subirlo.

(Algo buenísimo de wikipedia comons, con respecto a articulos relacionados con la naturaleza, son la cantidad de buenas fotos y en gran resolución. Acá esta la foto que decora el post, en 1600×1200.)

Sigamos. Annapurna es una serie de montañas de los Himalayas, con varios picos, donde el más alto (Annapurna I) alcanza los 8.100 metros. Los picos del Annapurna son terriblemente peligrosos, con un nivel de mortalidad de un 40%. Todo mal. Pero miren que lindos que son:


Luego tenemos a Nanga Parbat, con su nombre de malo del Mortal Kombat, también en los Himalayas, en Pakistán. Nanga Parbat es terriblemente empinada, y su cara sur es un muro gigante de 4600 metros de altura.


Volviendo a ver por altura, tenemos al Everst, y a K2. El tercer pico más alto se llama Kangchenjunga. Y en su página encontré una descripción que me pareció totalmente salida de un cuento de Borges:
«Kangchenjunga significa «los cinco tesoros de las nieves», ya que contiene cinco picos, cuatro de ellos de más de 8.450 metros. Los tesoros representan los cinco repositorios de Dios, que son el oro, la plata, las gemas, los granos y los libros sagrados.»
Cuando fue escalada por primera vez, en 1955, la expedición británica respetó las creencias de los pueblos y se detuvieron unos metros antes del pico, que es considerado sagrado. Se mantiene esa tradición, y la mayoría de las escaladas completas nunca llegan realmente al tope de la montaña. Es una montaña sagrada, y no esta permitido subirla, al menos desde el lado que se encuentra en la India.

Si salimos de los Himalayas, tenemos al Monte McKinley, en Alaska. Para algunos se lo podría considerar más alto que el Everest, ya que este último ‘empieza’ a unos 5000 metros de altura (en la «base» del Tibet), mientras que el McKinley se eleva desde los 600 metros. De aspecto, supongo que parecería más alto.

El nombre nativo de McKinley era»Denali», «the high one», o «la más alta».  El nombre McKinley, proviene de quien fue presidente de los Estados Unidos, William Mc Kinley, quien tenía una cara bastante  jodida). El nombre fue elegido de forma promocional para él, más bien una maniobra política totalmente olvidable y estúpida. El nombre sigue en controversia y algunos siguen llamándole Denali.

«Ok, estas son montañas muy altas. Pero saliendo de ese limite de altitud, cuales son los más jodidas de escalar?» La respuesta son picos extremadamente agudos, donde ya la altura no importa tanto Porque son caídas prácticamente verticales. Con ustedes el Monte Thor, en Canada,  con una pendiente de 105 grados:

En la misma categoría, no tan verticales pero más altas, estan las Trango Towers.

Unos picos infernales en Pakistán, que se consideran las escaladas más difíciles del mundo. La torre principal mide unos 6.000  metros, y es prácticamente vertical.

Si nos acercamos un poco, lo más cercano que tenemos es el viejo y querido Aconcagua, en Mendoza. 6.900 metros, es la montaña más alta fuera de Asia. ¡Y es muy accesible! Aparentemente es una montaña relativamente fácil de subir. Como se podrán imaginar, a esta altura y después de haber leído tanto, ya estoy considerando si podría hacerlo. ¿Vamos?

Tal vez se preguntaran si queda alguna montaña gigante por escalar. Según este artículo bastante incompleto, la montaña sería Gangkhar Puensum (7.500 metros), en Bhutan. ¿La razón? El gobierno de Bhutan prohíbe subir montañas mayores a 6000 metros desde 1994, por cuestiones religiosas y de seguridad. Y desde el 2001, esta prohibida la escalada en general. Así que bueno, mala suerte.

Ahora Europa: En Noruega, tenemos la Troll Wall, muro infernal y enorme con una caída vertical de 1.100 metros. Esta foto es totalmente lo más:


(véanla en grande por favor que es la gloria)

Y para terminar, encontré unos artículos geniales acerca de los malditos dementes que se dedican a subir a todas estas montañas. Aparentemente existe algo llamado el «Explorers Grand Slam» que se trata de (ojo al gol): Llegar al polo norte, al polo sur, y a las montañas más altas de cada continente. Increíblemente, ya hay 21 limados de la mente que lo hicieron, incluyendo al enfermo de Park Young Seok, que no solo hizo eso sino que subió a las 14 montañas más altas del mundo, y casi todo en tiempo record. Incluso planea ahora subir DE NUEVO a todas las montañas pero esta vez sin ayuda de oxígeno y llegar a los dos polos esquiando y sin soporte de ningún tipo. Un grande. Aquí tenemos una foto de él y con esto cerramos este post.

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Machine Is Bored With Man: Add N To (X)

Ann: No sigan nuestros pasos, de ningún modo. Solo consigan cosas (stuff) y hagan cosas (things).
Stephen: Consigan cosas y hagan cosas, y súbanle el volumen.
(2001)

Entre el 94 y el 2002 hubo en la escena mundial musical una banda que se animó a construirse como una especie de mecha biónico, a brillar con mas intensidad que nadie, a soñar con llevarse por delante todo: sus fans, la escena musical, sus propios teclados, las preconcepciones sobre la música, absolutamente todo a fuerza de pura innovación, movimiento y tecnología.
Una banda extraña, híbrida, nómada. Formada en Londres con miembros cuyas únicas cosas en eran su curiosidad insaciable y su fascinación por los viejos y golpeados instrumentos electrónicos. Ann Shenton es una de esas mujeres que solo de vez en cuando da la música: una experimentadora incansable, que aborrece cualquier rasgo de rutina. Yo me enamoraría completamente de ella, aunque esté un poco pasada de peso y su brazo derecho haya sido reemplazado por una prótesis robótica. Barry Smith era el Dj residente, con una predilección por destruir equipos en el escenario. Su curriculum incluye pasar música en una radio pirata de Praga llamada Radio Stalin. Steve Claydon, el elemento final, es un experto en Theremin que luego de la disolución de la banda demostró su capacidad transformer y se reconvirtió en artista plástico.
Una banda que refulgió, como las mejores leyendas, como los verdaderos salvajes que se adentran en la jungla para cercenar nuevo territorio, durante unos cuantos años, casi ignorada. Disueltos en el 2003, en medio de una orgía de chispazos y cables pelados (se supone que Ann Shenton se cansó de las giras para “Loud Like Nature” y, según quien cuenta la historia, abandonó el grupo o fue expulsada en la mitad de Norteamérica. Se quedaría a vivir en Idaho y se uniría a una banda de motociclistas).
Y ahora sus discos descansan en lugares olvidados, en servidores de Internet y depósitos polvorientos y/o humedecidos de disquerias de segunda mano, en alcantarillas y huecos. Encerrando la visión del futuro que tenia este trío de lunáticos cuidadosamente, para que las generaciones futuras los descubran y hablen de ellos al lado de cosas como Suicide o Throbbing Gristle. Pero no hace falta esperar tanto, acá hay algunos motivos para ponerse los auriculares y salir a caminar por ciudades decadentes escuchando Add N To (X)

Solía tomar heroína y cocaína para el desayuno, ahora prefiero un capitulo de un libro y un te. No soy una puritana bajo ningún concepto, solo creo que uno se cansa de la misma vieja rutina, los consumidores de drogas están asqueados por la norma pero después aceptan otra normalidad que involucra el consumo de drogas.
Ann Shenton, 2003.

Si hay algo que sorprende una vez que te has abandonado a la religión de Add N To (X) y descubierto los placeres de la comunión robótica, es su versatilidad y capacidad para el cambio. La tecnología misma requiere del cambio, de la modificación constante para mantenerse a la vanguardia, para prometernos siempre futuros más brillantes, objetos más caros y preciosos para comprar, utopías aun más perfectas. Pero también la teoría de la evolución es una especie de programa de update de la naturaleza. Mucho mas lento y complejo, pero por ello al mismo tiempo mas equilibrado y (valga la redundancia) orgánico.
Es curioso que Add N To (X) se pueda insertar en esas tradiciones orgullosas y deformarlas tan completamente, burlarse del hecho de que ya, a finales del siglo XX, la humanidad no cree ni en la perfectibilidad de la ciencia ni en la perfectibilidad de la naturaleza. Que encima parece estar en nuestra contra. Desarrollan una especie mutante del progreso, de la evolución, una versión moderna del Frankenstein de Mary Shelley (que es la primera novela que intenta mezclar los temas del progreso científico y técnico y la modificación orgánica).
Cualquiera que se tope con los experimentos entre ruidosos y minimalistas de “Vero Electronics” se sorprendería de escuchar luego “Loud Like Nature” y sus combinación de pop marcial y ruidismo melódico. Y todo en el corto periodo de 6 años, con cada disco intermedio un paso frenético pero al mismo tiempo meditado, esquizofrénico pero completamente sano, en esa evolución. En el 2002 Las Personas Encargadas De Las Etiquetas podían meter a Add N To (X) en la bolsa del “electroclash” o similar, pero el trío se reía y sabía mas. Sabía que esa imagen que el electroclash quería proyectar era puro conservadurismo, ideas decadentes de un futuro en el que los propios seres humanos se convertirían en muñecos maquillados y perfumados. Todos seremos hermosos al costo de nuestra propia humanidad y de nuestro sentido estético, parecían decir.
Ann, Steve y Barry querían algo diferente. Querían algo del pasado, claro. Nada surge por generación espontánea y obviamente que contaban con héroes, influencias, antecesores. “Vero Electronics” y “On The Wires Of Our Nerves” tienen trazos de aquellos primeros héroes de la electrónica, desde Bruce Haack hasta Wendy Carlos, pasando por Suicide, Cabaret Voltaire o Throbbing Gristle. Gente que entendía que, si el futuro era de las maquinas, lo mínimo que podíamos hacer era pervertirlas, invadirlas con nuestra carne, mezclarnos con ellas en comunión cibernética y distorsionarlas hasta que sean una réplica de nosotros, de nuestros canceres y ansiedades, de nuestras ciudades polucionadas y nuestras casas automatizadas.
Lo que ellos veían era un futuro en que las maquinas, en realidad, serían solo extensiones grotescas de nuestra carne. Lo cual los emparenta con aquel gran profeta del siglo XX: J.G. Ballard.
Y con cada disco que pasa, lo curioso de la evolución es que la carne se impone a la maquina. Contrariamente a las ideas del progreso técnico y la ciencia ficción, en las cuales los robots reemplazarían finalmente a los seres humanos. Add N To (X) parece proponer lo contrario: que los robots van a terminar pervirtiéndose y volviéndose iguales o peores que sus maestros.
El lema de los primeros discos parece ser “Repetición, Repetición, Repetición” y están construidos alrededor de sonidos extraterrestres, cacofónicos, similares a los primeros chillidos de una inteligencia artificial que nace e intenta hablar. Ya en “On The Wires Of Our Nerves” se observa la exhuberancia y la despreocupación de un niño, el correr de un pequeño muchacho robot con gorra azul y enterito, que todo lo que quiere hacer es jugar CyberBall.

“Avant Hard” es el disco extraño de la adolescencia. Una muchacha robot tan bonita, con la cobertura de metal mas brillante y límpida de todo el complejo energético, tanto que no podes evitar enamorarte. Y que también tiene un sentido del humor y es aventurera. Una canción como “Skills” con sus teclados juguetones, parece la banda de sonido para una comedia adolescente en un mundo futuro. Lo mejor de todo el asunto, sin embargo, llega cuando la muchacha descubre, finalmente, el sexo. ¿Cómo explicar sino una canción como “Metal Fingers In My Body”?. Una oda al descontrol cibernético y a la lujuria con aparatos. No es una canción que se pueda bailar, no es una canción sensual, es sencillamente la libido desencadenada, la repetición como martillo neumático del sexo, la carne como pistón. Existe un sitio de internet que ofrece videos porno llamado “Fucking Machines”. Los videos son muy particulares: mujeres siendo penetradas por máquinas: enormes consoladores, artefactos con leves movimientos generados por las propias mujeres, gigantescas máquinas penetradoras que hacen ruido similar a una cortadora de pasto. Si los miembros de Add N To (X) conocen de su existencia, seguro sonríen (y la sonrisa se tuerce en una mueca).
“Add Insult To Injury” parece ser la decadencia de los primeros años de la juventud. Promiscuidad, fiestas y momentos vagamente ominosos son los que dominan el disco. Famoso por tener el tema “Plug Me In”, un casi hit obscurecido por su video: en el se ven a dos chicas muy hermosas jugueteando con múltiples consoladores. Como dijo alguna vez Steve Claydon: “No hay nada robótico o estéril acerca de Add N To (X). La música es un monstruo de Frankenstein de componentes esquizofrénicos imitando / parodiando los rasgos mas desagradables de la naturaleza”. Mi tema favorito siempre fue “Monster Bobby”, una especie de sing along borracho entre jukeboxes fallados. Una batería casi marcial y un coro indistinto (podrían ser borrachos de bar o hinchas de fútbol) marcan el ritmo sobre el cual se recortan voces con vocoder, arengas de voces desganadas para que cantes, silbidos y palmas. ¡Para que no se acabe el ácido de batería y la fiesta siga por siempre!.
Finalmente, “Loud Like Nature” es el disco de las épocas más oscuras. Es un disco decididamente sacado, cocainómano, frenético. Un disco hasta insoportable en su arrogancia, en su confianza absoluta en ser los mejores en lo que hacen. Y lo que hacen es meter ruido.
Porque ya a esta altura los Add N To (X) parecen haber entrado en su etapa pandillera. Un montón de gamberros que no tienen nada mejor que hacer que emborracharse interminablemente, tomar todo tipo de drogas y languidecer eternamente con el seguro de desempleo pagándoles la comida. Y como todo buen disco hedonista, le encanta regodearse en su barro. Canciones como “Sheez Mine” o “Large Number” son tan límpidas y precisas en su mugre, en su glorificación del oxido que les sale por entre las juntas, que se vuelven irresistibles. Aquello descubierto en “Avant Hard” que venia desarrollándose desde aquellas precisiones neumáticas de “Metal Fingers In My Body”, se refina: la potencia y la contundencia avasalladora de Add N To (X).
Si Add N To (X) fuese un mecha, un robot gigante de anime, seguramente sería una bestia salvaje que pisaría todo Neo Tokyo persiguiendo a aquel monstruo gigante de siete ojos. Aquellos primeros ruidos espaciales que perturbaban en “Vero Electronics” ahora son magnificas baterías tocadas por soldaditos de plomo (en realidad, casi todas las baterías son grabadas de verdad, no producto de máquinas), sonidos de sintetizador que recuerdan alternativamente el llamado de apareamiento de un dinosaurio o rayos láser marcianos y voces hermosamente llamativas, estrellas de Hollywood con estabilizadores de tensión en cada pecho.

Steve: La gente tiene que estar apropiadamente enchufada. Tienen que estar listos para nosotros. Tienen que estar borrachos. Tan arriba como nosotros. No vamos a tocar para gente que solo quieren sentarse y escuchar y charlar con sus amigos.
Ann: (…) Me gusta la estética punk de ir a ver a una banda y volarme la cabeza, que es lo que yo solía hacer. Todos solíamos hacer eso.
(2001)

En el pico de sus talentos, quizás entre “Avant Hard” y “Add Insult To Injury”, Add N To (X) debe haber sido una de las mejores bandas para ver en vivo del planeta. Yo solo me imagino a ellos tres, en escenarios miserables de pubs en ciudades de mala muerte, cada uno con una pila de equipos a su lado, arriba, entre las piernas. Completamente sacados. Quizás hasta vomitando en su baterista. Y abajo, un montón de gente tan sacada como ellos, quizás vomitando en sus novias.
La gente se mueve entre los cables de los equipos y chocan contra los miembros de la banda, se chocan entre sí, se mezclan como una masa de carne. Ann, Steve y Barry tocan perillas, se dan pequeños choques eléctricos, pisan pedales como si fuesen parte de su propio cuerpo, sudan y cantan. Las ondas sónicas de los sintetizadores y el machacar maniático de las baterías rebota en las paredes de la habitación, que sudan por el calor de los cuerpos amontonados, y baña a todos los presentes con una mezcla de ruido y electricidad, con ondas invisibles que conectan con la audiencia que salta frenética, que mezclan las chispas que saltan de los sintetizadores y las zapatillas viejas y llenas de enchufes con los besos que se da una parejita de punks en una esquina, los choques de un borracho con los amplificadores, el headbanging de un grupo de nerds en una esquina.
Todos juntos en una hermosa comunión de circuitos, mucosa, metal, sonido, cables, sangre, semen y tecnología, hermosa tecnología.

Add N To (X) – Ancient Transmissions From Dystopic Stars

01 – Adding N To X (Add Insult To Injury)
02 – Skills (Avant Hard)
03 – Take Me To Your Leader (Loud Like Nature)
04 – Monster Bobby (Add Insult To Injury)
05 – Metal Fingers In My Body (Avant Hard)
06 – Plug Me In (Add Insult To Injury)
07 – Sheez Mine (Loud Like Nature)
08 – Buckminster Fuller (Avant Hard)
09 – Hit Me (On The Wires Of Our Nerves)
10 – Large Number (Loud Like Nature)
11 – Hit For Cheese (Add Insult To Injury)
12 – Robot New York (Avant Hard)
13 – Inevitable Fast Access (Sleeze) (Vero Electronics)
14 – The Black Regent (On The Wires Of Our Nerves)
15 – Party Bag (Loud Like Nature)
16 – King Wasp (On The Wires Of Our Nerves)
17 – Aphine Repetition (Vero Electronics)

Add N To (X) – Three Mecha Suit(e)s

01 – Little Black Rocks In The Sun (Little Black Rocks In The Sun Ep)
02 – Machine Is Bored With Love (Avant Hard)
03 – The Regent Is Dead (Add Insult To Injury)


Los Chicles – Grandes Fracasos.

Ya van a cumplirse cinco años de la separación de Los Chicles y pareciera que este año tendremos disco nuevo de Patricio García, uno de los principales compositores, cantante y guitarrista de Los Chicles. El disco se va a llamar “Dios Me Dijo Que Ponga La Bomba”, Pato esta acompañado por los Monoambiente y, por los demos que escuché, son versiones increíbles de los temas que Pato compuso desde el 2003 hasta ahora, que nunca habían visto la luz. Además de sonar de puta madre, hay una madurez y cambio en las letras y composición de Pato que, bueno, son solo acordes con un hombre que acaba de casarse.
Todo esto (y el hecho de que nunca los había mencionado acá) me puso a pensar en lo lejanos que se sienten Los Chicles. Hace un par de años un amigo me dijo “se están comenzando a componer las primeras grandes canciones post-Chicles en Tucumán”. Hoy en día se puede decir que las voces están completamente desarrolladas: el último disco del Monoambiente permite que 6 o 7 compositores distintos tengan sus momentos y la diferencia, madurez y particularidad de cada voz brilla. Es un lugar común (para mi) decir que son los “New Pornographers tucumanos” pero es la comparación mas cercana que encuentro. Composición colectiva, ¿hay algo mas pop que eso?
Y además del Monoambiente esta el disco nuevo de Diosque, y lo bien que esta sonando Klemm en vivo (y el enorme cantante que es el Chueco Ferrer) y los primeros recitales de los Michael Stuart que me conmovieron hasta los huesos…En fin, buenos tiempos para escuchar a gente única haciendo música.
Y, sin embargo, la inminencia del disco de Patricio (visiten a su productor, el ingeniero Palacio, escuchen sus canciones y pídanle que lo termine) me retrajo a Los Chicles y a una charla que tuve con Pato hace ya muchos años, en la que me contaba que quería armar un compilado de “grandes éxitos” para mandar a distintas discográficas de Buenos Aires a ver si se lo editaban. En clásica tradición chiclista, el disco se iba a llamar “Grandes Fracasos”. El disco nunca salio, pero por ahí hay una playlist armada con las canciones. En esta ocasión, me apropié del nombre y armé un compilado propio, con lo que creo que son las mejores canciones de Los Chicles y si no te engancha al menos una, no tenés corazón. Espero que a Pato no le moleste que le robe el nombre.
De cualquier manera no hay que engañarse, lo que hay aquí son triunfos, joyas, que en un mundo mas justo habrían logrado que las muchachas los persigan enloquecidas por la calle, rasgando sus ropas.

De “Argh! Burp! Prr!” (1997)

01. El Monkey Monkey: ¿como no enamorarse de una banda que comienza su primer disco con una canción tan descaradamente pegajosa? Como una especie de mezcla de un grupo de los años 50 tocando twist y montón de vagos en un garage intentando afinar sus guitarras, esta canción no desencajaría en la discografía de ningún grupo under norteamericano de los años 80 pervirtiendo a los inocentes 50.

02. Azul:
una pequeña joya que descubrí armando el disco. Una balada con toques electrónicos que se parece a algunos de los experimentos de Blur en esa época, pero que también suena como My Bloody Valentine si en vez de estar angustiados, descubriesen los días de verano. Y que luego de un cuelgue con cintas pasadas al revés y somnolencia, revive con una de las guitarras mas brillantes que escuche en mucho tiempo.

03. Caramelo Bang Bang: aquí se observa una de las obsesiones de los Chicles en esta época (en la que se llamaban todavía Chiclets): la aliteración y el reemplazo, a la manera de las mas viejas canciones de rock, de las letras por solo ruidos. De alguna manera, la estupidez de repetir “bam bam” “bip bip” “bom bom” como un cavernícola potencia la sencilla y efectiva melodía de la canción y yo me la puedo imaginar en alguna fiesta beat de los años 60.

04. Bellota’s King: el otro lado que Los Chicles desarrollarían mas adelante, la canción medio punk, medio cabeza, pero siempre con una excelente melodía que suena nueva y vieja al mismo tiempo. Un modelo que perfeccionaran muchísimo (líricamente, sobre todo) en canciones como “Corriendo” o “Callejear”.

De “Dementa” (1999)

05. Desfallecer: otra vez el modelo rock cincuentero. Pero cuanta diferencia hacen dos años! No solo en cuanto a lo bien que suena la banda, lo ganchero que es el estribillo, lo buenos que son los coros, lo clásico que es el solo de guitarra. Todo tan encantador, tan feliz. También en las letras, que en esta canción describen una típica relación de amor no correspondido, pero cantado con un candor y timidez por Patricio que lo vuelve una canción adolescente absolutamente sincera. No hay nada de emo acá, solo la felicidad de estar enamorado y la fe, difusa, de que todo saldrá bien.

06. Instant Metal 01: esto es una boludez y esta incluido solo porque demuestra una de las cosas mas geniales que tenían los Chicles: el sentido del humor absurdo, quizás hasta el punto de ser tonto, pero hilarante. Y además porque las anécdotas de los Chicles siempre son geniales. La historia es así: un músico tucumano había roto el record Guinness del mayor tiempo tocando un instrumento de forma continuada, después de haber tocado la batería 24 horas, y creo que luego lo volvió a romper tocando 48 horas o algo así. Entonces a los chiflados de Los Chicles se les ocurrió intentar hacer la canción mas corta de la historia, para burlarse de ese tipo y entrar en los Guinness también. El resultado es esto: Instant Metal. Es justo lo que dice el titulo, 4 segundos del más duro metal. Obviamente se olvidaron de llamar a la gente del Guinness y nunca lo registraron. Y además, seguramente ni siquiera es la más corta :)

07. Helado De Limón:esta canción es muy rara dentro de lo que es la temática de Los Chicles, porque es una de las pocas que tienen una intención explícitamente sexual en sus letras y encima el narrador cuenta con absoluta confianza en si mismo. Si las canciones de Pato tienen algo de particular es su narrador usualmente más vulnerable o inseguro. Musicalmente, la canción es un tanto esquizofrénica, con cambios rápidos en el ritmo, ataques de guitarra y ya algún incipiente uso de maquinas. Lo cual quizás traiciona la seguridad de su narrador. Además, encierra una gran frase: “Cada vez que se que voy a verte, me parece un Viernes”.

08. Pancita: otra canción en el modelo “Azul”. Una balada, por decirle de alguna manera, completamente espacial, colgada y perezosa. Incluso utiliza aun mejor las grabaciones y ruidos psicodélicos que recuerdan tanto a algunos experimentos beatlescos. Lo curioso de este tipo de canciones durante la primera época de los Chicles es que si bien son melancólicas tienen un buen grado de esperanza y tranquilidad. En los últimos discos esta sensación seria reemplazada por una de absoluta tristeza y depresión. Como si hubiesen perdido lo twee de golpe, dejado de hacer canciones a las pancitas de chicas y comenzando a tocar con la paranoia y soledad de un junkie.

09. Podría Esperarte Por Siempre: yo siento que con esta canción se observa en Los Chicles los primeros signos de la redondez que le iban a dar a sus canciones a partir de su tercer disco. Siento que es una de las mas completas de “Dementa”, que tiene un perfecto estribillo simple y fácil de cantar, una letra que trata sobre el amor, como antes, pero mucho mejor comunicado (ya no tan cliché como antes y mucho mas idealista) y la gran incorporación de un teclado hacia el final que propulsa la canción. Sin embargo, todavía faltaba la batería de ritmos que traería Villa cuando dejasen de tocar con batería de verdad.

10. Disco Gay: esta canción es pura diversión. Los miembros de los Chicles en una época se divertían grabando canciones synth pop oscuras con el nombre de “The Drugaddicts” y aquí parecieran estar canalizando esa faceta. Un tema completamente kitsch, que sabe que lo es y que no le preocupa en lo más mínimo, solo se dedica a disfrutar. Además, es uno de los primeros con bases electrónicas, ese recurso que utilizarían a tan buen efecto de ahora en más. Los coros y la voz que dice “Let’s get into the disco gay” son impagables también. Hasta parece una canción de The Yummy Fur circa “Shoot The Ridiculant”.

De “Los Chicles” (2000)

11. Billy: sin embargo, y a pesar de todo lo bueno que venían haciendo Los Chicles, era imposible pensar que un solo año después saldrían con un disco tan terrible como este. ¿Que canciones se pueden elegir de un disco en el que TODOS SON HITS? Bueno, para comenzar, Billy, un principio increíble. La persona que se resiste a bailar (bueno, mas bien saltar) con esta canción es un reptil de V o un hombre vaina. Es increíble lo muchísimo que ganan con la adición de Villa, que pareciera que se lanza sobre las consolas como un pulpo y aumenta todas las perillas hasta que se quiebran. Y después con eso hace música. Lo más cerca de esta canción es un mastodonte desencadenado pisando pobres y estúpidos roedores.

12. Acostumbrados: Pato alguna vez me dijo que el hacia canciones inspirado en las chicas o canciones de protesta cuando se enojaba con el sistema, pero esas no le gustaban tanto. Esta canción entra en la segunda categoría. Los Chicles cantan “Ya nadie grita / levántense / porque ya / todos están acostumbrados” pero al mismo tiempo uno escucha esas guitarras que parecen sierras eléctricas, esa voz que chilla, esas bases de manija y se da cuenta que automáticamente están invalidando el mensaje anterior, que si ellos pueden chillar así entonces todavía hay esperanza y no todos se han vuelto zombies.

13. Que Se Pudra Tucumán: otra “canción de protesta”, otro himno, otra joya magnifica. Cualquiera que viva en Tucumán (o en cualquier ciudad chica, para ese caso) no puede dejar de identificarse con esta canción. La primera vez que bajan de velocidad desde que entramos a este disco, la canción se sostiene en una guitarra que logra sonar completamente punzante y melódica al mismo tiempo, como las mejores canciones punk y que imagino tocó Lazzo, el salvaje guitarrista de siempre de Los Chicles. Y la letra, que habla de cosas tan sencillas y necesarias como el hacinamiento y la falta de imaginación de lugares horribles como este, que solo se sostienen por bandas como esta, es magnifica y contrasta perfectamente los versos, en los que el narrador esta pensativo y meramente ignora la situación, y el estribillo, en el que se desencadena toda la bilis de sentirse aplastado por un ambiente aburrido y chato.

14. Azúcar y Sal: una canción de Cúneo, el bajista, piedra fundamental de Los Chicles. Es una especie de latinada deforme, rockera y electrónica al mismo tiempo, años antes de que eso se vuelva popular y que comunica con los mismos recursos escasos e invulnerables de Los Chicles (esas voces entre irónicas y comprometidas, esas guitarras distorsionadas hasta el punto del ruido, esas bases infernales) una dulzura inmensa. Nunca creí que diría esto de Los Chicles, pero esta es una canción para bailar abrazado.

15. Tardes De Té: ¿que puedo decir de Tardes de Te que no haya dicho antes? Bueno, puedo repetir que, sin lugar a dudas, es una de las mejores canciones de la historia del rock. Uno de esos momentos únicos en la música en la que tres minutos se insertan en nuestras vidas y nos hablan como al oído. Podría repetir que la manera en que manejan el imaginario del aburrimiento y la completa rutina de la vida moderna es magistral. Podría intentar convencerlos de que el “te” no es exactamente eso y que confirma mi idea de que “people need good dope to get through modern life”. Pero lo mejor que pueden hacer es escucharla y deslumbrarse.

De “En Vivo. 26 / 10 / 2001”

16. Corriendo: algo que era muy importante de esta banda (y que yo no aprecié tanto como me hubiese gustado) eran los recitales en vivo. Pocos grupos transmitían una energía similar a los Chicles y hay anécdotas de recitales catastróficos que terminaban con Lazzo acoplando y Pato tocando incoherencias en un tecladito. Yo no vi esos, pero si tuve la oportunidad de escuchar este, uno de los mejores, donde sonaron mas ajustados que nunca. Esta versión de “Corriendo” (otro tema excelente de su tercer disco) comprueba no solo lo emotivos que podían ser en vivo, sino lo ruidosos. Puro chirrido de guitarra mugrosa para comunicar, como a los golpes, la desesperación de estar incomunicado con alguien. Siempre pensé que seria la banda sonora perfecta para esa escena de película romántica en la que el protagonista masculino corre por las calles de alguna ciudad a encontrarse con su amada.

De “En Acústico en Rock And Pop» (2002)

17. Canción De Lo Irreparable: esta es sin duda la canción mas descarnada del tercer disco, una oda a la culpa y la auto-deprecación que, como dice Pato al principio, muy pocas veces tocaron en vivo. Esta versión, muy despojada, transmite perfectamente esa sensación de impotencia y revela unos Chicles ya abocados a componer no solo hits saltables sino también momentos verdaderamente desgarradores. Y la voz de Pato demuestra que no es que cante mal, sino que es uno de los cantantes más frágiles y expresivos de Tucumán.

18. Colgación: una canción bien de entrecasa, que celebra la felicidad de “colgarse” con los amigos y no hacer nada en serio. Perdida, nunca llego a estar ni siquiera grabada para el disco doble abortado, es una hermosa melodía que refleja el ánimo relajado que transmite la letra. La letra, por su parte, es otro de esos aciertos cotidianos de Los Chicles, hablándonos con referencias que tienen sentido para quienes los conocen, pero que al mismo tiempo son símbolo de algo mas amplio y universal: los amigos, la pereza de los días todos iguales, el oasis de estar encerrado con gente que uno quiere charlando de cualquier cosa durante horas.

De el Disco Doble que nunca editaron.

19. Callejear: para este disco, que lamentablemente nunca editaron, ya eran unos profesionales en el arte de componer himnos dignos de ser cantados por la juventud del mundo entero. Lo genial es que el disco demuestra una verdadera madurez en cuanto a mezclar ese tipo de canciones con otras más sutiles pero no por eso menos hermosas (hay una canción como “Una Película Francesa”, que casi es solo piano y es tremendamente conmovedora). “Callejear”, sin embargo, sigue el modelo de “Billy”, pero con una temática decididamente hedonista: el narrador todo lo que quiere es salir a dar vueltas por la calle y no tener responsabilidades. Quizás por eso es que es tan liberador bailarla borracho.

20. Operador: otra canción que creo le pertenece a Cúneo, este tema es una prueba del rango estilístico que tenían Los Chicles en esta época. Capaz de sonar como una versión dark del Charly García de los ochenta, ¡pero de una buena manera!, con resabios de “Nightclubbing” y como algo a la vez únicamente Chicles. Oscuro, caótico y lleno de sonidos que parecen ser la noche misma. Lo cual es solamente apropiado para una canción que repite “Ponga ese tema / ponga ese tema / operador”, como un borracho molesto en un antro oscuro.

21. Depresión Anal: esta canción ya es un pastiche de Charly García de los ochenta, pero con la “tongue firmly in cheek” y una letra y un titulo que no pueden ser mas que una burla. Además, hay una historia genial detrás de la canción. Es de Cúneo y se rumorea que esta dedicada a Lazzo, que en aquella época pertenecía a Los Chicles de forma intermitente. Por ignorancia no puedo decir mucho mas, pero ¿que se puede inferir de una canción que dice “si la policía / te anda buscando / no vayas a mi casa / sabes / esta todo muy mal aquí”?

22. Superando Nada: la canción mas triste que escribieron alguna vez Los Chicles. Así de sencillo. Sobre una base de ruidos repetitivos, Patricio canta cosas como “Ya probé con las religiones / Y probé con las sustancias / Pero no estoy superando nada”. Y así, de manera cada vez más angustiosa durante los 3 minutos que dura la canción. Recuerdo que cuando la descubrí, durante un verano particularmente depresivo (como casi todos los veranos de mi vida) esta canción se volvió una especie de delicioso caramelo de cianuro, algo que comía incesantemente a pesar de que sabía que era malo para mí. Enormes puntos, además, por ese ultimo acto supremo de auto-burla que es poner una voz que dice “¡Vamos todos!” justo antes del ultimo estribillo.

23. Yendo A Pegar: comenzamos a levantar para el final. Bucólica canción sobre los placeres de adquirir drogas, enmascarada con una letra tan ambigua y completamente ridícula que uno tiene que maravillarse ante su sentido del humor. ¿Como hacían para conseguir una canción que es a la vez cómica y melancólica? No se ustedes, pero los colchones de guitarras, el cansancio de la voz, a mi me traen a la cabeza la angustia del sábado a la tarde, cuando comienza a anochecer y todavía es muy temprano para salir.

24. Buenos Aires: en otra demostración del nivel altísimo de composición en el que se movían a esta altura, “Buenos Aires” es una canción como “Disco Gay” pero pulida hasta el 200%. Y que seguramente compusieron sin tener la más puta idea de lo que era la “indietronica”. Guitarras mínimas; las mismas bases de Villa que antes quemaban cabezas reducidas a acompañar con beats precisos y hasta tímidos, una voz resignada. Todo completado con una letra que dice cosas como “en Buenos Aires esta todo, man / en Buenos Aires no tengo donde parar” y uno no puede entender si es un deseo sincero, una burla a la desesperación de pueblerino o la mera aceptación, melancólica y resignada, de que todos tenemos que irnos algún día.

25. Pibes Tristes: el otro día mientras escuchaba esta canción no puede evitar maravillarme ante la manera en que Los Chicles lograban, a esta altura, un tema que se llamaba “Pibes Tristes”, cuyo narrador repite en su estribillo que quiere estar muerto y que suene tan…no se…sobrehumano quizás es la palabra. Esperanzador. Hermoso. Bailable. Genial. Y, asimismo, como puede ser que me haya tomado tanto tiempo descubrirla. Descubrir una frase como “Estas estacionado en un momento / como una manta raya”. Lo cual solo habla de lo criminal que es que una banda como esta no sea mas conocida, que la gente no venere sus canciones, que por una injusticia geográfica mas personas no tenga la oportunidad de descubrir lo que todos nosotros sabemos desde hace años: que a veces Los Chicles son una ventana a un mundo mejor y mas bello. Que a través de su música uno vislumbra una energía demasiado pura para seguir siendo ignorada. Que a un pequeño grupo de gente le cambiaron la vida y ya va siendo tiempo que eso se extienda. Y que eran unos putos genios.

Los Chicles – Grandes Fracasos