Cold Cave.
Hace bastante tiempo que tengo ganas de escuchar Cold Cave. Podríamos decir que es una banda synth-pop que agarra como influencia mucho del Industrial de los 80s. Mucho New Order, Throbbing Gristle, Whitehouse. Su cantante, líder y inicialmente único miembro, Wesley Eisold, tiene un pasado como cantante en varias bandas hardcore. Entre los varios miembros que rotan en su (bastante errática) formación, esta el muchacho detrás de Prurient, y Carallee McElroy, colaboradora de Xiu Xiu. Y se ven así en sus fotos de prensa:
Músicalmente, no era una banda que consideraba que me iba a gustar: Pese a que el synth pop de Soft Cell, New Order y Erasure esta entre la música que más disfruto, no puedo decir precisamente lo mismo de lo que era la música industrial (y con música industrial hablo de la inicial, que comenzó a finales de los 70s y se extendió por los 80s). Nunca me gustó ni me interesó, y nunca pude terminar de escuchar el 20 jazz funk greats. Esta todo bien, los puedo admirar y apreciar, pero estéticamente no me copa lo que hacen. Pero estos muchachos hacen algo muy en ese estilo, y me encanta.
«Love Comes Close» de Cold Cave tiene 9 temas, y apenas pasa los 30 minutos de duración. Máquinas de ritmos cutres, guitarras por línea, teclados análogos gordísimos y bastante, bastante ruido. La voz de Wesley es bien típica de los estilos que los influencian, barítona, severa y marcial, pero con un nivel adecuado de suavidad. Como contrapunto esta la voz de Carallee, que se saca un poco el papel de tímida y torpe que llevaba en sus aportes en Xiu Xiu, y se roba todo el escenario en la muy genial «Life Magazine». En otros temas Carallee y Wesley cantan a duo, contrastando sus voces.
Pero lo mejor de todo es cierta esencia global, algo que hace que Cold Cave como proyecto se separe de un montón de otras cosas. Todo el imaginario de la banda y sus conceptos se pueden reducir a un estribillo, el del tema que da nombre a su disco, «Love Comes Close»:
Love comes close
But chooses to spare me
Death comes close
But ceases to take me
I want to twist, the knife a bit deeper
To siphon the love from the hearts I believed in
Look outside, world is exploding,
Stay inside, still never knowing.
Taking cover, with each other,
Sleeping off the century of hope.
Todo Cold Cave está resumido en esas líneas, desde las imágenes hasta la forma particular de ver el mundo, romántica, fascinada y desencantada al mismo tiempo. Wesley canta eso, con una mezcla de gravedad y dulzura , sobre un Do y un Fa que se repiten tercamente. Los arreglos son mínimos, no hay bajo, solo un par de líneas de sintetizador muy rústicas que decoran y pasean alrededor de la voz.
«The Trees Grew Emotions And Died» es una canción rarísima basado en una línea vocal fracturada, cantada a dúo, que sigue una caprichosa frase de teclado. De fondo hay un montón de ruiditos que rozan lo insoportable. Por el final, hay un «solo» que nunca sabremos si es de guitarra o de teclado. Pero lo más interesante es que, a pesar de todas estas particularidades, su melodía es capaz de quedarse pegado como un chicle durante toda una tarde. Es que cuando quieren, Cold Cave hacen pop, y lo hacen muy bien.
Detrás de Cold Cave hay un concepto estético muy, muy definido por detrás, y esta ejecutado de forma perfecta en relación a él. Es extraño: Es todo ochentas , muy ochentas, pero jamás cae en ser algo «nostalgioso» o «retro». Y no lo es porque se toman muy en serio las ideas que hay por detrás, jamás hay un distanciamiento ideológico. Wesley vive y respira ese mundo de máquinas, cables y circuitos, amor, muerte, frío, tecnología, apocalípsis, no future. Porque él esta seguro de que la música que hace es la más adecuada para el mundo en el cual vivimos ahora, AHORA, en el 2010, no antes. Y tiene razón.