Esta nota de Rolling Stone sobre la actualidad de Billy Corgan publicada hace un tiempo atrás es menos interesante por sí misma o por el insoportable personaje que retrata que como diágnostico y clausura de varios de los mitos de los noventas. Corgan aparece como un personaje ridículo y vergonzoso, auto-paródico. Llora sobre el lugar que se merece en la historia del rock y que no se lo reconocen, habla sobre sus creencias espirituales new-agers y el libro sobre espiritualidad que está escribiendo, parece un loco paranoíco cuando habla del fin del mundo y el 2012, comenta sobre sus relaciones con Sasha Grey, Tila Tequila y Jessica Simpson, le saca el cuero obscenamente a sus ex-compañeros de banda y demuestra constantemente tener una imagen distorsionadísima de sí mismo que nadie en todo el mundo comparte. Pero lo mejor de la nota no es ninguna de las payasadas de Corgan sino la única intervención del baterista Jimmy Chamberlin, que se bancó al pelado infame durante todos los 90s (¿alguien se sorprende que se haya vuelto adicto a la heroína?) y que fue el único miembro original que se sumó a la reunión reciente de Smashing Pumpkins hasta que Corgan lo echó, y que da en unas pocas líneas una explicación lúcida y contundente de su punto de vista:
«En el medio de la última gira, Billy decía que era culpa del agente, después que era culpa de la banda, después que era culpa de los fans. (…) En el gran esquema de las cosas realmente ya no mueve mucho la aguja. Es un par de discos de oro y un poco de plata. ¿A quién le importa? Tengo mujer e hijos, soy completamente feliz. La música es una parte tan pequeña de la vida de la gente hoy en día. La gente ya no se sienta a mirar las tapas de los discos y pensar en Kurt y en Billy como en los noventas. Odié tanto a los noventas»
Cherish The Light Years
Wes Eisold recorrió un largo camino desde los primeros lanzamientos de American Nightmare hasta el nuevo disco de Cold Cave. La evolución fue larga y lenta pero clara. Del hardcore brutal y elemental de American Nightmare/Give Up The Ghost en el que destacaba la poesía de sus letras al hardcore más experimental, matemático y cercano al grindcore de Some Girls; de ahí curioso y un tanto fallido híbrido de hardcore y rap que fue XO Skeletons y al proyecto efímero Ye Olde Maids. Con XO Skeletons era bastante claro que se estaba alejando de la escena hardcore casi definitivamente, pero Ye Olde Maids fue la confirmación. Ahí aparece todo lo que eventualmente sería Cold Cave: canciones oscuras con sintetizadores, con toda la misma angustia de antes pero sin nada de la ira. Era despolijo y atonal, casi nada sonaba como una canción terminada, se le veían las costuras por todos lados, le faltaba un poco de foco, pero Eisold había encontrado una nueva forma que ya no abandonaría. No es difícil imaginarse qué atractivo pudo haberle encontrado a los sintetizadores, después de todo Eisold, nacido sin la mano izquierda, que comentaba en entrevistas cuán frustrante era para él hacer música pero no poder tocar un instrumento, que contaba como de chico soñaba con aprender guitarra hasta que le avisaron que con una sola mano no se puede, estaba por primera vez ocupándose de la instrumentación y componiendo los temas en su totalidad por sí mismo. Después de otro compilado de temas sueltos ya con el nombre de Cold Cave (Cremations, un poco más prolijo, con algunas canciones propiamente dichas) terminó de pulir su sonido gracias a la inclusión en el proyecto de otro músico en plena evolución, Dominick Fernow.
Fernow recorrió una ruta donde el cambio fue más sutil pero igual de constante. Empezó por los comienzos de la década pasada blandiendo sobre el público su propia variedad de harsh noise particularmente brutal. Tocaba en vivo, usualmente en cueros, con una violencia e intensidad notables, parado adelante de los amplificadores con un micrófonos en cada mano que usaba para generar breves pero estremecedoras explosiones de feedback. Esta modalidad lo llevó al centro de la escena noise norteamericana pero pronto empezó a cambiar, a ajustar su imagen, se cortó el pelo, dejó de andar en cueros y empezó a usar camperas de cuero, y más importante, empezó a tocar con sintetizadores en vivo. Su sonido se volvió más sutil, menos violento, más preocupado por los timbres, las texturas y la atmósfera. Por eso aunque su obra previa a Cold Cave contrasta todavía más que la de Eisold, es dificilmente sorprendente.
En el 2009 un Cold Cave conformado por Eisold, Fernow y Caralee McElroy (ex-Xiu Xiu) editó Love Comes Close, posiblemente el disco que más me gustó de ese año. La combinación justa entre canciones perfectas de synth pop oscuro y noise. Las pegadizas líneas de sinte invitaban a bailar mientras gravitaban sobre bases de ruido que le agregaban a las canciones todo un nuevo nivel de contradicción y significado evitándoles caer en ser canciones puramente pop, eran como destellos de color sobre un fondo gris. Mientras la voz grave de Eisold cantaba letras de angustia, desesperación, enfermedad y desolación. Era una combinación ideal, la música perfecta para (parafraseando a Eisold en un tema de Give Up The Ghost) “bailar al son de todo lo que perdiste, al son de la miseria de tu vida”.
Cherish The Light Years, el nuevo disco de Cold Cave (sin Caralee y con Jennifer Clavin de Miko Mika en su lugar) hace un salto desde Love Comes Close comparable al que ese disco hizo con respecto a Cremations. Eisold parece estar recorriendo la música de los 80s cronológicamente y si en el anterior disco la principal influencia era el synth pop, en este parece ser el new pop. La oscuridad de los otros discos casi desapareció el ruido ya no está, los sintetizadores suenan limpios y estridentes, la desesperación y la angustia existencialista de las letras de Eisold dieron lugar a otras emociones más diversas y hasta se indulge en momentos de melodrama del tipo Morrissey (“I feel guilty being alive/when so many beautiful people have died”). Hay guitarras y bajos y baterías no sintetizados. ¡Hasta hay una trompeta! Es un disco casi alegre. Ya no existe esa contradicción, esa tensión en las canciones que se debatían entre el baile y la desesperación, este disco es pop sin culpa. Al mismo tiempo eso lo hace un poco menos interesante y Cherish The Light Years es un poco menos redondo que su predecesor.
Por sobre todo el disco se siente como el cierre o la apertura de una etapa; como si Eisold hubiese hecho las paces con algo, no sé muy bien con qué. El tema que abre el disco “The Great Pan is Dead” es una conmovedora canción realizada con una sensibilidad y una sensación de grandiosidad y epicidad hímnica totalmente nuevas para él. Dice que esta canción está dedicada a toda esa gente que extraña y que sabe que posiblemente no vaya a ver nunca más en su vida. También dice que llegó a un momento de su vida en el que ya está grande para avergonzarse de sus emociones y que este disco es una carta de amor al camino que lo trajo a este momento de su vida. Dice que pasó los meses previos a la grabación recorriendo ciudades en las que vivió y lugares de su pasado para sumergirse en la nostalgia y no me sorprende. El disco suena a algo así.
El otro gran tema del disco es “Catacombs”, el tema que mejor pone en práctica sus influencias new wave y el más abiertamente pop del disco. Con un beat de batería saltarín y unos sintetizadores prístinos que parece sacados de la banda de sonido de una película de John Huges, Eisold se pone al nivel de la situación y ya no canta con la voz grave y fría de antes. Al contrario su voz suena sensible y emocional y le dice con añoranza a alguien “yo sé que estoy enterrado en algún lugar ahí abajo, en las catacumbas de tu mente […] y cuando la lluvia ácida inunde tu cerebro, voy a aparecer” y se regodea en la hipérbole autocompasiva cuando pregunta “¿recordás cómo te mudaste y nunca volví a escuchar de vos? A veces finjo que un día vas a volver por mí y esa es la única razón por la que todavía soy parte de este espantoso decorado”.
Hay momentos en los que se extraña la voz de Caralee y hay otros en los que se nota que un disco con estas pretensiones necesitaba otro tipo de producción, que necesitaba un sonido más amplio, más limpio, más ampuloso, que le falta exuberancia, como que la sensibilidad de las canciones se queda corta por la insensibilidad de la producción. Es de cualquier manera un gran cambio para la banda y si este disco es realmente el comienzo de una nueva etapa entonces sólo nos queda esperar a ver qué hace Eisold una vez que se acostumbre y se sienta cómodo en este nuevo papel y le termine de tomar la mano a los nuevos trucos que aprendió.
Todas las cosas que Internet olvidó.
Hace unos días y sin previo aviso desapareció la Encyclopedia Dramatica. En su lugar ahora aparece un sitio con el insípido nombre de Oh Internet, un sitio de aspecto genérico que parece una imitación de Know Your Meme. La ED había sido por mucho tiempo una wiki que autodefinía su misión como registrar y preservar el “internet drama”, o sea, todas las boludeces que pasan en internet todos los días a las que nadie les da importancia y que se pierden y desaparecen con facilidad. Era un sitio hermano de 4chan, en donde se acumulaba el sedimento generado por el movimiento frenético de dicha image board. Miles de artículos documentaban memes, raids, griefers, trolls, escaramuzas en foros y blogs, threads célebres de 4chan e historias y personajes de LiveJournal, DeviantArt, Youtube, etc. Todas cosas que de una forma u otra eran parte de la historia de internet.
La otra gran característica del sitio era que su estilo también mostraba su parentesco con 4chan. Así, la Encyclopedia Dramatica era terreno fértil de humor negro, pornografía, fotos repugnantes, jerga críptica y enormes cuotas de racismo, homofobia y misoginia. Todo eso escudándose siempre detrás del mantra de “nada debe ser tomado en serio, nada debe ser respetado” de la ironía políticamente incorrecta que reina en el público 4chan pero que en sus momentos más border deja entrever la posibilidad de una verdadera misantropía. Lo que sea en nombre del shock, de crear un lugar que no sea seguro para nadie.
El problema es que como dijo Sherrod DeGrippo, creadora de la Encyclopedia, “el shock por el shock mismo ya pasó”. O sea que por un lado la creadora misma se aburrió del sitio y de su tono y también es problable que quisiera hacer una versión más amigable por cuestiones económicas, después de ver que Know Your Meme fue comprado por un suma de siete dígitos. Por otro lado, y esto es lo más interesante, la idea de que esa retórica ya pasó parece estar expandiéndose. Parece ser el nuevo zeitgeist de internet. Es algo que de alguna manera se venía notando. Un aburrimiento generalizado. Y ahora ese sector de la internet sufrió un duro golpe, con uno de sus principales sitios dándole la espalda.
Este cambio se puede adjudicar a varios factores, como un cambio demográfico entre los usuarios de internet. Con el tiempo una buena parte de los vándalos nerds adolescentes de la internet deben haber crecido y se deben haber aburrido y al mismo tiempo un cantidad de gente cada vez más grande no solo tiene acceso a la internet, sino que empieza a entenderla y usarla en toda su extensión, haciendo que los nerds pierdan su hegemonía en el cyberespacio y que la cultura de internet se vuelva mainstream. Términos que antes pertenecían a la jerga in de la élite internética como fail, for the win, lolcat, epic y demás ahora son usados ampliamente a todo lo largo y ancho de la web por todo tipo de gente, quitándole exclusividad y por ende atractivo para muchos, pero al mismo tiempo atrayendo a otros que se dieron cuenta que hay negocios por hacer con eso de la internet culture. Ahí es cuando aparece gente como la Cheezburger Network, un grupo que empezó con el sitio I Can Has Cheezburger?, dedicado íntegramente a las fotos de gatos con textos graciosos, y que rápidamente se convirtió en la historia de éxito más improbable de internet expandiendo su grupo hasta los casi cincuenta sitios que el grupo mantiene ahora, entre ellos el FAIL Blog, The Daily What y el recientemente adquirido Know Your Meme. Acá es donde termina todo, que moot siga indulgiendo a los muchachos anónimos de 4chan si quiere pero los demás se dieron cuenta que hay plata por hacer y no van a dejar que un montón de adolescentes con tendencias sociopáticas se ponga en su camino. Y último pero no menor, está el hecho de que simplemente nos aburrimos, el chiste perdió la gracia hace rato, todo pasa de moda y el momento de la incorreción política ya pasó.
Hay igualmente un costado muy lamentable de esta cuestión y es que la Encylopedia Dramatica era realmente un cofre del tesoro de historia de la internet, el archivo de una subcultura entera. Miles de eventos estaban registrados con lujo de detalle y todo eso desapareció de la noche a la mañana. Es contradictorio que los creadores de un sitio dedicado a archivar lo que nadie más archivaba de repente le den la espalda tan bruscamente al archivismo y dejaran que todo eso se perdiera. Un grupo de archivistas logró rescatar, no gracias a los administradores, una buena cantidad del texto de la Encyclopedia, pero igual se perdieron todas las discusiones, historiales, userpages e imágenes (y había muchas imágenes). Internet es tal vez el medio más grande de nuestra época y nadie está archivando nada excepto por algunos esfuerzos independientes y los sitios muestra una total falta de escrúpulos a la hora de hacer desaparecer cantidades enormes de información como si nada. Todos los que tenemos años de actividad intensa en la web podemos hacer memoria y recordar una buena cantidad de cosas que perdimos en la marea informática. Comentarios en blogs, posts en foros, mails en cuentas que ya ni recordamos. El peor problema de internet parece no ser que le damos toda nuestra información a empresas privadas, como indica la paranoia anti-corporativa, sino que esas empresas estén dispuestas a tirar esa información a la basura en cualquier momento.
Masotta.
(Oscar Masotta, el tercero desde la derecha, en 1958.)
Superhombres, mundos remotos, desdoblamientos de las personalidades y personajes inmortales, recomienzo infinito de anécdotas nuevas sin progresión real del tiempo histórico, personajes que conservan la misma edad a lo largo de veinte o treinta años de apariciones de la tira, fieras y faunas exóticas, ciudades e instrumentos de supertécnica, etc.: se comprende la tentación de explicar el fenómeno de la tira dibujada, su éxito y su popularidad, su carácter de mensaje de masas, a partir de sus efectos y en términos psicológicos (identificación, proyección) o sociológicos.
El “esquematismo” contemporáneo y la historieta, Conciencia y estructura, Pág. 230. 1966.
La historieta es un medio “inteligente” y estético al nivel mismo del contacto: hace posible una cierta contemplación de lo que hace posible constituir el relato. La restricción que obliga al dibujante a traducir hechos de series perceptuales distintas a un verdadero paisaje lunar sin sonidos, ruidos, ni movimientos, y donde las carencias son convertidas en exageraciones y las imposibilidades en efectos, se halla en los fundamentos de una inteligencia comparativa y de una imaginación del espesor del signo. Existe en la historieta y al estado naciente una estética semejante a la que fue introducida en la historia del arte por Schwitters y Duchamp, una táctica analizadora que descompone siempre los mensajes en sus parámetros. La diferencia consiste en que mientras la estética del dadaísmo considera siempre el contexto real como el parámetro que debe ser alcanzado por la transformación, la historieta conserva los resultados de sus traducciones en el interior del marco imaginario.
Reflexiones pre semiológicas sobre la historieta: el ‘esquematismo, Conciencia y estructura, Pág. 286. 1967.
El proyecto de LD –una reflexión militante sobre la historieta- puede parecer complejo, más aún, contradictorio. Ante todo, porque se puede reflexionar sobre la historieta sin que las historietas nos gusten. Y porque tal vez en ninguna época más que en la nuestra, ni de modo más agudo, las cuestiones relativas al gusto se han hecho más chocantes en relación a aquellas referidas a la política, a la ideología, a la moral. Pero nosotros pretendemos escapar tanto a un ideologismo puritano (que siempre nos reprochará que gustemos o gocemos de las cosas) como de un esteticismo aburrido y vacío.
Presentación de LD – Literatura Dibujada. Número #01, Noviembre de 1968.
Contra un decorado de objetos irreconocibles pero duramente perfilados, aparece un universo de relaciones que se resumen y se congelan en un triángulo básico: la gata Krazy, que ama al ratón; éste, Ignatz, que solo busca ladrillos para tirarlos a la cabeza de la gata; y “The Offisa”, el perro, guardián del orden, enamorado de Krazy, el encargado de conducir incansablemente a Ignatz a la cárcel.
(…)
La tradición cuenta que un ratón, enamorado de la beldad, y aconsejado por un adivino, había escrito su declaración de amor en un ladrillo que lanzó a la gata, quién después de recuperarse del desfallecimiento aceptó encantada la proposición del ratón.
(…)
Se entrevé entonces la significación del triángulo, donde el perro, a fuerza de penar al ratón, pone al descubierto completamente el absurdo idealismo de la regla jurídica, mientras que el único realismo reside en el amor de la gata; y la frialdad del ratón es función del instantaneísmo de sus deseos y de su ignorancia de la tradición y la historia: es lo que lo vuelve homogéneo al policía y a la ley.
La historieta en el mundo moderno, Pág. 29-30. 1970.
En primer lugar, la publicidad y las tensiones internas de una sociedad, que al incrementar su industrialización, liberaliza sus costumbres; resultado: afluencia del “girl strip”.
La historieta en el mundo moderno, Pág. 37.
(Sobre Prince Valiant)
Prevalece en la historieta en verdad una pintura no escolástica de la Edad Media y un aire pagano de vida, un cristianismo democrático que se halla en la base, se sabe, de un cierto socialismo utópico.
La historieta en el mundo moderno, Pág. 58.
(Sobre Peanuts)
Schulz, que es amado por todo el mundo, ha sido aceptado por marxistas y cristianos.
Los pibes de Schulz, seres inseguros que desean ser amados, no solo son individuos psicológicos, sino que lo son obviamente. El desciframiento del comportamiento del personaje, en clave psiquiátrica y psicoanalítica, es ofrecido al lector con el comportamiento mismo.
La historieta en el mundo moderno, Pág. 75.
Dick Fulmine fue realmente un superhéroe “a la italiana”, que no sobresalía más que por su fuerza física: de enorme caja torácica, mentón cuadrado y un rostro dibujado según un esquema que hoy nos parece combinar admirablemente los de Clark Kent y los de Mussolini.
La historieta en el mundo moderno, Pág. 129-130.
Un desempleado en el BAFICI
Esta vez el mes de abril me encontró desempleado así que por primera vez en varios años tuve tiempo de ir tanto como me plazca al BAFICI (el festival de cine independiente de Buenos Aires, aclaro para los lectores extranjeros que no tienen obligación de saber qué es). Lamentablemente ahora que vuelvo a tener el tiempo y que tengo la plata para comprar unas cuantas entradas ya no tengo la voluntad de antes cuando podía ver cinco películas por día por varios días seguidos sin cansarme ni aburrirme. Como todos los demás años me las arreglé para de alguna manera no ver ninguna de las películas de las que todo el mundo está hablando así que casi siento que ni fui al BAFICI. No lo hice a propósito, me salió así, me gustaría pensar que pasa que soy un tipo especial con gustos únicos que va a ver lo que los demás no, pero se que no es cierto así que debe ser que soy medio estúpido. A pesar de todo esto, vi algunas cosas y se las voy a contar.
Preludio
Podría decir que arranqué el festival con las últimas películas de Bela Tarr y Apichatpong Weerasethakul, no porque las vi sino porque fueron las únicas para las que fui a buscar entradas y estaban todas las funciones agotadas así que saber que no iba a verlas fue mi primer certeza del festival. Esta bien, no me preocupo mucho, para estas cosas existe Internet.
Viernes 8
El arranque real fue casi a la medianoche con Norwegian Ninja, una comedia noruega sobre un equipo secreto de ninjas que parodiaba algunos eventos reales de espionaje y terrorismo ocurridos durante la guerra fría. Ofrecía poco la película, ese humor “bizarro” tan posmo y tan de moda que ya deberíamos ir superando. Empecé con la puntería bien abajo.Domingo 10
Me pasé de largo el sábado y me fui el domingo a la tarde a ver la nueva de Kelly Reichardt, Meek’s Cutoff, y una australiana de la que no sabia nada. Meek’s Cutoff esta muy bien, el problema es que tal vez sea el western mas lento jamás filmado y yo casi no había dormido y estaba por desmayarme del sueño, así que me costó mucho pero después de quedarme dormido logré recomponerme y concentrarme durante la segunda mitad. Lo que pude ver me gustó bastante. Es un western solo en el sentido mas amplio del termino. Un grupo de colonos cruzando el desierto queda a la merced de sus inclemencias y desesperados atrapan a un indio para que los guié hasta donde haya agua, pero ellos no entienden al indio y el indio no los entiende a ellos. Alguna gente se quejó de que era demasiado lenta pero creo que la velocidad era adecuada. Vamos, ¿Cuanto más puede pasar en el medio del desierto?Apenas termino fui a ver Blame, una australiana sobre la cual el catálogo prometía que iba a ser un thriller “vertiginoso”, “tenso”, “electrizante” y no se que mas. La película es sobre unos pendejos que se meten en la casa de alguien en el medio del campo a asesinarlo por razones que no se explican hasta más tarde pero tienen todo poco pensado y los planes les empiezan a fallar. Es como una Funny Games en la que los personajes son imbéciles en vez de crueles. Era entretenida pero dejaba gusto a poco y tenia una vuelta de tuerca al final de esas que te arruinan la mejor película. ¿Qué necesidad hay de seguir haciendo estos finales?
Lunes 11
Primer día exitoso de mi BAFICI. Vi en la sala mas vacía en la que estuve Silver Bullets, la nueva de Joe Swanberg, a la que iba con expectativas altas seguro que no podía fallar y cumplió. La verdad es que estos directores mumblecore son una debilidad mía y hasta sus peores películas me gustan, pero esta es buena, Swanberg es un buen director y esta debe ser su mejor película después de Hannah Takes the Stairs. La película se trata de una chica que actúa en una película de terror clase B con hombres lobo, su novio director de cine que esta harto de las películas (interpretado por Swanberg mismo) y las tensiones sexuales que surgen entre directores y actrices y los conflictos que eso genera en la pareja. Es otra película mumblecore, hay mucha gente joven con problemas hablando sobre sus relaciones y sus expectativas de vida, pero mejor que muchas. Swanberg parece haber aprendido algunos trucos nuevos y esta dirigiendo y narrando mejor que nunca, con una sutileza nueva. Como dijo Marcos, en unos años hace una obra maestra.
Después corrí para ver una de las que mas esperaba del festival, The Ballad of Genesis and Lady Jaye, el documental de Marie Losier sobre Genesis P-Orridge y su difunta esposa Lady Jaye y la transformación que estaban llevando a cabo para mimetizarse en una sola entidad pandrógina. En la puerta me encontré a Amadeo, adentro nos encontramos con mi amigo Fernando y después seguimos saludando y reconociendo gente hasta que se apagaron las luces. Sentimos que tal vez todo el mundo en la sala era un conocido o un conocido de un conocido y nos sentimos un poco incómodos. La película intenta documentar la cotidianeidad de su relación y algo tan intangible e irrepresentable como el amor que siente el uno por el otro, con sensibilidad, sin sensacionalismo y con todo el genio y el magnetismo del que es capaz Genesis. Es un documental tierno, romántico y amigable que sorprendería a los que sólo conocen a Genesis como el tipo de las performances escatológicas de COUM Transmissions y la violencia musical de Throbbing Gristle. La directora estaba presente en la función, desgraciadamente para ella, que al final tuvo que soportar la peor sesión de Q&A con el publico de la historia de las presentaciones.
Martes 12
No había visto nada de Sion Sono. Aunque me habían recomendado mucho Love Exposure pero dura cuatro horas y siempre pospongo verla. El catalogo describía a Cold Fish con alguno de esos adjetivos genéricos de catálogo como “rebelde” o “subversivo”, lo cual no me dice nada de nada y menos cuando se lo dedican a una película japonesa. Increíblemente creo que esta vez significaban algo esas palabras. Cold Fish cuenta la historia de un pusilánime dueño de una modesta tienda de peces tropicales con un matrimonio infeliz y una relación terrible con su hija adolescente. Un día se cruza accidentalmente en su vida un hombre que es exactamente todo lo opuesto a el. Tiene una tienda de peces tropicales gigante atendida por jovencitas en ropa ajustada, maneja una Ferrari, es gracioso, vivaz, su mujer y su hija lo aman, y lo más raro es quiere ayudarlo y hacerlo socio de su negocio. Pronto se ven las verdaderas intenciones de este personaje y siguen dos horas impredecibles de violencia, sangre y perversión con la tensión entre las personalidades opuestas de los dos vendedores como centro del desarrollo. La película dura dos horas y media y no se hace larga nunca, las actuaciones son impecables, los personajes son densos y complejos, el ritmo es frenético y Sion Sono dirige tan bien. La única película que fui a ver sin saber que esperar y resulto ser genial.
Miércoles 13
Viaje una hora de ida y otra hora de vuelta hasta el MALBA sólo para ver un corto de media hora. Me encontré de nuevo con Fernando y cuando le dije que no tenía nada para el resto del día justamente me preguntó “¿Y te viniste hasta acá solo por un corto de media hora?”. Sí, sólo por un corto de media hora, pero no por cualquier corto sino por el nuevo corto de Thom Andersen, Get Out of the Car. Casi diez años después de la gloriosa Los Angeles Plays Itself, Andersen volvió con otra obra sobre Los Angeles, pero esta vez no se dedica a analizar cómo fue retratada por otras películas, sino que intenta hacer la película que le haga justicia a la ciudad con un collage de planos fijos de la ciudad, marquesinas vacías, calles desiertas, lugares abandonados, fragmentos de conversaciones y música pop. Por supuesto es tan maravilloso como todo lo demás que hizo Andersen. Es como una Lost Book Found, mas minimalista y con media hora menos y sobre Los Angeles en vez de New York, pero con una sensibilidad similar. Esa melancolía prestada de lugares que nunca conocimos, de una época que no vivimos. La película empieza con un plano de un cartel publicitario vacío y este dialogo en off:
¿Por que estas filmando eso?
-Porque es una película sobre carteles.
Pero ese esta vacío.
-Bueno, también es como una película sobre la ausencia.
Ok, avisame cuando estés filmando una película sobre algo.
Originalmente había pensado ver este día las de Tarr y Weerasethakul pero después de ver Get Out of the Car me alegre un poco de no tener que ver nada mas. Dieron otro corto antes, On Rubik’s Road, que eran un montón de escenas naturalistas de un pueblo letonio, pero llegué tarde y creo que no la entendí bien. No importa.
Jueves 14
Ultimo día. Dos películas, dos directores conocidos y confiables. Primero Caterpillar, la nueva de Koji Wakamatsu, uno de los grandes genios malditos del cine japones. Todas las que vi de Wakamatsu eran de los 60s así que no sabia muy bien en que estado se encontraba, y era una película anti-bélica sobre la segunda guerra mundial, que me parecía que era un tema un poco raro y obsoleto sobre el cual andar moralizando en el 2011, pero igual no quería dudar mucho porque, bueno, era Wakamatsu. Y no, no tenia que dudar. El mensaje habrá sido poco original, pero la brutalidad con la que te lo explicaba era demoledora. Acá los medios justificaban el fin y no al revés. La película es sobre un soldado japones que vuelve a su casa sin brazos sin piernas y sin poder hablar y su mujer se tiene que ocupar de el mientras todo el pueblo lo considera un héroe. Su mujer lo odia, desearía que hubiese muerto en vez de volver así pero también siente un cierto placer morboso ante que su marido sea una oruga y ya no pueda golpearla, y mientras ella empieza a volverse abusiva, el soldado es atormentado por sus recuerdos de él y otros violando mujeres civiles chinas en la guerra. Toda la crueldad propia de Wakamatsu, del mejor Wakamatsu, el director mas impiadoso desde Buñuel. En su cine no existe ningún lugar reconfortante, no hay bueno ni malos, nadie es inocente y todos son víctimas, el mal y la crueldad y la violencia son impartidos sin placer y sin justicia, sin mayores razones, solo una contingencia más que cae sobre personajes que tratan de lidiar con la irracionalidad y la injusticia de un mundo sin Dios. Wakamatsu se las arregla para que sea imposible empatizar cómodamente con cualquiera de los personajes y finalmente no deja una moraleja sino un vacío.
Ahora solo quedaba una película final y había decidido terminar bien arriba, la última de Monte Hellman. Si, después de mas de 20 años sin filmar y con casi 80 años el gran Hellman volvió. Si, una nueva película del director de obras maestras como Two-Lane Blacktop, The Shooting y Cockfighter. Bueno, el plan falló. Las expectativas no fueron cubiertas. No sé qué pasó, no sé qué es lo que no entendí pero creo que fue la primera vez que sentí que no estaría fuera de lugar preguntarle a un director “¿Y qué quisiste decir con esto?”. No entendí. No quiero decir que no entendí la historia, que me perdí o algo así, es otro nivel de incomprensión, no entendí de qué iba y a donde iba la película. Tal vez no iba a ningún lado. Era algo sobre un director mediocre que está filmando una película mala sobre un caso real sin resolver (algo de un romance/estafa/doble suicidio) pero esta demasiado metido en la película y empieza a perder la perspectiva y se enamora de su actriz principal y empiezan a pasar cosas con los cabos sueltos del caso real y no se qué y después termina. Y bueno, por momentos sentí que Hellman estaba tratando de decir algo sobre el cine y sobre dirigir, algo, no sé, pero la idea detrás de esto, sea cual sea, nunca terminó de llegarme. Espero verla de vuelta antes de opinar más porque tal vez en la segunda vuelta logre tener algo mas concreto al respecto, pero igual puedo decir que fue decepcionante. Ahora quiero saber qué película vió el tipo que escribió en el catálogo que esta película estaba al nivel de Two-Lane Blacktop. Y en esa nota baja se terminó mi BAFICI, ahora queda empezar a buscar y bajar todas las películas que no se pudieron ver.
Esto fue el BAFICI para El Baile Moderno y espero que les haya gustado.