Bastardos Melancólicos.

David_05

(Contiene spoilers menores. Para una serie que terminó hace 7 años. El título fue robado a un libro de mi amigo José Villafañe, que se puede bajar aquí.)

1. Sociedad.

Esto es quizás una revelación baladí, pero últimamente estuve pensando que las series que realmente valen la pena tienen algo que decir al respecto del concepto de sociedad. Desde una sociedad moderna que aplasta a los hombres mientras gira en un perfecto funcionamiento viciado (The Wire), pasando por una sociedad familiar con sus propias reglas que van en contra de las reglas de la sociedad más amplia (The Sopranos) hasta una sociedad en un punto límite entre la descomposición y la transformación en algo nuevo (Mad Men).

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7 Tesis Sobre Batman/Morrison.

Batman And Robin Will Never Die

If there’s one thing I hate is art without content.
Batman, Batman #656.

Hace apenas un mes terminó el Batman de Morrison, una mega saga que el escocés tejió con uno de los personajes que, a primera vista, parecen menos adecuados para su sensibilidad épica y múltiple. Cuando lo tomó, en el 2006, casi nadie se imaginaba que iba a durar tanto en el personaje. Al final se quedó siete años, lo máximo que Morrison estuvo en cualquier serie regular.

El final, lamentablemente, fue bastante ignorado por todos, desde DC Comics hasta los fans, pasando por la comunidad artística. Comparado con la fiesta que se armó cuando Geoff Johns dejó Green Lantern, con un número especial lleno de dedicatorias y palabras bonitas, el último número de Batman Incorporated se publicó como si fuese algo vergonzoso a lo que había que darle un final, un vestigio de épocas pasadas, algo que no encaja en la nueva visión de las cosas de DC. Además, su final circular, anticlimático y extrañamente poco sentimental dejó a bastantes con gusto raro en la boca que hace olvidar los extremos a los cuales Morrison llevó a Batman a lo largo de estos años.

Por lo tanto, decidí releer todos sus setenta y pico de números para ver que se puede rescatar de este Batman, que, como todo lo que ha escrito Morrison, es mucho, pero que, asimismo y quizás por primera vez en una obra del escocés, encierra una contracara un poco descorazonadora.

(Spoilers, etcétera). 

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Bailando sobre Arquitectura

– Descubrí a The Necks hace más o menos 3 meses, y desde que los conocí pensé en escribir sobre ellos, recomendándolos y tratando de explicar por qué son tan buenos. Las semanas pasaron y ese post se fue aplazando. Llegó al punto en que ayer, luego de ver mi lista de tareas pendientes con el inamovible «post sobre The Necks en EBM» ahí esperando, me pregunté «¿Por qué me está costando tanto escribir sobre música?». ¿Por qué, el acto de recomendar una banda que no es precisamente nueva, se siente como algo anticuado, viejo, innecesario?

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Modernistas 14: El futuro. Claire L. Evans.

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(Foto de Alin Dragulin).

Claire L. Evans es una artista fascinante. Yo la conocí como una de las mitades de la banda YACHT (la otra mitad siendo Jona Bechtolt, su pareja) y su música inteligente, bailable y catártica, repleta de conceptos y reflexión detrás de cada canción, me encantó al instante. Luego comencé a conocer sus otras actividades, que van desde la participación en proyectos artísticos colectivos hasta la escritura sobre ciencia dura en un blog, pasando por las artes plásticas, la curatoría y una continua fascinación con la ciencia ficción y la especulación futura. Justamente la semana pasada fue nombrada editora de la nueva versión de la revista OMNI, a raíz de un muy buen texto sobre su historia e influencia que publicó a principios de año. Así que decidí realizarle una entrevista, que contestó con rapidez, generosidad y grandes ideas y que reproducimos acá abajo. Con ustedes, Claire L. Evans.

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Lata Brillante.

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(Artículo publicado originalmente en la revista Haciendo Cine #136, de Mayo de este año, la versión que aquí se ve ha sido tuneada un poco, sin embargo. Contiene spoilers.)

Este año llegó al pueblo la última película de Marvel Studios y es apropiado conceder que la extensa secuencia narrativa construida por el estudio da un salto de calidad justamente con el personaje que fue su punta de lanza y el menos esperado para saltar a la pantalla de una manera exitosa: Iron Man.

Hay que tener en cuenta una cosa que mucha gente olvida, esto es, lo mucho que hicieron las películas de Iron Man por el personaje. Antes de su primera película, ¿quién mierda era Iron Man en los comics? Era un personaje mediocre, sin ninguna historia relevante, parte de una trinidad de Marvel que nadie sabe cuando se estableció ni por qué (la trinidad Iron Man-Captain America-Thor parece un intento de equipararse a la trinidad de DC en un momento en que esos personajes estaban en su punto más bajo de ventas y creativo) cuyo momento de mayor gloria era haber superado una adicción al alcoholismo bastante trucha. Era, en otras palabras, un personaje sin concepto, construido sobre una serie de detalles superficiales: rico, bon vivant, playboy, dualidad de identidad empleado-millonario. Pero nadie había logrado aprovechar esos elementos más que para que lidere un equipo de Avengers de la B que terminó horriblemente y para pararlo en escenas de grupo a que diga alguna cosa tecnológica.

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