Canción Para Una Generación Futura. (Porque los B-52’s deberían gobernar el universo.)

– ¿Alguna vez te he dicho cuanto me gustan los B-52’s?.
(Así comenzó la conversación.)
– No, creo que no.
– Es algo en lo que no pienso muy a menudo. No son como esos iconos bizarros que todos tenemos que tener, pulir de vez en cuando, sacarlos al sol y adorarlos en público. Los Mark E. Smiths, los Daniel Johnstons. De alguna manera, los B-52’s están siempre… ahí, como una corriente subterránea, como un objeto a cuya presencia ya te acostumbraste. Hasta que uno los escucha. Claro. Siempre te llaman la atención sus peinados en forma de panal de abejas, sus pantalones acampanados de colores fluo, el ridículo bigotito de Fred Schneider.
– Perdón, estamos hablando de los de Love Shack?
(Enorme cara de enojo, como diciendo “Mierda!, ¿porque tengo que relacionarme con idiotas?)
– ¡Por dios, hombre!. ¡Love Shack!. ¡Pensaba que tenias un poco mas de cultura musical!. Esa canción es buena, no lo dudemos, pero no se acerca ni a atarle los cordones a lo REALMENTE bueno de los B-52’s. ¿Alguna vez escuchaste su primer disco?. Es el de tapa amarilla, no roja. Fred Schneider esta con un traje azul ridículo, mirando a la cámara con cara de estúpido y Cindy Wilson tiene una peluca casi blanca, cónica.
– No, no realmente.
– ¡Con razón!. ¡Ese disco es absolutamente imprescindible!. Te voy a hacer una copia. Tenés que escucharlo entero, no solamente “Rock Lobster”. Aunque esa es probablemente la única canción que no me cansare JAMAS de escuchar en una fiesta.
(Trago de cerveza, realmente esta excitado y enojado de que no se los reconozca como una gran banda)
– Si, bueno…creo que mi experiencia con ellos llega hasta ahí, básicamente. En alguna fiesta he bailado “Rock Lobster”…y el video de “Loveshack”.
– Tenés que escuchar ese disco. ¡Tenés que escuchar ese disco!. Es terrible. Tenés que sentir esas guitarras surf, que uno percibe que pueden degenerar en una masa informe de ruido en cualquier momento. Esa enorme decadencia comercial… El perfecto punto de contacto entre la comercialidad y el inconformismo post punk. A veces pienso que los B-52’s realmente inventaron la pose indie que luego seria la marca registrada de Pavement, ponele. ¿Porque sino esa fascinación con el pasado?. ¿Con la Norteamérica de los años 50?. No era mera nostalgia. Uno sentía que se reían sarcásticamente. Los B-52’s eran el futuro armado de los pedazos rechazados del pasado, de las migajas que nadie quería. ¿Seguro que no escuchaste “Dance This Mess Around”?.
– No…creo que no. Pero ese título es muy bueno.
– Si, pero deberías escucharla. Es una especie de mezcla entre una canción de las Ronettes y Le Tigre. ¿A vos te gusta Le Tigre, no?.
– ¡Si, claro!. Kathleen Hanna, te amo.
– Si si, claro, ¿vos sabes cuanto le robo esa mujer a Kate Pierson y Cindy Wilson?. Ellas inventaron el estilo “chica de bubblegum” + punk. Y no solamente Hanna: las Deal, las chicas de Sleater Kinney, todo el electroclash… Todos les robaron a esas dos mujeres increibles…Pero estoy divagando. Te hablaba de “Dance This Mess Around”. Es una especie de mezcla entre las Supremes y Le Tigre, como te decía. Pero lo genial es como parece la canción de una niña caprichosa. Si las canciones de los 50 siempre eran sobre la chica sumisa, acá hay una inversión: tu novia buena se rebeló, quiere bailar y chilla como un nene sin su mamadera “Why don’t you dance with me!!!???!”. Un momento glorioso de la música pop.
(Mientras dice esto, agita los brazos para arriba y para abajo y mueve la cabeza a un ritmo imaginario. Toma otro trago de cerveza.)

– Bueno, voy a tomarte la palabra sobre eso…
– En serio, man. Después te lo grabo. En fin…el segundo disco es maravilloso también. Es el de tapa roja. Están sentados en unos sillones, con la cara mas seria, como diciendo: “hijos de puta, que no entendieron que tenían que bailar y adorarnos, ¡ahora les vamos a dar mas!”. Porque por dentro es casi igual de brillante que el anterior. Tiene “Give Me Back My Man” y “”Private Idaho”…
– ¿Como la película de Gus Van Sant?
– ¡Claro! ¡Si robó de ahí el titulo!. Hay un pequeño agradecimiento a los B-52’s al final. Es genial que la haya sacado de ahí, porque una película con esa carga tan fuerte de homo erotismo confuso, de sensación de crecer, de tener que volverse un adulto, solo podría llamarse como esa canción, que es un especie de himno en contra del enclaustramiento, una suerte de exhortación a un interlocutor imaginario incitándolo a que abandone su vida monástica, su Idaho privado y salga a la luz.
A esos dos discos los tengo en vinilo. ¿Te acordás de la época en que vendía vinilos para pagarme las vacaciones?
(De pronto su mirada se pone borrosa, nostálgica)
– Si, claro, ¡esos vinilos nos dieron unas cuantas satisfacciones!
– Bueno, nunca me ví ni siquiera tentado a vender los de los B-52’s. Hasta puse mi “Ziggy Stardust” original, edición inglesa, en el mercado y a ellos no los podía tocar.
¡Mierda!. ¡Si hasta Whammy es fabuloso!. En el medio esta ese ep que sacaron con David Byrne, que, a pesar de los nombres involucrados, no es gran cosa, pero tiene un título perfecto: “Mesopotamia”…
– Si, es un lindo título…
– Claro que si! Y no lo digo solo porque soy un enfermo de la historia, sino porque traslada la imagen perfecta para la pequeña decadencia de los B-52’s: al mismo tiempo da la impresión de una civilización vagamente libertina y salvaje (porque tendemos a pensar que todas las civilizaciones antiguas son ligeramente libertinas y salvajes) y de un pantano cuidadosamente corroído por las aguas de varios ríos infectados de mosquitos, sapos y musgo. Quizás es un anuncio de los problemas que seguirían…
(Pausa por un segundo, toma otro trago de cerveza. Enciende un cigarrillo)
De cualquier modo, “Whammy”es una especie de versión McDonalds del sonido B-52’s. Creo que a ellos les hubiese gustado esa comparación, tan obsesionados estaban con el consumismo norteamericano. Un disco con una producción mucho más limpia, canciones más “sencillas” que se apoyan predominantemente en sintetizadores simples y un tanto blandos, pero que aun tiene fuerza, potencia y alegría. Tiene esa maravillosa canción “Song For A Future Generation”. Ahora estoy leyendo a Douglas Coupland y por momentos la letra de esa canción me recuerda a sus desapasionados análisis de la juventud de los 90.
– ¿De que manera?
(Parece casi fastidiado de que lo interrumpa en medio de su diatriba. Hace una larga pitada a su cigarrillo y sigue)

– Bueno, la letra habla sobre dos personajes que se creen mucho, que quieren ser el “rey de la galaxia” y la “emperatriz de la moda”, por lo menos en las primeras estrofas, lo cual condensa la desesperación norteamericana por el éxito que fue tan fuerte en los 80, pero esta presente en toda su historia. El destino manifiesto y todo eso. Esa parte sola ya garantiza que la canción es fabulosa, pero las siguientes estrofas, donde cada uno se presenta y da dos o tres datitos sobre su persona, como si estuviese en un programa de citas, es lo que me recuerda a Coupland. Porque es un poco la idea de que todos podemos ser resumidos en dos o tres rasgos particulares, “quirks”, pequeños detalles neuróticos que definen nuestra personalidad. Y, claro que si, en nuestra relación a la cultura pop que consumimos en nuestra juventud.
– Veo que realmente te apasionan los B-52’s. Yo solo pensaba que te gustaba pasar una o dos canciones de ellos en fiestas…
– Si, bueno, como te dije, es algo en lo que no pienso a menudo. Además la gente tiende a tener esta visión unilineal de los B-52’s como una banda de fiesta, vacua e insustancial. Pero son tanto, tanto más. De cualquier modo, ellos también hicieron bastante por alimentar esa imagen, después de todo. “Bouncing Off The Satellites”, por ejemplo. Es un disco triste, un disco de B-52’s “by the numbers”. La suavidad del sonido del disco anterior ya ha degenerado en los peores trucos de producción de los 80. En esas baterías preprogramadas (o que suenan como preprogramadas) y en una sensación de agotamiento bastante pronunciada. Kate y Cindy no cantan como antes, las guitarras de Ricky Wilson apenas están presentes. Es que claro, se murió en medio de la grabación de sida…
– ¿Se murió de sida?.
– Claro…una cosa que siempre fue encomiable de los B-52’s era que eran una banda realmente igualitaria y que aplicaba bastante las ideas de igualdad entre los sexos tan en boga en el post punk. Pensalo: eran 3 miembros gays y dos chicas. Y, sin embargo, nunca hicieron aspaviento de nada de ello. Por ello creo que abrazaban toda la iconografía norteamericana con ironía. ¿Que hay mas irónico que 3 gays y dos mujeres apropiándose de la estética de los 50, la época de las casas construidas todas iguales, los suburbios blancos y los matrimonios felices no comunistas?.
(Ríe de su propia broma, toma otro trago de cerveza y aplasta la colilla en el cenicero)
En fin…que “Bouncing Off The Satellites” es feo, pero es perdonable, se les acababa de morir su guitarrista, hermano de su cantante y corazón musical de la banda. Y a pesar de todo ello tiene una canción preciosa de cierre: “She Breaks For Rainbows”. Un tema synth pop sentimental, delicado, melancólico. Como esos hits que se hacían en los 80, que todos clamaban detestar pero en el fondo amaban. Como “Don’t You (Forget About Me)”. No puedo evitar leerlo como una gran carta de despedida a Ricky Wilson, con su letra sobre lluvia y arco iris y su melodía suavemente triste que al mismo tiempo es “elevadora”, te levanta, te da esperanzas.
Y lo más genial es que justo cuando todo parecía perdido, hicieron un Fénix.

– ¿Un que?
(Una vez mas el fastidio en su cara)
– ¡¡¡Un Fenix, hombre!!!. ¡Es la historia mas vieja del rock!. Banda que parece acabada saca un disco hermoso que los vuelve relevantes de nuevo. Renacen, en pocas palabras. No es algo que suceda seguido, cuando un grupo esta en un punto tan bajo, en general es mas probable que sigan hundiéndose y seguir escuchándolos es lo mas parecido a ver un accidente de tren en cámara lenta.
Pero a los B-52’s no les pasó eso. “Cosmic Thing” es, quizás, lo mejor que hicieron desde “Wild Planet”. Es un disco de revancha. Ya desde el primer tema te das cuenta que suenan mas afilados que nunca, irresistibles ganas de mover los pies te invaden. ¿Sabias que ese es el ultimo cd que me compré?. Y de eso hace dos años…
– Guau, realmente sos un fan…
(Se detiene un momento y piensa, como percibiendo claramente por primera vez una nueva idea)
– Si, parece que si…Lo bueno de charlar estas cosas es que te das cuenta de lo mucho que apreciabas algo… ¡Y en este disco esta “Loveshack”!. Que fue un gran éxito, como todo el mundo puede atestiguar. Y en este caso estaba completamente merecido. Si bien interminables repeticiones en canales de videos y en fiestas de todo tipo me llegaron a cansar (¡pero hay que admitir que era de lo mejor que pasaban en algunas de esas fiestas!) sigue siendo un tema inoxidable. La banda de sonido perfecta para la película comercial que John Waters jamás volverá a filmar. Todo tan campy y brillante…
El otro hit también es genial, “Roam”, a esa seguro que la escuchaste. Es una canción completamente hedonista. Te encomia a abandonar tus responsabilidades y a “dar vueltas alrededor del mundo”. ¿Hace cuanto tiempo que no existe una banda que hace de la diversión su modo de vida?, ¿cuyo único objetivo en la vida es que te sientas bien?.
(Suspira melancólicamente)
Pero, por debajo de eso tiene “Deadbeat Club”. Una verdadera postal de despedida. Los B-52’s no manejaban la tristeza. El sentimiento estaba tan alejado de su paleta de emociones como el odio de la de Jonathan Richman. En esos tres minutos de “Deadbeat Club” se quiebra esa pared y tocan por primera vez la tristeza con mayúscula. Ese momento de vulnerabilidad, de hastió, indicaban que ya no se estaban riendo y que esta vez iba en serio…La única manera de terminar la fiesta mas divertida en años.
– ¡Hey! ¿Y la banda sonora de los Picapiedras?.
(Pone cara de disgusto, frunce las cejas, mira con odio y arruga la nariz).
– Seguro que eso lo grabaron dobles nazis criados en probetas.

(Versión sin editar de la nota aparecida aquí en junio de este año)


Low – death of a salesman

So I took my guitar
And I threw down some chords
And some words I could sing without shame

And I soon had a song
I played it around
For some friends but they all said the same

They said music’s for fools
You should go back to school
The future is prisms and math

So I did what they said
Now my children are fed
‘Cause they pay me to do what I’m asked

I forgot all my songs
The words now are wrong
And I burned my guitar in a rage

But the fire came to rest
In your white velvet breast
So somehow I just know that it’s safe


Walking with a Dancing Beat

Con gran parte de la música pop de los 60s pasa lo mismo que pasa con las bandas nuggets, nadie las recuerda ni sabe de su existencia salvo un grupo de fans obsesivos que no escuchan nada más mientras el resto del mundo solo puede nombrar a un par que trascienden levemente ese nivel de culto y anonimato. Pero es posible que entre los cantantes inventados por productores para hacer gritar a las chicas en American Bandstand y las bandas de chicas haya muchos más momentos de brillo que entre las bandas de garage que tantos compilados han llenado (supongo que porque en esa época el Brill Building brillaba en todo su esplendor y todas esas bandas tenían compositores detrás, mientras que las bandas de garage eran precisamente eso, amigos que se juntaron a imitar a sus bandas favoritas en sus garages).

Pero habiendo pasado gran parte de las últimas semanas escuchando viejas glorias del pop de los 60s y como en El Baile Moderno siempre estamos pensando en nuestros lectores y creo que es posible que no escuchen mucho de esta música o que al menos no hayan escuchado a muchos de esos artistas, decidí hacer un compilado con lo mejor de las cosas que más estuve escuchando. Algunas de las cosas que puse son bastante conocidas pero otras están realmente olvidadas ya que muchos fueron one-hit wonders y no mucho más que su único hit pasó a la historia y como ya sabemos, no es cierto que con todos los artistas olvidados la historia hay sido injusta. A algunos realmente no hay razones para recordarlos más que lo que se los recuerda.

Algunos detalles y aclaraciones:

1– Hay un par de artistas que no deberían estar ahí. Buddy Holly y Big Bopper son previos a «la muerte del rock» (¡el día de su muerte es precisamente el día que murió!) en el 59 así que obviamente no pertenecen al pop de los 60s, pero como los estuve escuchando por igual y comparten cierto sonido (no espíritu) y los temas eran demasiado buenos los puse igual. Después de todo «Everyday» de Buddy Holly es casi el mejor tema del compilado.

2– La versión de las Shangri-Las de «Maybe» es mucho mejor que la de la Chantels pero puse esta última para no poner tres temas de la banda de los dos pares de hermanas. Igual les recomiendo escuchar esa versión.

3– «Baby Sittin’ Boogie» es el tema más estúpido del mundo. Le suma colorido al compilado pero estaría loco si dijera que es un buen tema.

4– Dion and the Belmonts sí es una banda con la que la historia fue injusta. Dion se convirtió eventualmente en un artista de culto y alcanzó algún nivel de reconocimiento, pero sigue estando muy lejos de lo que «The Wanderer» se merece.

5– «Kookie, Kookie» es toda una rareza. Kookie era el personaje que por entonces interpretaba el actor Edward Byrnes en la serie 77 Sunset Street, quien grabó ese tema con la actriz Connie Stevens después de que ella actuara en varios capítulos de la serie. Los que vieron Mulholland Drive recordarán otra canción de Connie Stevens, «Sixteen Reasons».

6– Claudine Clark merece una mención especial entre las demás cantantes de su época. Habrá sido una one-hit wonder y después de «Party Lights» no hizo nada que vendiera ni diez copias y nadie puede mencionar otro tema de ella, pero esa genial canción la compuso íntegramente ella, y muy muy pocas más en esa época hicieron eso.

7– Me sentí obligado a poner «Will You Love Tomorrow?» de The Shirelles porque es un tema histórico y fue el primer single de un girl group que llegó al primer puesto, pero mi tema favorito de ellas sigue siendo «Mama Said» y por eso lo incluí también.

8– Estoy plenamente convencido de que las Shangri-las fueron la mejor banda de su época.

9– Nunca nadie habla de Bobby Darin, pero fue uno de los más exitosos ídolos juveniles de su época y tiene mucho temas geniales, como prueba el increíble y super-exitoso «Dream Lover», que pueden escuchar acá (en realidad ese tema es del 59, pero bueno, tenía que estar).

10– Ahora sí.

Walking with a Dancing Beat

1 – Lollipop (The Chordettes)
2 – Party Lights (Claudine Clark)
3 – Dream Lover (Bobby Darin)
4 – Chantilly Lace (Big Bopper)
5 – Give Him a Great Big Kiss (The Shangri-las)
6 – It’s In His Kiss (The Chiffons)
7 – Everyday (Buddy Holly)
8 – The Wanderer (Dion and The Belmonts)
9 – Do You Love Me? (The Contours)
10 – Heart and Soul (The Cleftones)
11 – Baby Sittin’ Boogie (Buzz Clifford)
12 – Kookie, Kookie Lend Me Your Comb (Edward Byrnes and Connie Stevens)
13 – Stranded in The Jungle (The Cadets)
14 – Hang’em High (Booker T. and the MGs)
15 – Born to Cry (Dion and The Belmonts)
16 – Wishing Well (The Shangri-las)
17 – He’s so Fine (The Chiffons)
18 – He’s a Rebel (The Crystals)
19 – Mama Said (The Shirelles)
20 – Maybe (The Chantels)
21 – Will You Love Me Tomorrow? (The Shirelles)

Enjoy.


Jon Savage, el hombre que nos dio «England’s Dreaming», escribe «Teenage: The Creation Of Youth Culture», un libro que trata sobre la invención de la categoría de adolescente desde finales del siglo XIX hasta mitades del XX, mas precisamente, hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Hermoso proyecto que me hace cosquillas en todas mis obsesiones: historia, cultura popular, siglo XX y periodismo.
Camille Paglia lo reseña aquí y Michelangelo Matos hace lo propio en The Onion. Quien me lo regala para mi cumpleaños?