¿Cual es tu Canción Favorita?
La mía es ‘Lover’s Spit’ de Broken Social Scene.
Amadeo no tiene ninguna.
La de Darío es ‘Strange Powers’ de Magnetic Fields.
¿uds.?
Belle and Sebastian – Your Cover’s Blown
Quizás lo más atractivo e interesante de esta canción es que, en el fondo, no funciona del todo bien. Es un experimento curioso y fallido, que incluso ni siquiera es algo totalmente novedoso ya que luego los belle han intentado un enfoque similar en una cancioń y lo han logrado efectivamente. Pero, justamente, es esa condicioń de ‘canción-error’ lo que me parece genial.
Estamos hablando del periodo para mi más interesante de la carrera de Belle – la que esta ocurriendo ahora en sus últimos dos discos. Despues de sacar cuatro discos que arrancan todos identicamente ( con una acústica suave y la voz de stuart ), al fin arrancan un disco con el arreglo retro-bubblegum de ‘step into my office baby’, el primer tema de Dear Catastrophe Waitress. Algo cambió. Es, digamos, lo que Amadeo en un viejo post comentó como ‘la venganza de los nerds’.
Aunque el cambió es más bien un cambio de enfoque, y un cambio musical y en la orquestación: Las obsesiones del cantante y sus ideas se mantienen bastante constantes, solo con un cambio de punta de vista – un lado un poco más irónico, auto-consciente, menos penoso y triste, más real y con más humor.
Say what you want and leave your shyness home
Do what you want and write a little poem
Leave it for her and live another day
Leave it for her, the girl around the way
Ahora, volviendo un poco a esta canción. Tiene tres secciones claramente definidas. Un comienzo en plan disco-funk inhóspito, frio y burlón, seguido por (luego de un puente) un corte total, rarísimo y muy molesto, que hizo que mucha gente llamara a este tema «el Bohemian Rhapsody del Indie» ( descripción detestable si las hay ). Luego de este corte (que conceptualmente en realidad esta muy bien), vuelven a la idea original del tema, pero con una capa extra, sacandole todo lo frio en cierta forma, como una manta de arreglos muy belle and sebastian que hacen que cambie el significado y el clima general de la canción.
Listen lady, put your phone down
Cancel all operations
Tell your friends to cool it
Your cover’s blown
I want to see you alone
Cancel all operations
Tell your friends to cool it
Your cover’s blown
En mi opinión, la mejor parte por lejos es el final, con sus infinitos arreglos de voces y capas y capas que se arreglan sobre la voz de Murdoch que se escapa del estribillo y usando la misma melodia, hace una especie de pequeño solo de letra. Es el momento más tradicional del tema, y el que, sin duda, les sale mejor. Pero funciona perfecto como contraste contra el resto, que es tan incómodo en cierta forma. Y en si es perfecto para de lo que habla el tema, y es en si una relación insegura y de amor-odio a la vida nocturna. En esa perspectiva la canción no puede ser más perfecta al demostrar musicalmente lo flawed de la relación con ese tipo de vida, mostrando idas y venidas en cambios de clima en el tema, y toda esa sensacioń tongue-in-cheek, que esta a medio camino entre reirse de la situación, o tener que usar esa fría distancia para poder observarla porque incomoda o es difícil de comprender.
I want to go out but there’s nobody home
I’ll go on my own
Luego de estas líneas, se abre el puente que básicamente es el main motif del tema, una tormenta de ideas borrosas, que no son solo de una noche, son de varias, y queda todo más que explícito.
Thus starts the lonely walking
There’s always too much talking
I should have stayed home
She starts her cool caressing
The kid, she starts undressing in front of me
I should’ve stayed home
The DJ’s picking up speed
That’s something I just don’t need
I should’ve stayed home
The gossip’s bearing down on me
The kids are pairing off in front of me
I should’ve stayed home
I should’ve stayed home
I think I’ll go home
Enseguida, el narrador vuelve a refugiarse a sus lugares más comunes y el tema se ‘belleandsebastianiza’. Ahi, Murdoch luego de repetir el estribillo agrega un montón de imágenes que rodean la misma idea. La melodia sigue el estribillo pero la cadencia de las lineas cambia ligeramente y el efecto es buenísimo. Se nota que hay un personaje principal – la chica – pero a mi me cuesta verlo como un individuo y me suena más a una imágen general. Finaliza, en plan melancolico con el estribillo alterado.
Listen lady, leave the phone down
Cancel all operations
Tell your friends there’s more to you than this
El efecto global del tema es extraño. Al principio no convence, despues uno empieza a agarrarle el gusto (un ‘grower’, digamos) pero definitivamente no todo el tema esta parejamente logrado. Pero al mismo tiempo, pensandolo cumple su efecto. Es similar quizás al efecto de Adaptation de Andy Kaufmann, donde la pelicula al final da ese extrañisimo giro de vuelta, y cambio de género, y se convierte practicamente en otra pelicula porque simplemente tiene que hacerlo. a ‘Your Cover’s Blown’ la veo igual – una canción que no funciona porque no puede funcionar.
Luego los Belle sacaron The Life Pursuit y pulieron este nuevo lado más despreocupado y 70s, agarraron las temáticas correctas y las encararon notablemente, y las unieron con más delicadeza a su «estilo» anterior. Incluso antes esta ‘stay loose’, que tiene una premisa ligeramente similar pero funciona mejor. Pero en el medio quedo estó, a medio camino, como single y monolito deforme de las salidas nocturnas del líder de la banda.
And stare at your shoes like it’s 1991
Bo, ¿que onda con esto? ¿Es la tumba oficial del Indie de los 90’s? Que es esto de las bandas tocando sus discos consagrados para los new indie bois?
No se. Hay como un tufillo incómodo y raro. Ver alguna de esas bandas tocando esos discos debe estar bueno, pero en general, da una sensación como triste, de nostalgia y resignación.
Algunas canciones
Magnetic Fields – The things we did and didn’t do
Se podria hablar largo y tendido de Merritt y quizas el más adecuado para esto sea Dario, pero que hace unos meses lo estoy escuchando mucho y le estoy agarrando mucho el gustito. Tenia pensado escribir acerca de como sus temas todos se podrian dividir en 3 elementos casi independientes: letra, la música (acordes y melodias) y la producción y el ‘estilo’ del tema, como 3 capas que podes moverlas y hacer temas casi diferentes. En el 69 Love Songs, se notan como lo estable de los temas son los primeros dos puntos, mientras que la producción y la cadencia cambia totalmente de tema a tema. Es algo que le divierte mucho a Merritt, y seguramente sea un efecto secundario ( y tambien, en cierta forma, buscado) de hacer semejante cantidad de temas. Uno se aburre y dice «fuck, voy a hacer un tema calypso».
Confesión que extrañará a pocos: Me cuesta horrores la producción de Merritt, siempre me costo. Esos sonidos cutres, de teclado berreta noventoso, esas baterias sin groove, ese uso deliberado y casi aleatorio de efectos en todos lados, todas esas cosas violan cada regla sagrada de como una producción de un disco electrónico deberia de ser. Años de Boards of Canada hicieron daño, ciertamente.
En fin, en este tema se da que todos los elementos funcionan perfecto, y justamente en un tema que podriamos considerar ‘menor’. Solo 3 acordes, una melodia que se repite, algun arreglo mínimo, y de las letras mejor logradas de merritt, usando sus aliteraciones tradicionales pero colocandolas de forma que solo se ve la mitad de la historia y deja todo abierto. Perfecto para el final de un disco.
All the things I knew I didn’t know and didn’t want to know that you told me just to tell me later that you’d told me so come flooding back to me now
Come on
Come flooding back to me now All the things you said you’d never say and you said anyway The things we did and didn’t do The things we did and didn’t do come flooding back to me now
Dr. Dog – Little Bird
Seguro que hay varios casos donde ocurren cosas similares, pero la verdad me sorprende como la producción recontra cutre y podrida de los demos y lados b de Dr.Dog le hace tan, tan bien a los temas. ¿La producción importa al final o no? Su anterior disco, ‘We all belong’, tiene un puñadito de grandes temas, pero mi corazón se queda en el Toothbrush, su primer disco, esa chanchada que hicieron pegando y cortando cintas para tener algo para vender en sus primeros shows.
Seguramente no sea solo la producción, sino el encare de grabar, esa cosa de grabar a las 5 de la mañana, quizas totalmente borrachos y drogados, y emocionandose por demás en cada coro y arreglo.
El Perro del Mar – How we did Forget?
O mejor dicho, «otro capitulo de Ezequiel en contra de las listas de mejores discos del año»
El segundo disco de El Perro del Mar salió sin mucha pena ni gloria, y a primera escucha, no pasa nada. Y eso es medio el secreto del disco, no pasa nada en casi todo el disco, es completamente chato, tranquilo, amable, y austero. No me refiero al despectivo «no pasa nada» de «no me generá ninguna emoción ni reacción», sino más bien un «pasa desapercibido». Todos los temas son muy mínimos, el disco dura media hora, de los 12 temas, dos son instrumentales, solo uno pasa los 4 minutos, y hay algunos que no pasan de ser una progresion de acorde mínima con una linea vocal que se repite hasta terminar.
Y a la insistente tercera o cuarta escucha del disco – que es facilisimo de escuchar – uno se da cuenta de que pasan bastantes cosas. El clima es ligeramente optimismo, como una mañana otoñal con una ligera niebla y con plantas llenas de rocío, con un ligero fresco inesperado que hace que uno se quede en su casa pero muy agradablemente. La diferencia con la angustia del primer disco es notable, pero me genera una sensación de que nadie va a nombrar jamas a este disco. Es casi transparente y demasiado hetéreo. Además se nota que fue compuesto con eso en mente, lo cual me genera una estima muy alta hacia Sarah Assbring, la chica detras de este proyecto.
How we did Forget es uno de los temas mas llamativos del principio, con ese aire ‘noir’ y esa genial linea de bajo repetitiva. Quizas es de lo más parecido al otro disco, pero igual ya se nota otro perfil un poco más relajado.
Having Fun With Reruns.
¿Vale la pena escribir o decir algo sobre los B-52’s hoy?
Es una pregunta que me vengo haciendo sinceramente desde el momento en que logré escuchar entero su último disco, “Funplex”, editado luego de 16 años sin sacar nuevo material.
Porque, por principio, yo tiendo a oponerme a los retornos. Y a pesar de que los B-‘52’s nunca se “fueron” del todo, más bien pasaron a una certificada insignificancia, esto es una suerte de regreso. Y hace mucho que no me entusiasmaba tanto un disco de un retorno. No es un “glorioso regreso a la forma”, como se dice de tantos discos malos en los que un artista sencillamente le da a su audiencia lo que estos deseaban, un facsímile mas o menos idéntico de su mejor momento. Nada podrá igualar el mejor momento de los B-52’s, mucho menos ellos mismos. Pero es un regreso al fin y al cabo y no es un regreso particularmente innovador, tampoco. Es un muy, muy buen disco dentro del estilo B-52’s, pero eso no quiere decir que ese estilo sea radicalmente diferente. Siguen habiendo grandes frases kitsch y ridículas, sigue existiendo esa maravillosa relación entre la voz de Fred Schneider (¿como puede ser que este tipo no haya actuado en alguna película de John Waters?) y las voces de Kate Pierson y Cindy Wilson, siguen produciendo canciones para bailar sin ningún tipo de disculpa al respecto. ¿Se puede reclamar algo mas? Quizás si, y quizás mi amor por este disco revele una veta hipócrita en mi persona, pero hay que tomar en consideración dos cosas: en primer lugar, la ínfima cantidad de bandas como los B-52’s en nuestro mundo y la dificultad que tienen todos los pseudo grupos new wave para sonar con una porción de la alegría de estos atenienses. Y, en segundo lugar, el hecho de que esta hermosa banda con nombre de avión no realiza ninguna apología de su estilo, no se presenta con pretensiones, no intenta venderse como la segunda venida de Cristo. Solo como lo que son, incansables animales fiesteros a los que no les interesa revolcarse en la nostalgia, porque las mejores fiestas siempre son en el aquí y el ahora, con cuerpos sudorosos y blackouts. Y eso los dignifica y los pone lejísimos de tantos retornos impulsados por el vil metal.
Creo que lo que me mas me gusta de esta canción es la manera en que parece una balada para el siglo XXI: una canción que ni de cerca es de las mas bailables del disco, una misiva de optimismo a una hipotética muchacha reprimida, una suerte de balada con sintetizadores de los años 80 reinterpretada en versión Cindy / Kate y que podría ser cantada por Sophie Ellis Bextor o las Sugababes, que tanto le deben a estas mujeres, con una producción entre sutil y ampulosa, con coros que parecen los espíritus del título, grandes colchones de sintetizadores y guitarras y rápidos tecladazos que puntean, como si hiciese falta, el placer y la liberación del estribillo, místico y gozoso al mismo tiempo.
Es una obviedad, quizás, remarcar una canción con ese título y decir que es uno de los mejores ejemplos de lo que los B-52’s hacen mejor: la canción de fiesta irresistible, con arreglos de guitarras eufóricos / surf / rockabilly (otra cosa que sorprende del disco: la manera en que las guitarras funcionan de una manera diferente a cuando estaba Ricky Wilson, mas musculosa, menos omnipresente y saltarina, como una producción FUERTE para el siglo XXI y no ese jangloso chan chan chan de Wilson) y un duelo verbal fantástico entre Fred y las chicas, con él cantando los versos con mínimo arreglo musical y ellas ESTALLANDO en el estribillo. Pero es que les sale tan bien, tan convencidos de que el baile y el disfrute corporal y musical es ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE para ser fanático de la música que me rindo ante la obviedad, ante estos hermosos fantasiosos de una Athens, Georgia multisexual, bacanal, con su moda retrofuturista, con su Fred Schneider, ídolo de grandes y chicos, cantando “Go to church on Sunday / Party on Monday / And every other day of the week”.