Modernistas 05: Evan Dorkin.
Evan Dorkin es, sin lugar a dudas, uno de mis dibujantes y comediantes favoritos en los comics contemporáneos. Uno de los tipos más graciosos del medio, capaz de rellenar sus páginas con mil y un chistes que son igualmente efectivos y con un curriculum bastante impresionante, disperso, caótico y maravilloso, como el mismo se encarga en resaltar.
Comenzó su carrera en 1987, trabajando en su propia serie, Pirate Corps, sobre una compañía de entregas y transportes en el futuro, con grandes dosis de aliens y ska. Eso lo llevó a su siguiente gran creación, Milk & Cheese, “dairy products gone bad!”, una serie que lleva 7 números hasta la fecha y que está protagonizada por un cartón de leche y un pedazo de queso (gruyere, parecería) dementes, que se dedican a correr como lunáticos e infligir la violencia en todo tipo de blancos. De ahí su carrera se multiplicó, trabajando en la adaptación de la película Bill & Ted Bogus Journey para Marvel (trabajo que terminó dando a luz una serie de 12 números protagonizada por los dos queribles idiotas), en miniseries de Predator para Dark Horse, en una antología junto con Kyle Baker (y otros) llamada Instant Piano, en una miniserie de The Mask y lanzando su propio comic antológico, Dork!, en 1993, (el cual es glorioso y del cual deberían haber leído y comprado todos los números, malditos filisteos) que ha publicado 11 números hasta la fecha.
También trabajó para DC Comics, en su serie Superman Adventures (basada en la serie animada), en un especial maravilloso llamado World’s Funnest en el cual Bat-Mite y Mr. Mxyzlptlk destruyen el universo DC y contribuyendo historias para las antologías Bizarro Comics y Bizarro World.
También moja sus pies en animación y televisión, la mayoría de las veces junto con Sarah Dyer, su esposa y compañera creativa. Han prestado su pluma a cosas como Space Ghost Coast To Coast, Superman Adventures, Batman Beyond y Yo Gabba Gabba!, una serie de Nickelodeon.
Y, muy amablemente, se prestó para que le haga unas cuantas preguntas estúpidas para El Baile Moderno. Con ustedes, el inmenso Evan Dorkin.
¿Porqué comenzaste a hacer comics?
Como un montón de otros chicos, cuando estaba creciendo me gustaban los comics, tenía alguna habilidad para dibujar y copiaba los comics que me gustaban de los periódicos.
Eventualmente comencé a copiar los comics de superhéroes Marvel con los que me enganché cuando fui un poco mas grande. Solamente creció desde ahí, siempre me gustó el dibujo (nota: “cartooning” en el original), la animación y los comics, y hacía mis propios comics cuando era niño y era lo que quería hacer cuando creciese. La tinta se mete en tu sangre, creo, se te pega del papel de diario y te envenena hasta que todo en lo que podes pensar es en hacer comics. Es una enfermedad.
¿Cuáles son tus principales influencias?
Jack Kirby, Will Elder, Harvey Kurtzman, Jaime Hernandez, Gilbert Hernandez, Stan Lee, Charles Schultz, Don Martin, EC Comics, Mad Magazine, los comics de superhéroes de Marvel de los 60’s y 70’s, Monty Python, SCTV, los hermanos Marx, las películas slapstick mudas, las películas y programas de televisión de monstruos, terror y ciencia ficción, los dibujos animados viejos, las comedias screwball, el punk y la new wave de los 70’s y 80’s, Ernie Kovacs, el temprano Saturday Night Live, Kurt Vonnegut, Ray Bradbury, Richard Matheson, Philip K. Dick, John Steinbeck, etc.
Me gustaría preguntarte sobre tu “chicken fat” (la insana cantidad de detalles en tus paneles). ¿Sos un dibujante rápido al que le gusta llenar sus páginas de detalles o es más un caso de repasarlas una y otra vez obsesivamente?
Diría que lo último. Solía trabajar mas rápido, pero me he vuelto mas cauteloso cuando trabajo, trato de poner los detalles en un mejor marco y no tirar dentro del cuadrito un enorme conjunto azaroso de elementos. Atribuyo el exceso de detalle en mi trabajo a la influencia del trabajo de Will Elder en Mad, el cual leí en los Mad Super-Specials que salieron en los 70’s, y al efecto del trabajo superheroico temprano de George Perez. También hay probablemente un toque de Jack Kirby ahí, cuando hago trabajo superheroico o de acción, siempre me gustó que su Capitán América tenía que abrirse camino a través de un mar de enemigos, no solo un par de tipos, como los que otros artistas más vagos metían en una escena que requería una multitud. Si en una escena hace falta una maza de soldados o villanos o gente en pánico, me gusta ver una verdadera multitud, con personajes definidos que continúen apareciendo a lo largo de la escena. Nunca me gustaron las secuencias genéricas donde parece que una multitud esta compuesta de seis personas.
También soy simplemente compulsivo, y mi habilidad oscilante en el dibujo causa que sobrecompense y cargue las páginas con un montón de detalle. Es algo en lo que estoy intentando hacer un mejor trabajo a medida que me voy volviendo más viejo. Aprendiendo que sacar, o al menos aprendiendo a balancear todo mejor para que las páginas se lean más fácilmente. Y a usar menos paneles y globos en una página; tiendo a sobrecargar mis páginas de tal modo que se convierten en una pesadilla para coordinar y entintar. Y aparentemente abruman a algunos lectores potenciales. Realmente necesito relajarme y dejar respirar mis comics un poco. Algún día.
Milk & Cheese parece un comic con ninguna intención mas allá de ser gracioso, ruidoso y molesto. ¿Es eso lo que pensás de él?
Milk & Cheese tiene momentos intentados como sátira directa, y más de un momento de furia dirigida, pero no es una tira abiertamente seria bajo ningún concepto. No es realmente una plataforma para lo que pienso, como alguna gente cree. Al menos no refleja mis gustos e intereses directamente. A menudo ataco o me río de cosas que realmente me gustan en la tira, o al menos con las cuales no tengo problemas. Pero es una tira satírica en muchos niveles, y es auto-reflexiva y hay un comentario constante sobre la cultura de los fans, los comics, la cultura pop y varios aspectos de la sociedad, así que, sí, a veces es un intento de ser algo más que ruidoso y molesto. A veces soy serio en la tira, aunque en general esta tan enterrado debajo de la pura estupidez que nadie se da cuenta. Ha habido una o dos tiras abiertamente didácticas de Milk & Cheese, como la del arresto a Rodney King y los disturbios consecuentes, y la tira sobre testeo en animales. Pero en general, Milk & Cheese es una tira sobre productos lácteos borrachos que corren, miran demasiada televisión y golpean a la gente en la cabeza. No es Jonathan Swift.
Me acuerdo que hubo una época en la cual te ofrecieron tratos para un dibujo animado de Milk & Cheese. ¿Pensás que podían trascender a otros medios o te sentís mejor ahora que los revisás de vez en cuando, en un corto espasmo de ultraviolencia?
Milk & Cheese es una tira con una sola broma, más o menos, y es mejor que existan pocas antes que demasiadas. Nunca quise cansarme de ellas y tampoco quería que los lectores se harten de los personajes. Todavía disfruto trabajando con los personajes y siempre estoy dispuesto a hacer una nueva tira cuando, y sí, la oportunidad se presenta. En cuanto a trasladarlos a otro medio, siempre sentí que Milk & Cheese solo podían funcionar como cortos segmentos animados, rápidos desastres en los que se golpea y se huye, en la línea de los comics. Las ofertas que recibí casi siempre involucraban algún proyecto de larga duración, alguna idea ridícula para un show de televisión o una película. Una era para una película con actores con pequeñas versiones en CGI de Milk & Cheese corriendo alrededor y haciendo quién sabe qué durante una hora y media. Lo cual es simplemente delirante. Los personajes no tienen aventuras o adversarios; agregar elementos de historia tradicionales o predicamentos al estilo de una sitcom solo sería estúpido y auto-destructivo. Al menos eso es lo que pienso.
¿Vas a seguir publicando Dork? ¿Que es lo que más te gusta de tener una antología de un solo hombre?
Dork aparecerá cada vez que tenga tiempo para terminar un número y publicarlo. Lo mismo vale para cualquiera de mis proyectos solista para SLG. Tengo una familia y responsabilidades que impiden que trabaje regularmente en mis propias cosas, es deprimente pero prefiero tener a mi hija antes que a mis comics, para ser honesto. Espero que las cosas se acomoden en algún momento así puedo hacer mas trabajo personal de nuevo. O que alguien nos va a dar un seguro médico gratis. O que me va a chocar un autobús y todo acabara. Mientras tanto, trabajo en las páginas cuando puedo y después de un tiempo tengo un comic terminado. Tengo aproximadamente la mitad de Milk & Cheese #8 terminada, así que ese va a ser probablemente el próximo proyecto solista que publicaré. Algún día.
La historia autobiográfica en Dork #7 es genial pero parecieras tener poco interés en el genero. ¿Porqué? ¿Y porque esa excepción?
He hecho unas cuantas historias autobiográficas, como The Soda Thieves y How To Get Your Ass Kicked in 5 E-Z Lessons, y algunos de mis chistes en mis tiras con gag proceden de mi vida. También me he “dirigido” al lector en un par de ocasiones en mis comics. Así que Dork #7 no es exactamente una excepción, he basado material en mi vida en varias ocasiones. Estoy seguro que haré más historias autobiográficas más adelante; tengo ideas para varias historias que me gustaría hacer. Solo que no tengo el tiempo para hacerlas.
¿Los superhéroes tienen alguna atracción para vos? Parecieras amarlos, pero al mismo tiempo has tenido tu porción de practicas corporativas de mierda…
Me gustan los superhéroes bastante; solo que no me gustan la mayoría de los comics de superhéroes. He trabajado en un montón de proyectos superheroicos en comic y animación; he creado mis propios superhéroes, así que evidentemente tengo un cariño por ellos. En cuando a las practicas corporativas, mis tratativas con Marvel o DC o cualquiera no tienen ningún tipo de impacto en mi actitud hacia los superhéroes o cualquier otro género en los comics. Ni siquiera entran en la ecuación. Incluso si hubiese sufrido nada mas que dolores de cabeza trabajando para esas editoriales, no puedo culpar a los personajes ficcionales por cualquier mierda de la vida real, eso es un poco loco.
¿Porqué no te gustan la mayoría de los comics de superhéroes? Y, ¿qué es lo que pensás que un buen comic de superhéroes debe tener?
Como un montón de gente, no puedo seguir un comic de superhéroes promedio levantando al azar en la tienda y no puedo decir que quiero hacerlo. Me aburrí de los comics de superhéroes antes de la “revolución” de Image, es como escuchar solo heavy metal toda tu vida. Es básicamente música de niños, o comics, y no me veo manteniéndome al tanto del universo DC o Marvel por cuarenta años. Es insano, en algunos aspectos. Con eso dicho, estoy mas interesado en comics de superhéroes tradicionales que solo cuentan una historia: un poco de humor, un poco de romance, un cliffhanger o tres, personajes, trajes y lugares imaginativos, poderes y argumentos descifrables y manejables, motivaciones más o menos claras, continuidad limitada, armas locas y máquinas y monstruos, trajes bien diseñados y la muerte y los baños de sangre usados como un desarrollo importante en la historia y no como un golpe a las pelotas destinado a impactar. Un sentido de lo asombroso y emoción y misterio y aventura. Unos cuantos personajes a los que puedo alentar. Soy un viejo de mierda, supongo.
No soy un fan de la narrativa descomprimida, que abunda en los comics de superhéroes modernos, y que a menudo solo significa avanzar al lado de un argumento deambulante y estirado que permite a la compañía conseguir beneficios máximos y permite al escritor o escritora boludear a lo largo de la mayor cantidad de guiones que pueden escupir cada semana. Tampoco soy un fan de las historias cargadas de continuidad, “eventos” y crossovers que te dejan perplejo, de la sobre-exposición de los personajes, de los concursos de trivia para fans enmascarados como historias, de la violencia y el caos supuestamente adulto en un universo que solía venderse a los niños. Y el modo en que los personajes han sido destrozados, mutilados y manipulados a lo largo de los años no me ha dado ninguna razón para intentar entender que carajo esta pasando, para ser honesto. Me gusta la ultra-violencia tanto como a cualquiera que hace comics como Milk & Cheese y Vroom Socko, pero prefiero ver a los súper-tipos cortarse en pedazos fuera de los universos antiguamente seguros para los niños de DC y Marvel. Es un poco ridículo.
No quiero decir que tradicionalmente los comics de superhéroes no apesten, en general y en su mayoría. La mayoría de los comics de superhéroes apestan, ya sea en la edad dorada, la edad plateada, la edad de bronce, la edad Imagen, la edad del asesinato y la violación. La mayoría de los comics indy apestan también. Casi todo apesta. Pero la mierda moderna y cínica que apela solo a los fans me deja frío. Y el letrado por computadora, los dibujos referenciados de pornografía, los trucos digitales y el color por computadora que parece pintura de una van son una porquería en su mayor parte. Parte de su arte es excelente, parte es espantoso, estoy seguro que hay algunos buenos escritores trabajando en el material aquí y allá, pero es mas fácil mirar las tapas y encontrarse con material en la red que leer los comics. Estoy seguro que, por la ley de promedios, debe haber algunos comics de superhéroes mainstream decentes ahí afuera, pero no tengo el tiempo o el interés o el dinero para averiguar cuales son.
Para ser honesto, si alguna vez me encuentro con un deseo por material superheroico o leo algunos Fantastic Four viejos de Kirby, o miro una película de kung fu como Kung Fu Hustle, Heroic Trio, Drunken Master 2, Iron Monkey, la serie Once Upon a Time In China, Tom Yung Goong, las viejas películas de los hermanos Shaw, etc.
¿Podrías contarnos un poco sobre la fallida miniserie de los Metal Men?. Me habría volado la cabeza si hubiese sido publicada…
A Dan Didio no le gustó lo que estaba haciendo con la serie, entonces la tiró a la basura. A esa altura, Mike Allred había dibujado el primer número, y yo estaba terminando el tercer guión. Esas cosas pasan, aunque apesta cuando le pasan a uno de tus proyectos. En cuanto al argumento, te voy a dar una pista: era sobre robots.
¿Como se relaciona tu trabajo en animación con tu trabajo en los comics?
Bueno, paga mejor, mayormente. Y el trabajo es ciertamente visto por mas gente que los comics. Mas allá de eso, es solo dibujar y escribir cosas, solo que para un medio diferente.
Me refería un poco mas a como se relaciona en términos de tu independencia y la posibilidad de realizar y concretar tus propias ideas.
Obviamente realizar tus propios comics te da la mayor libertad y el control, sos un pequeño tirano de papel y tinta y lo que querés es lo que conseguís. Tenés menos y menos espacio para trabajar cuando otra persona esta pagando las cuentas y decidiendo las cosas. A pesar de eso, hemos tenido algunas excelentes experiencias con muy buenas personas realizando trabajo para televisión, notablemente con la gente de Cartoon Network/Adult Swim, y la gente de Yo Gabba Gabba! Un gran porcentaje de lo que escribimos llegó a la pantalla, a veces casi todo lo que escribimos fue transmitido, en lo que a Space Ghost, Eltingville y Yo Gabba Gabba se refiere. Trabajar con Warner Brothers fue un poco molesto, no horrible, pero tampoco muy piola en su mayoría. Había bastante comportamiento fanboy alrededor, un montón de políticas internas, cada uno tenía sus propias ideas y quería que salgan y el ego contaba mucho. Nos re-escribieron bastante, y siempre había que adivinar segundas o terceras intenciones, pero fueron simpáticos con nosotros y parecía que les gustaba lo que entregábamos, y no es como si fuésemos los dueños de Superman, así que aunque trabajábamos duro y nos preocupaba lo que hacíamos, no lo protegíamos tanto como si fuese algo que hubiésemos creado. Uno hace lo mejor que puede sabiendo que lo mas probable es que lo metan en una licuadora o lo corten por completo. Siempre vas a estar comprometido en alguna medida cuando no tomas las decisiones y generalmente se vuelve más restrictivo cuando trabajas en personajes corporativos. Con eso dicho, estoy seguro que a los creadores más exitosos les dan más libertades. Eso espero, al menos.
Y hoy en día te enfocas sobre todo en el entretenimiento para niños. Es un largo camino desde los productos lácteos desbocados. ¿Que lado de tu trabajo preferís?
De nuevo, es realmente lo mismo para mí en el sentido de que es todo parte de lo que hago. Cuento historias y bromas, a veces son para niños, otras para adultos solamente. Disfruto haciendo material para niños, disfruto realizando el así llamado “trabajo para adultos”, disfruto haciendo proyectos que están en algún lugar intermedio entre los dos, en cuanto a la audiencia. No estoy realmente enfocado en el entretenimiento para niños, es solo lo que ha sido visible últimamente, y Yo Gabba Gabba! ha sido algo así como un proyecto de alto perfil. Mientras trabajaba en cosas para niños, he estado dibujando comics para un libro de Harper Collins que son bastante adultos en naturaleza, y asimismo he trabajado en una serie de terror. He trabajado en material para adultos y para niños la mayor parte de mi carrera, en realidad, comenzando por Bill y Ted para Marvel. He trabajado en Disney Adventures, Nickelodeon Magazine, Mad, Penthouse Hot Talk, Spin, Maxim UK, y mi trabajo en comics ha estado desparramado. Y el material ha sido ecléctico, también: humor, horror, comics relacionados con películas, cosas de niños, superhéroes, autobiografía, paneles-con-chiste, pornografía. Tiendo a ser completamente disperso por alguna razón. Una capacidad de atención corta y demasiadas influencias, creo.
Amo la manera en que la música sobrevuela tu trabajo. Y ya que esto es también un blog sobre música, ¿podrías contarnos que estas escuchando ahora?
¿En este preciso momento? Estoy escuchando a mi hija balbuceando mientras mira un dibujo animado del Pato Donald. Mas allá de eso, estuve escuchando a Ladytron, The Electric Six, Datarock, The Dirtbombs, Jay Reatard, LCD Soundsystem, E.L.O., Puffy (Ami Yumi), un montón de música proveniente de Yo Gabba Gabba!, las listas del iPod de Sarah (nota: Sarah Dyer, su esposa y habitual compañera creativa) y un montón de shows en WFMU (WFMU.org), la mejor estación de radio de este maldito mundo. Cuando dibujo me gusta escuchar programas de radio de música old-time (nota: una forma de música folk norteamericana centrada en el violín, la guitarra y el banjo), así como canciones de big bands y standards y esas cosas. A veces cuando es muy muy tarde y me está comenzando a quemar la cabeza a las 4 o 5 de la mañana, pongo una estación local de música clásica.
Finalmente, ¿en que estas trabajando en estos días?
He estado haciendo el ocasional panel-con-chiste para Nick Magazine, e ilustraciones ocasionales para Mad Magazine. Acabo de terminar de dibujar 16 páginas de comics para una nueva versión de la novela de Larry Doyle “I Love You, Beth Cooper”. Hice la tapa y el arte de los capítulos para la versión original y como el libro va a ser transformado en una película, Harper Collins esta sacando una nueva versión donde van mis comics. Sarah y yo trabajamos en la temporada 2 de Yo Gabba Gabba!, que comenzó a ser transmitida esta semana. Escribimos un poco para el programa, e hicimos el diseño para un segmento animado. Estoy escribiendo una mini-serie de cuatro partes para Dark Horse, que será pintada por Jill Thompson. Es una continuación de las historias que hicimos para las antologías de terror de Dark Horse, los “Dark Horse Book of…”, y son sobre un grupo de perros de un vecindario y un gato callejero que lidian con lo oculto. Y cuando tengo tiempo, trabajo en Milk & Cheese #8.
(La mayoría de las imagenes fueron sacadas del blog de Evan Dorkin, Big Mouth Types Again).
Modernistas 04: Bob Burden
Bob Burden es uno de esos artistas de comics inclasificables que nos da el medio de vez en cuando y me fascina hace años. Creador de Flaming Carrot, los MysteryMen y guionista de los comics de Gumby (sí, ese personaje de plastilina protagonista de algunos cortos exquisitamente psicodélicos) es una rara avis del panorama comiquero mundial ya que sus historias parecen demasiado absurdas y dementes para encajar con la pandilla indie pero al mismo tiempo son miradas con incomprensión y desconocimiento por el equipo superhéroes.
Flaming Carrot trata sobre un hombre que, luego de leer 5000 comics de una sola vez, enloqueció, confeccionando un traje extrañísimo consistente en una mascara de zanahoria con fuego en la punta y patas de rana y saliendo a luchar contra el crimen armado con las armas mas ridículas (plastilina, gomillas, polvo para estornudar, una pistola; bueno, ese no es tan ridículo). A los MysteryMen quizás los conozcan por la película homónima, un grupo de “superhéroes” fracasados que incluye en sus filas a personajes como The Shoveler, cuya única arma es una pala y Mr. Furious, con el poder de enojarse muchísimo. Creaciones originalísimas que no han conseguido el aprecio y la fama que deberían tener.
A partir de ello decidí pedirle una entrevista, a la cual amablemente accedió. Ahora, bien, un caveat, tanto para los lectores como para el mismo Bob, si está leyendo esto: luego de unos cuantos meses de ida y vuelta por mail, Bob aparentemente no encontró el tiempo para enviarme el último, en el cual adjuntaba una serie de ediciones/correcciones a la entrevista. Luego de esperar bastante tiempo, considere que era una pena cajonearla y decidí publicarla en su forma original, solo con el cambio necesario de la traducción. Espero que la disfruten igual y que, si Bob Burden esta leyendo esto, no le moleste mi decisión y se sienta representado por estas palabras.
Con ustedes: Bob Burden.
¿Cómo te interesaste en los comics? ¿Los leías cuando eras niño?
En diferentes momentos.
Recuerdo tener algunos comics cuando era un niño. Mi tía me los quitó porque había leído un artículo en donde decían que eran malos para los niños. Compre “Amazing Fantasy 15” (nota: la primera aparición de Spider-Man) de un quiosco.
Durante mi secundaria los comics se habían vuelto coleccionables y comencé a comprarlos y venderlos.
¿Por qué decidiste que los comics iban a ser tu principal forma de expresión?
Eran el medio mas fácil de realizar. No hubo mucha decisión involucrada. Todavía me gustaría hacer películas, escribir libros, etc.
¿Y como llego Flaming Carrot a existir? Tiene una imagen bastante impactante…
Flaming Carrot fue una idea que vino de la nada. No significa nada y realizó un gran trabajo significando nada. Tabula rasa. Además era una especie de imagen cómica y al mismo tiempo horrible y grotesca. Algunas imágenes simplemente funcionan. Por ejemplo, las jirafas de Salvador Dalí, incendiándose en el desierto. Si fuesen caballos u ovejas no funcionaría.
A primera vista Flaming Carrot parecería ser una parodia de los comics de superhéroes, pero en realidad es mucho mas que eso. ¿Cómo describirías de que se trata?.
A primera vista es un superhéroe. Eso sería un primer vistazo de aproximadamente 1/10 de segundo. Si lo miras más de cerca parece una parodia o una sátira. Pero no lo es. En realidad nunca me gustaron mucho la sátira o la parodia. No se que queda después de eso. ¿Surreal?. Si, tiene esa cualidad…pero solo como detalle de fondo o un vestigio. Parte de la tela con la que esta construido. Exceptuando unas cuantas pinturas, el surrealismo siempre tuvo dificultad para conectarse con una audiencia mas amplia. Flaming Carrot es exitoso porque hay una historia, creo. No es que solo trata de ser extraño o surreal. “Being John Malkovitch” de Charlie Kaufman es surreal. “Pulp Fiction” es una obra maestra del surrealismo, creo. Pero ninguno de los dos es descrito como surreal porque tienen una historia en su centro.
Leí que dijiste que el origen de Flaming Carrot es apócrifo, pero a pesar de eso querría que me digas que pasaba por tu cabeza cuando lo escribiste…es muy quijotesco.
¿Un hombre que leyó 5000 comics y se volvió loco?. ¿Y se convirtió en una extraña y retorcida versión de un superhéroe de comics?. Tiene sentido y es un arreglo rápido pero el verdadero origen secreto se va a mantener así por ahora.
El surrealismo también ha sido mencionado a menudo en relación a Flaming Carrot, pero lo que realmente me gusta del modo en que lo tratas es como lo usas primordialmente como un conducto para presentar humor bizarro. ¿Como dirías que el surrealismo y el humor se relacionan el uno con el otro?
El surrealismo puede ser todas las cosas: horror, romance, comedia, ironía, sin sentido…
Un amigo mío en la universidad tenia articulaciones dobles. Podía poner sus pies detrás de su cabeza. Me di cuenta que si podía poner sus pies detrás de su cabeza, también podía ponerlos en su mandíbula y rodar hacia atrás y adelante. Le pedí que haga eso mientras movía su cabeza para atrás y para adelante con sus pies. Después le pedí que gritase “¡Ayuda! Ayuda! ¡Mis pies me están matando!”. La gente encontraba esto gracioso, quizás a primera vista perturbador y era divertido hacérselo a gente en una fiesta o en un bar.
Un día estábamos caminando por el pasillo en nuestro dormitorio y nos cruzamos con una pareja que entraba en su habitación y estaban discutiendo: se estaban separando y ella había decidido “salir con otra gente” cosa con la que él estaba en desacuerdo. El estaba como en shock y ambos se encontraban en un momento serio e intenso. Chasqueé mis dedos y le dije a Steve “¡Pies!”.
La pareja de pronto siente un grito de ayuda. Se dan vuelta y ven esta visión horrible de un hombre rodando en el suelo mientras sus propios pies lo golpean. “¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Mis pies me están matando!”.
No podían reírse.
Lo miraron con horror, no dijeron nada más y se metieron en su habitación.
Como ves, lo que era gracioso en una circunstancia era horroroso en otra. El mismo acto.
La otra cosa que encontré extraña sobre las historias de Flaming Carrot es la manera en que esos momentos fantásticos están yuxtapuestos con un ambiente común, casi decadente. Iron City es una ciudad venida abajo, industrial y sucia. ¿Qué te hizo situar esas historias en ese lugar?
Crecí en el cinturón de oxido del noreste industrial de los Estados Unidos y ese ambiente me era familiar. Tiene un cierto atractivo romántico para mi. Además contrasta bien con las historias. La realidad y el surrealismo van bien juntos.
Flaming Carrot se convirtió en una creación importante durante el movimiento de comics independientes de los 80. Mirando atrás, ¿cómo te sentís con respecto a esos días? ¿Sentías un parentesco con algunos de los otros artistas o sentías que existías mayormente en tu propio mundo?.
Un poco de los dos. La gente me aceptaba: mis pares, y era amigo con alguno de los mejores. Al mismo tiempo, nunca sentí que era tan buen artista como la mayoría de ellos. Hay una escena en una película de Ty Cobb con Tommy Lee Jones en la cual hay una reunión en un hotel y él no esta invitado pero va de cualquier manera. A veces me sentía así, como alguien que aparece en una fiesta sin ser invitado.
Ahora que estoy haciendo Gumby, el cual es mas sano y decente, encuentro que mucha gente tiene ideas peculiares sobre mí. Y no es que no tengan sus razones.
El otro día hablaba con un amigo de aquel entonces que solía trabajar conmigo. Bromeaba que en el show de Ali G, de Sasha Baron Cohen, estaba “reviviendo mi antiguo acto”. Y recordé como solía burlarme de la gente a veces, decía o hacía cosas muy monstruosas. Y también bebía mucho en aquellos días.
Así que un montón de gente tenía un concepto de mí que era bizarro o radical. Y esto se multiplicaba en el boca a boca. La industria del comic no tenía muchos chismes o escándalos entonces así que supongo que yo de algún modo mantenía las cosas interesantes.
Cambiando de tema, los Mysterymen parecen ser una parodia mucho mas directa a los superhéroes. ¿Es esa tu intención?.
La película fue 180 grados alejada del comic y de lo que quería. Al mismo tiempo fue lo que el estudio quería hacer. Creo que habría sido mas exitoso si hubiesen seguido mi visión. Yo quería algo mas en la vena de “Repo Man” o “Road Warrior”.
¿Cómo te sentiste con respecto a la película de los Mysterymen?. ¿Te pusiste como Alan Moore cuando salió?.
Para nada. Hicieron un buen trabajo para un gran estudio de Hollywood. Originalmente la quería hacer Danny DeVito. Pero él quería hacer una película de 10 millones de dólares, no una de 60. Pero creo que ese presupuesto habría reducido muchas de las cosas que querían mostrar, así que Danny DeVito fue rechazado. Me hubiese encantado que la hiciese él. Él fue una de las fuerzas detrás de Pulp Fiction. Pero cuando vi que Larry Gordon (nota: uno de los productores de MysteryMen) había estado detrás de “Boogie Nights” esperaba o deseaba que MysteryMen fuese similar. Hubiese sido genial si hubiesen conseguido a Paul Thomas Anderson para dirigir MM.
Pasando a Gumby, ¿cómo te involucraste en un proyecto tan extraño?. Escuche una historia acerca de que la editorial se acerco a Arthur Adams para dibujar un especial de Gumby y el dijo que solo lo haría si vos lo escribieses, y así fue como te contactaron. ¿Es eso cierto?.
¡Gracias, Arthur, si eso es verdad!. El Gumby de los 80 fue uno de mis primeros trabajos contratado (nota: se refiere a “for hire”, término que denota que las creaciones no son suyas, en contraposición a Flaming Carrot, del cual retiene los derechos). No sé porque. Cuando ganamos el premio Eisner tuve un par de otras ofertas. Recuerdo que estaba en el ascensor de mi hotel con Tom Defalco (Editor en Jefe de Marvel en ese momento) y me ofreció ALF, de entre todas las cosas.
Algo que me impresionó cuando leía los comics de Gumby es la manera en que trasladas tu surrealismo libre a un ambiente para niños. A Gumby le sucede de todo pero de alguna manera estamos seguros de que ningún mal puede acaecerle, como en las fantasías de la niñez. ¿Es esta tu aproximación al personaje o estoy leyéndolo completamente mal?.
No estoy seguro. Gumby tiene que tener conflicto en sus historias pero tengo que lograr esto sin que parezca un mal niño. No es Beavis y Butthead. Así que el primer conflicto es el miedo a la vecinita y la sensación de perdida cuando se va con otra persona.
¿Hay un “concepto” de algún tipo detrás de la nueva serie de Gumby? Pareciera como si estuvieses intentando meter muchas emociones y conflictos de adultos, transformados por los códigos de un mundo fantástico.
No es mi intención conciente. Yo solo pretendo contar una buena historia.
¿Que otro trabajo podemos esperar de vos en el futuro?
El próximo año (nota: se refiere al 2008) va a estar dedicado a nuevos esfuerzos creativos. La mayoría secretos. En la próxima historia de Gumby va a adquirir SPI: Síndrome de Pierna Incansable y va a ser expulsado de la escuela por patear a otros niños.
+información:
* The World Of Bob Burden
* Wikipedia
* Extracto de una entrevista en The Comics Journal
Modernistas 03: Momus
Creo que ya para ningún lector asiduo de este blog Momus es un desconocido, así que no creo que haga falta mucha introducción (si de cualquier manera quieren una, tomen este post como tal). Hace tiempo que considero a Nick Currie uno de los músicos más pasados por alto de los últimos 20 años, además de un excelente y agudísimo crítico cultural cuyo blog es una de las mejores lecturas que hay por la internet últimamente. Hace poco aceptó hacerse un tiempo entre su blog y la escritura de su primer libro para responder vía mail unas cuantas preguntas nuestras y acá está la entrevista resultante. Con ustedes, Momus.
¿Cómo llegaste a empezar tu carrera musical solista después de estar en The Happy Family? ¿Había algún concepto original detrás del proyecto?
Bueno, hay que distinguir entre dos cosas, la urgencia interna de crear canciones y las oportunidades que tenés, en el mundo exterior, de hacer discos. Tuve la compulsión interna, en verdad, desde la niñez, y estaba siempre haciendo grabaciones de mis composiciones. Estuve repasándolas recientemente, y me suena casi a música étnica primitiva. Pero en términos de oportunidades específicas de hacer discos, el sello de The Happy Family, 4AD, estaba deseoso de hacer un EP y un LP con nosotros pero no parecían muy comprometidos más allá de eso. Nuestro álbum no fue un éxito comercial y no teníamos níngun aliado poderos en la prensa o la radio detrás nuestro.
Lo que sí teníamos era a Mike Alway de Cherry Red, quien estaba muy interesado en llevar las cosas más lejos. The Happy Family se encontró con él en Londres en 1982, pero no terminaría haciendo el primer disco de Momus hasta dentro de tres años. Primero disolví The Happy Family y volví a la Universidad de Aberdeen para terminar mi título de literatura. Después me mudé a Londres en 1984 y hablé con Mike sobre lanzar una carrera solista para Momus. Quería ser un tipo diferente de artista, más poético y excéntrico. Alguna especie de fusión de Kierkegaard, Joni Mitchell y Jacques Brel.
Tu álbum debut, Circus Maximus, es una representación personal de historias y personajes bíblicos. ¿De dónde sacaste esa idea? ¿No era un poco demasiado dramático empezar tu carrera identificándote con un mártir como San Sebastián o era una representación de tus expectativas sobre el futuro de tu propia carrera?
Supongo que esto era algo profundo de mi identidad cultural como escocés y en la historia de mi familia. La religión realmente nos formó. La familia por el lado de mi padre eran puritanos muy estrictos pertenecientes a una secta llamada The Plymouth Brethren. Ultra-calvinistas, un poco como los fundamentalistas musulmanes de hoy. Los padres de mi madre eran diferentes, seculares. Realmente, si ponés a mi abuelo paterno (un puritano) y a mi abuelo materno (un mujeriego), ¡tenés Circus Maximus! En mi familia inmediata, en cambio – eran lingüistas y bibliotecarios – había un interés más desprendido por la religión. Mi madre, por ejemplo, estaba estudiando teología en la universidad alrededor del mismo momento en el que yo estaba componiendo canciones para mi primer disco. Los temas religiosos (pero no sentimientos o prácticas religiosas) estaban alrededor de mi. También estaba muy influenciado por Brecht -musicales como El ascenso y caida de la Ciudad de Mahagonny, que tomaban al Antiguo Testamento en calidad de «literatura folklórica». Los títulos tentativos de Circus Maximus eran «God at the Circus» y «Bread and Circuses». El segundo de esos títulos viene de una referencia de Kierkegaard a la famosa observación de Juvenal de que la gente solo se preocupa por «pan y circo»: comida y entretenimiento popular.
La tapa de San Sebastián refleja, creo, el hecho de que estaba yendo mucho en esos días a la Galería Nacional en Trafalgar Square. Es algo que podés hacer cuando estás desempleado. Tomabada el autobús 137 desde Streatham, donde vivía en una horrible casa suburbana, y miraba las pinturas renacentistas, que usualmente tomaban temas religiosos, pero eran básicamente pretextos para los pintores (a menudo gays) para representar escenas de erotismo. Era un tipo de escapismo para mi. El absurdismo erótico de las pinturas de San Sebastián (él ni siquiera murió por esas flechas, pero sobrevivió solo para ser apaleado a muerte poco después) es algo que impactó muy tempranamente, en viajes con mi madre a la galería de arte en Edinburgo. Supongo que el atractivo de esta iconografía para artistas gay como Derek Jarman o Mishima pudo haber llevado a alguna gente a pensar que yo era gay; de hecho no era ni gay ni cristiano, sino alguien que encontró en ambos temas caminos fascinantes hacia el centro de los temas que me interesaban: sexo, crueldad, cuentos folklóricos, el sentido de la vida, el interjuego entre lo banal y lo sublime, el canto de sirena del entretenimiento y los medios, desafíos al poder, y así.
Durante el final de los 80s y el principio de los 90s estabas en el sello discográfico más trendy del momento, Creation Records, y girabas con bandas igualmente trendy como Primal Scream y Felt. ¿Sentiste en ese momento que alcanzar éxito comercial real era posible? ¿Influyó eso tus disco de esa época?
Ciertamente sentí que el éxito era posible. Cada álbum se volvía más comercial. Me estaba acercando a mi momento de explosión. Y llegó a finales de los 80s. La explosión no fue tan grande como esperaba – Creation verdaremente arruinó la distribución del single «Hairstyle of the Devil», y despés de eso creo que decidí que realmente no quería seguir intentando alcanzar ese tipo de éxito mainstream. No era realmente ese tipo de artista. Quería seguir haciendo discos por un largo tiempo, pero no necesitaba ser una estrella pop. ¡Creo que como estrella pop me hubiese convertido en una persona más bien insoportable! Y, en verdad, no había nada material que quisiera. No quería un auto, una casa, todo eso. Quería seguir haciendo discos, ¡y quería impresionar mujeres! Desde ahí, traté de mantenerme sexy mientras «optimizaba mi marginalidad» – sacando lo mejor de la libertad que la falta de éxito te permite.
A principios de los 90s empezaste tu caida en desgracia con la prensa musical con Hippopotamomus recibiendo 0 sobre 10 a manos de algún escritor puritano de la NME que todavía debe estar shockeado después de escuchar el disco. ¿Te interesa siquiera lo que dicen los críticos? ¿Pensás que ese tipo de prensa tiene todavía algún tipo de utilidad o que está obsoleta y su lugar fue ocupado por blogs y foros y otras formas en las que la información se esparse actualmente?
Siempre estoy interesado en lo que los críticos tienen para decir, y creo que una mala reseña puede ser tan útil, y tan interesante, como una buena. Más interesante, tal vez (pero quizás soy un masoquista). De lo que me di cuenta a comienzos de los 90s es de que a pesar de que soy 100% británico, soy en realidad más bien incompatible, como artista, con Gran Bretaña. Existe un conservadurismo -inclusive un conservadurismo sexual (Freud es rechazado tan vehementemente como Marx)- en Gran Bretaña que me condenaría a ser un eterno crítico social o satirista, pero mi sátira nunca lograría ningún cambio real en la sociedad. Todo lo que haría sería atarme a gente y actitudes que no me gustan, y en un sentido hacerme dependiente de ellas – a antítesis permanente a la tesis británica. Ese es el problema de la sátira; te convierte en un accesorio de tu enemigo.
Así que dejé Gran Bretaña; me mudé a Francia en 1994. Es cierto que me mudé de vuelta a Londres en los tres últimos años del siglo -las cosas parecían haber cambiado, con un gobierno de izquierda (¡eso creímos en el momento!) y una nueva creatividad, especialmente en las artes visuales. Pero rápidamente me desilusioné de nuevo. De hecho, Gran Bretaña estaba peor que nunca – crecientemente violenta, obsesionada con el fútbol y el hooliganismo y el horrible resentimiento de los tabloides, socialmente dividida de forma cortante, su conservadurismo expresado en una obsesión con la propiedad de casas, su neurosis sexual en la caza de brujas de pedófilos y otros desviados.
Así que me mudé a Nueva York en el 2000, y a Tokyo después de que el 9/11 hiciera a Nueva York mucho menos divertida. Y ahora Berlin, una ciudad en la que me siento bastante como en casa.
La mayoría de los álbumes, especialmente los posteriores a la mitad de los 90s tienen conceptos fuertes y claros. ¿Cómo trabajás alrededor de eso? ¿Tenés los conceptos y después empezás a escribir canciones siguiendo estrictamente ese concepto o tanto las canciones como el concepto salen naturalmente de tus intereses del momento?
Para mi un álbum es un poco como una novela. Necesitás tener una idea clara un tu mente, un conjunto de limitaciones e intereses. Siempre fui tal vez más ambicioso, creo, que muchos otros artistas, pero mi ambición era para el medio mismo. Un álbm siempre tiene que ser un «disco conceptual» en el sentido de que debería ser una manera de trabajar ideas, sentimientos, deseos. Eso no quiere decir que sepas por adelantado a donde te van a llevar esas investigaciones. No sabés. Pero tenés que tener un conjunto de preguntas, de preocupaciones, con las cuales empezar. Eso puede estar resumido en algún título con el que estés trabajando. Usualmente empiezo con títulos.
En los 80s pensaba mucho acerca de la televisión, o acerca del SIDA, o acerca de la transgresión. En los 90s mi atención se movió hacia Japón y el consumismo e Internet. Estos eran los temas que estaban en el aire en el momento, y tenía que escribir sobre ellos. Desde el 2000 estuve más interesado en la otredad, en el desorientamiento, en la identidad cultural, en el diálogo entre lo real y lo plástico, y en el alzamiento de Asia como el nuevo eje del mundo.
¿Podés explicar un poco los conceptos de vaudeville futurista y barroco análogo? ¿Esos conceptos todavía te sirven o simplemente los dejaste atrás?
El vaudeville futurista se remite, tal vez, a mi interés en los 80s en la televisión como «vaudeville electrónico» -en Gran Bretaña, esa es una tradición muy fuerte, desde los salones de música hasta el tubo de rayos catódicos hay un paso muy pequeño. El vaudeville, para mi, es sobre la comedia y una forma particular de narrativa, una muy antigua que viene desde Plauto y e incluso antes. Reirse de estereotipos, de exageraciones absurdas de rasgos comunes, de situaciones burlescas, de lo priápico y lo fálico. Lo de «futurista» implicaba que esta técnica narrativa sería empujada al medio de un mundo cambiado por la globalización y la tecnología. Así que no sería un trovador con una guitarra, sino alguien con la última tecnología al servicio de esta antigua forma narrativa de la canción cómica describiendo situaciones cómicas. Lo antiguo y lo moderno.
Barroco análogo fue una respuesta al regreso a la electrónica análoga. Nos hartamos de sintetizadores que podían sonar como cualqier cosa excepto como sí mismos. Estaba fascinado por Walter Carlos en ese momento – esa combinación de lo muy viejo y lo (por entonces) muy nuevo, y la manera en la que esos elementos podían enajenar mutuamente. También tenía la idea de que las nuevas formas narrativas, conversacionales, que estábamos usando en el email podían ser un nuevo tipo de canción artística – podías tener, en otras palabras, una suerte de canción de Schubert (con el tipo de «composición continua» de ese tipo de tradición de salón – sin repetición, ni estructura verso/estribillo, sino un acompañamiento que seguía los pensamientos expresados en la poesía) con letras tomadas de emails perversos o graciosos. ¡Creo que también era un tipo de «song blogging»!
El reversionamiento análogico de Holger Hiller de la opereta para niños de Paul Hindemith, Wir Bauen Ein Stadt, fue también una influencia en el período del barroco análogo. Supongo que lo dejé porque extrañaba algún tipo de calidad emocional que al barroco análogo – que se volvió una especia de estilo bromista – le faltaba.
¿Qué estabas exactamente tratando de logra con Folktronic? ¿Remodelar el folk a través de las nuevas tecnologías musicales en formas previamente inimaginadas e introducir la electrónica en él o de crear un nuevo folk posmoderno para la era digital?
Folk posmoderno para la era digital suena correcto. Era como mi «álbum americano», y juega con la idea de que aunque hay algo de escocés en América – especialmente en cosas como la música apalache de violines – es de cualquier manera algo escocés plástico, separado de su origen. Esa falsedad es celebrada y exagerada en todas las bromas anti-rockistas con violinistas rompiendo sus violines mientras escuchan Jean-Michel Jarre, y así. Estoy simultáneamente celebrando a América y su cultura plástica definitiva, y criticando su vulgaridad e insipidez. Interpreto la locura de la cultura americana – sus outsiders, sus puritanos, su patriotismo infantil, sus políticas reaccionarias. De alguna manera es una visión del S.XVIII del Nuevo Mundo.
¿Cómo empezó tu obsesión con Japón? ¿Por qué dejaste Tokyo por Berlin cuando usualmente decís que Tokyo es tu ciudad favorita y la ciudad más sexy del mundo?
Tokyo es simplemente muy cara para mi. También es un lugar en el que me vuelvo un poco loco sexualmente, ¡precisamente porque es tan sexy! Así que es mejor para mi vivir barato en Berlin, y mantenerme relativamente cuerdo, y solo visitar Japón una vez por año. Y sobre donde empezó mi obsesión, no tengo idea. Japón siempre pareció una isla espejo de Gran Bretaña, pero un espejo donde mucha gente tenía mucho mejores personalidades que la gente de Gran Bretaña. A algún nivel esto es una proyección de mi parte, pero en muchas formas todavía pienso que ese es el caso. Realmente me siento en casa entre japoneses, aún cuando no puedo seguir lo que dicen.
Compusiste canciones para otros artistas como Kahimi Karie y compusiste unos cuantos «audioretratos» para un montón de gente que pagó por ello en Stars Forever, y la mayoría de tus canciones están a kilómetros de distancia de ser íntimas o algo parecido. Supongo que despreciás totalmente la idea de sinceridad u honestidad en la música, ¿no?
¡Pero yo creo que soy muy sincero y honesto en mis canciones! Es un cierto conjunto de señas e indicaciones formulares de sinceridad y honestidad lo que objeto. Ciertos tonos de voz, ciertas transiciones de acordes, ciertas protestaciones, ciertas capitulaciones ante el género, ciertas imitaciones de otros artistas. El hecho es, podés ser sorprendentemente «honesto» escribiendo canciones para una mujer siendo un hombre – siempre y cuando estés en contacto con tu mujer interior. Igualmente, podés hablar sobre vos mismo mientras hablás, ostensiblemente, acerca de alguien más en una «canción retrato». Esto es algo con lo que he jugado una y otra vez en mi trabajo: una máscara no es un disfraz, sino una revelación.
En tu último álbum, Ocky Milk, hay algunas de las canciones más amables y menos irónicas de Momus hasta la fecha, como «Hang Low», «Frilly Military» y «Nervous Heartbeat». También el disco termina con una canción que describiste como un réquiem para tu libido, «Ex-erotomane». ¿Estás realmente dejando atrás la habitual perversión y los contenidos sórdidos a los que estábamos acostumbrados? ¿Es otra reinvención de Momus y deberíamos esperar más material como ese en próximos discos o fue tan solo una broma?
Este fue «el disco amable». También trabajó mucho con la idea de «sentimental torch music» (en Japón: Enka) y con el dispositivo de alienación de traducir blog japoneses con Google para generar imágenes líricas extrañas. ¡Quería ser un crooner! Pero también podés verlo como un «cierre del círculo» – mucho de mi trabajo anterior es la parte estética del Either/Or de Kierkegaard (la parte del Diario de un seductor), pero este «álbum amable» es un intento, desde la mediana edad, de escribir la parte ética de ese libro en canciones. «Puse mi corazón en ser bueno, muy amable…» (*) La vida ética, para Kierkegaard, eran el casamiento y el Cristianismo. Para mi creo que es algo diferente. Tal vez una vida lenta y una relación fuerte.
Sos un blogger notable y ya escribías periódicamente en tu sitio mucho antes de que todo el mundo tuviera un blog. ¿La blogósfera cumplió con las expectativas puestas en ella? ¿Cree que los blogs se convirtieron en todo lo que se pensó que podían ser, realmente funciona para vos?
¡Está funcionando un poco demasiado bien! Lo hago obsesivamente, y creo que algunas ideas que alguna vez hubiese usado para canciones ahora las «desperdicio» en entradas en el blog. Pero en un sentido bloggear me convirtió en la estrella que la música pop nunca pudo. Las estrellas de google son las nuevas estrellas pop. Y yo nací para bloggear – llevo escribiendo diarios desde una edad muy temprana, y también haciendo revistas de poca circulación, como Curreview, una revista que hacía para mi familia inmediata. ¡Tenía una tirada de cinco ejemplares!
Escribiste que «si la música no murió exactamente en 2006, ciertamente cayó al costado, despedida, denostada, decentrada, destronada del lugar de actividad creativa ejemplara, la más vibrante subcultura». ¿Podés extenderte sobre eso? ¿Cuál es el sentido de todavía realizar un arte que considerás muerto?
Bueno, blogee mucho sobre esto. Considero que la demografía es la culpable – el rock envejeció junto con su público, y no nace suficiente gente joven en nuestras sociedades ahora para darle competencia a los viejos, y establecer su propia forma radicalmente nueva de música pop. Hay cosas interesante sucediendo en los márgenes, pero nunca van a cruzar el margen y convertirse en «el sonido de una generación» de la manera en la que los Baby Boomers vieron que sucedía con su música. La tecnología también es culpable, porque «la ubicuidad es el abismo», y el mp3 hizo a la música más ubicua – y opresiva. Ahora estoy en verdad más interesado en formas de arte mudas, como el arte visual. Pero, habiendo dicho eso, estoy en este momento, ¡a punto de ir a un concierto! Ok, es un concierto de sonido ambiental, grabaciones de campo. Sin ritmos, sin acordes, sin letras.
¿Estás actualmente más interesado en el arte que en la música? ¿Tus incursiones en el mundo del arte influenciaron de alguna manera tu música?
Bueno, empecé a tener exposiciones de arte con una en Nueva York llamada «Folktronia» que era una extensión directa de las ideas del disco Folktronic. Me parecía que el mundo del arte estaba mejor dispuesto para lidiar con ideas originales. Dejame que lo explique así: la prensa de UK nunca entendió lo que estaba haciendo. Especialmente después que terminaron los 80s, la crítica musical no era un lugar para la discusión de ideas. El mundo del arte sí parecía serlo. Parecía todavía muy interesado en la originalidad, y en las grandes ideas. Así que no creo que mis prácticas hayan en realidad cambiado en absoluto – todavía estoy básicamente contando historias, ya sea en disco o en una performance en el Whitney Museum. Pero encontré un lugar mejor, un lugar donde la gente está todavía interesado en pensamientos frescos, sentimientos frescos.
¿Qué es lo próximo para Momus ahora? ¿Próximo disco? ¿Algún proyecto? ¿Qué tal el libro que estás escribiendo, The Book of Jokes?
Sí, este año estoy más que nada escribiendo mi libro, The Book of Jokes, que va a salir el año que viene a través de La Volte en Paris. Y, espero, en otros idiomes a través de otros editores, si podemos vender los derechos. Creo que es un libro muy divertido, pero también (sorprendentemente) hermoso. Espero que otros coincidan.
¿Cómo trabajás la constante reinvención de tu imagen pública? ¿Sentís una relación con David Bowie en los 70s, con su persona siempre cambiante o pensás que hay un «Momus central» al que solo se le agregan capas mientras pasa el tiempo?
Creo que la diferencia principal con el Bowie de los 70s es que yo no uso drogas. Las drogas, tal vez, podrían fácilmente hacerme perder mi yo central. Creo que soy en verdad una persona muy centrada y estable con un conjunto de intereses y preocupaciones perdurable, pero me gusta girar la rueda de la ruleta del contexto, intentando «sorprender» a esos intereses con nuevos entornos, nuevos estilos.
Sos obviamente un adicto a la tecnología, ¿cómo caminás la delgada línea entre comentar las maravillas de la tecnología y adorar los nuevos desarrollos en el campo asociando tu música y tu persona a ellos y la posibilidad de ser dejado atrás por ese mismo progreso?
La última vez que vi a mi hermano – es un profesor de literatura – me preguntó «¿Seguís proponiendo cualquier cosa que hacés como lo ideal en tu blog?» Creo que la respuesta está ahí: si me sintiera dejado atrás por la tecnología (y tengo que decir que voy a estar conferenciando en octubre ante tres grupos de profesionales acerca de «el futuro» – algunos diseñadores gráficos en Colorado, algunos artistas en Boston, y algunos bibliotecarios en Londres), probablemente montaría una gran propaganda para probar que ser dejado atrás es lo último de lo último.
* «I set my heart on being good/ very friendly» de la canción «Hang Low», Ocky Milk, 2006
Modernistas 02: Matthew Perpetua
Matthew Perpetua es el dueño de Fluxblog, uno de los blogs de mp3 más antiguos y venerables, cuya calidad no ha decaido con el tiempo. Además, hace poco comenzó un blog dedicado a cubrir en breves reseñas TODAS las canciones de R.E.M. Su estilo se caracteriza por pequeñas descripciones de las canciones que de alguna manera logran despertar en quien las lee la sensación de que esta leyendo a la vez algo sobre la musica, las intenciones del interprete y su propia reacción emocional a la misma. También escribe cáusticas reseñas de cine para The Movie Binge y tiene una columna llamada Hit Refresh, donde hace mas o menos lo mismo que en Fluxblog, pero centrada en «temas» muy libres que agrupan las canciones.
Por todo esto, porque nos parece un compañero y un ejemplo a seguir en esto de escribir sobre música en blogs, decidimos hacerle unas cuantas preguntas sobre el “metier” (ja!) que contesto rápida y muy concienzudamente y ahora les ofrecemos:
Primero que todo querríamos saber que haces, en el sentido de ¿cómo te ganas la vida? Y si tiene algo que ver con la escritura…
Me gano la vida escribiendo desde hace unos cuantos años, principalmente para MTV y Associated Press, pero también trabajos freelance en general.
¿Que te hizo comenzar el blog?
Aburrimiento, básicamente. Comencé después de que me gradué en la Parsons School Of Design, y no tenía trabajo y tuve que mudarme a la casa de mis padres, y no tenía mucho que hacer, así que le daba forma a mi día.
¿Y porque un blog de mp3?
Un conocido me dio un poco de espacio en un servidor y pensé que seria cool tener mp3 en el blog, y terminé construyendo un formato alrededor de eso, una manera de escribir sobre música que tenia sentido para mi en términos de mis intereses y capacidades.
¿Que criterio usas para seleccionar las canciones sobre las que escribís? Mas allá de que te gustan, ¿como sabes que hay algo sobre lo que vale la pena escribir en una canción?
Es difícil de decir, pero solamente tiene que ser algo de lo que puedo encontrar algo que decir, y, obviamente, es mas fácil escribir sobre algunas canciones que sobre otras. Algunas de las mejores canciones tienen escritos horribles porque lo único que quería hacer era postear esa canción, pero no se me ocurrió como escribir bien sobre ella. A veces las canciones realmente extraordinarias cortocircuitan tus habilidades críticas.
¿Como manejas esa fina línea, cuando escribís sobre canciones que son realmente personales para vos, entre escribir sobre vos mismo y la respuesta emocional que esa canción despierta en vos y escribir sobre la música en si?
Bueno, yo soy muy cuidadoso acerca de cuanto revelo sobre mí en el sitio, así que el truco es expresar un sentimiento o un pensamiento o una memoria de manera que logras comunicar eso sin contar algo específico sobre tu vida y la gente que conoces. A veces soy muy furtivo y estoy escribiendo sobre alguien que se que esta leyendo, y no quiero que esas personas sepan que estoy escribiendo sobre ellas, entonces o soy vago o hay alguna distracción.
Te he leído usar la “analogía del cassette / cd compilado” cuando hablas de Fluxblog y me estaba preguntando si sentís que hay un componente social de los blogs de mp3, la sensación de “la gente TIENE que escuchar esto”.
Si, definitivamente. En un montón de maneras, Fluxblog es un mixtape que actualizo en tiempo real para cualquiera que quiera escuchar. Cuando hacía / hago compilados, generalmente es con el interés de introducir a cierta gente a canciones que no conocen, así que es un poco el mismo impulso pero en una escala mucho mas grande y con el otro componente crítico / creativo que tiene que ver con la escritura
¿Como te sentís con respecto a la enorme cantidad de música disponible en Internet? ¿Adscribís a la filosofía de que distrae a los escuchas y los vuelve vagos o pensás que todavía podes obsesionarte completamente con una banda en estos tiempos febriles?
La gente que es vaga y distraída va a seguir siendo vaga y distraída, sabes? Todavía es muy emocionante para mí el hecho de poder encontrar tanta música online, y que el conseguirla gratis te abra a probar mucha música a la que no le darías una chance si tuvieses que pagar por ella – Creo que un montón de gente termino con sus gustos mas amplios como consecuencia de esto, y eso es bueno. Ser capaz de experimentar mas arte es una cosa buena. Pero que los artistas sean recompensados es una buena cosa, también, así que creo que la cuestión gira alrededor de que la gente que puede gastar dinero en los artistas se comprometa a mantenerlos, y que esta gente pueda vivir de su trabajo.
Es cierto que la cultura de las filtraciones musicales ha creado esta especie de fanático musical que solo salta de un nuevo lanzamiento al otro sin pasar mucho tiempo con ninguno y eso es…bueno, es lo que es. No es del todo malo, pero si jode a alguna gente, pero si esa es la experiencia que esta gente quiere tener, por que les interesa ser competitivos o que se yo, bueno, es su gusto.
Una de las consecuencias del Internet y del descontrolado compartir archivos es el filtrado de lanzamientos nuevos mucho antes que su fecha oficial de salida. ¿Que es lo que pensás de esto? ¿Te sucede que evitas postear algunas canciones porque el cd no salió oficialmente aun?.
Si, me contengo mucho últimamente. Solía estar mas preocupado por tener las cosas antes de tiempo, pero a esta altura es vulgar, porque todos lo hacen y los sellos se enojan por una buena razón y, además, necesito una buena razón para postear algo antes de su fecha de lanzamiento. Si me muero de ganas de escribir algo y no hay un alto riesgo de alienar a la gente involucrada, lo voy a hacer. Pero últimamente, prefiero esperar y pensar un poco en las cosas hasta entenderlas mas, encontrar algo mas interesante para decir que la legión de gente que solo escribe “OH WOWZ NUEVO RILO KILEY” o cualquier cosa.
Una característica de tu estilo de escritura que realmente me asombra es tu capacidad para escribir piezas realmente cortas sobre las canciones y sintetizar el sentimiento de la canción en solo una línea. ¿Es esto una decisión de estilo deliberada o sentís que algunas canciones necesitan mas espacio del que podes darles?
Depende de la canción. Siempre prefiero mantener las cosas concisas, en parte porque escribo rápido, pero también porque creo que es mejor decir lo que hay que decir y no estirarlo. Como dice GZA: “make it brief, son, half short and twice strong”. Muchos de mis escritores favoritos tienden a hacer lo mismo, supongo. Y supongo que a veces también prefiero mantenerlo ajustado y poético, lo cual puede ser la influencia de mi ex novia, quien es una poeta bastante seria.
Por otra parte, sos fanático de muchas bandas que con el paso del tiempo terminaron siendo consideradas los padres fundadores del “indie”. ¿Que opinas de la bolsa de gatos que es el indie estos días?
Creo que el indie ahora es algo completamente diferente a lo que era en los 90. Creo que los músicos eran mucho más eruditos en general y estaban interesados en desarrollar nuevos sonidos, cuando ahora incluso algunas de las mejores bandas indie están interesadas solo en el pastiche. Pensá solo en términos de sonidos de guitarra – un montón de las grandes estrellas de rock del indie tenían estilos de guitarras reconocibles, afinaciones especiales y estilos que reconocías inmediatamente, y los cambiaban todo el tiempo, también. Creo que un montón de gente ahora es mucho menos ambiciosa en términos artísticos y mucho más ambiciosa en términos de construir una carrera. Lo cual esta bien, porque también tienen derecho a ganarse la vida, pero es muy pobre que tanta gente en el mundo del indie este dispuesta a conformarse con un “simpático” cuando no es realmente TAN difícil tratar de ser mejor.
Tu otro blog es un intento de escribir sobre todas las canciones de R.E.M. ¿Que funcion crees que cumplen los “ouevreblogs”?
Creo que es exactamente lo opuesto de Fluxblog, y ahí esta el experimento formal para mi, escribir sobre un solo catalogo en profundidad, en vez de escribir pedazos y piezas sobre mil catálogos diferentes. Profundidad vs. Amplitud, básicamente.
¿Que críticos musicales lees regularmente y porque?
Hay un montón que me gustan, y en todos los casos me gustan básicamente porque les gusta pensar sobre su objeto y son divertidos y son buenos expresándose de tales maneras que revelan algo sobre su ellos mismos y sus sujetos—Douglas Wolk, Tom Breihan, Eric Harvey de Marathonpacks y Pitchfork, Sean Michaels y Dan Beirne de Said The Gramophone, Mike Barthel de Clap Clap Blog, Sasha Frere Jones de The New Yorker, para nombrar unos cuantos.
Y, finalmente, ¿cual sentís que es el estado actual de la “blogosfera musical”?
Definitivamente hay buenos escritores. Hay un montón de gente ahora, así que hay lugar para escritores excelentes, y muchos escritores de cuarta y gente que esta aprendiendo a escribir día a día, como me paso a mí.
Modernistas!: Douglas Wolk
Durante mucho tiempo desespere con respecto al estado de la crítica de comics. Parecía que no existía otra manera de escribir que no fuese la regurgitación de datos en cantidades enormes, la infatuación del fanboy con su personaje favorito, la asepsia de los estudios culturales sin alma o la lectura prejuiciosa en clave política e ideológica.
Con el paso del tiempo, comencé a encontrar un puñado de gente, principalmente en internet, que parecía estar abriendo un camino nuevo a la manera de pensar y escribir sobre el noveno arte. De este grupo, el que emerge como la voz más representativa es Douglas Wolk. Periodista cultural que escribió sobre música y comics en medios como Salon, Slate, The New York Times y Spin, autor de un libro sobre el legendario “Live At The Apollo” de James Brown y dueño del blog Lacunae, esta a punto de publicar el libro “Reading Comics”, que aparenta ser una punta de lanza para una aproximación distinta, mas interesante e inteligente, a la escritura sobre comics.
Para ir abriendo el apetito, Salon tiene un extracto del libro que ya ha generado una discusión hilarante en su sección de comentarios (con un primer comentario que es tan inepto e ignorante que es antológico). A pesar de estar mal encaminada, esta discusión demuestra que como toda buena pieza de crítica, el libro de Wolk parece más encaminado a abrir y generar un intercambio de ideas que a imponer una visión determinada del objeto de estudio.
Y como El Baile Moderno es un blog caracterizado por estar en el lugar preciso en el momento correcto, hemos conseguido que el bueno de Douglas nos conceda una entrevista, con la cual inauguramos una práctica inusual pero que esperamos que se vuelva semi regular.
Por eso, sin mas vueltas, Douglas Wolk.
¿Como vez el estado actual de la crítica de comics? ¿Crees que exista algo que pueda llamarse así?
DW: Creo que la crítica de comics se esta…desarrollando. Hay mas de ella, y esta un poco más acabada de lo que estaba cinco o diez o veinte años atrás, pero todavía estamos descifrando nuestra voz y nuestro lenguaje. El hecho de que no haya una palabra (en inglés, al menos) que signifique “parecido-al-comic” (de la manera en que “cinematográfico” funciona para el cine y “literario” funciona para la prosa) es una señal de que todavía tenemos un largo camino por recorrer.
¿Cual es tu aproximación básica cuando escribís sobre comics? ¿Pensás en ellos como una forma de arte poco apreciada que requiere la validación de un discurso construido alrededor de ella?
DW: No creo que los comics necesiten ninguna validación- y creo que intentar validarlos es la manera más rápida de invalidarlos. Yo solo asumo que el discurso alrededor de ellos es una buena idea, así como lo es para cualquier tipo de arte interesante. Mi aproximación básica varia de acuerdo a para que tipo de publicación estoy escribiendo y a que tipo de familiaridad puedo asumir que mi audiencia tiene con el material del que estoy hablando, pero una cosa que hago que creo que mucha gente que escribe sobre comics en publicaciones mainstream no hace es prestarle mucha atención a su arte: como se ve, como funciona.
¿Que pensás de la dicotomía que ha plagado tanto la publicación como la manera de escribir sobre comics en los Estados Unidos, entre los comics independientes, “arty” y autoriales, y los comics de superhéroes mainstream e industriales? ¿No crees que las líneas entre ambos se han borroneado en los últimos 20 años? Y, ¿es una buena herramienta al momento de escribir sobre ellos?
DW: Esa dicotomía me fastidia mucho, pero creo que tiene sus usos. Los comics mainstream / de superhéroes y los comics artísticos marcados por el autor si operan con grupos diferentes (pero que se superponen) de reglas, y ambos tienen algo que aprender del otro. Los comics de superhéroes favoritos de casi todo lector están marcados por sus autores: “Daredevil” no es un gran comic, por definición, por ejemplo, pero el “Daredevil” de Frank Miller y Klaus Janson y el de Brian Michael Bendis y Alex Maleev son los dos maravillosos. El comic que la gente recuerda con cariño de principios de los 80 no es “New Teen Titans” sino el “New Teen Titans” de Marv Wolfman y George Perez. Al mismo tiempo, algunos de los mejores dibujantes artie no tienen nada como la auto disciplina e impulso creativo de los mejores creadores mainstream. Podrías contar los dibujantes indie que pueden realizar 23 paginas de trabajo completamente terminado cada mes con los dedos de una mano, y no se si hay tantos.
Por otro lado, no creo que las líneas entre el mainstream y los comics artie se haya borroneado tanto, a pesar de algunos cruces en la última década – la mayor diferencia es quien es el dueño del trabajo, y esa diferencia no va a desaparecer.
También sos un crítico musical. ¿Ves alguna similitud o superposición entre el escribir sobre comics y el escribir sobre música?
DW: Me gustaría que fuese así!. Hay algún territorio común, en el sentido amplio de “explicarle arte a una audiencia”, pero el escribir sobre música y el escribir sobre comics se siente muy distinto para mí, de algún modo.
¿Cual es el tema principal o la tesis de “Reading Comics”?. ¿Esta concebido como un libro que la gente pueda tomar como un punto de entrada para los comics en general y la crítica de comics en particular?
DW: No es tanto un punto de entrada, pero si es un buen libro para alguien que haya leído algunos comics y se sienta curioso acerca de donde ir ahora – y también espero que sea útil para alguien que haya leído algunos miles de comics y se sienta curioso con respecto a una nueva perspectiva sobre el medio y algunos proyectos específicos. Si hay alguna tesis en particular en “Reading Comics” es que la cosa más importante sobre los comics es que son objetos dibujados -que son cosas reales o imaginarias filtradas a través de los ojos y las manos de artistas particulares – y que su naturaleza interpretativa, real-pero-no-real los vuelve muy adecuados como metáforas extendidas.
Al mismo tiempo, acabas de terminar tu blog “52 Pickup” que era básicamente, “52” anotado. ¿Como te decidiste a emprender un proyecto tan loco?
DW: Fui a “WonderCon” 2006 y ví a los cuatro guionistas hablando sobre “52” y todos parecían tan genuinamente excitados, que lograron entusiasmarme. Cuando comenzó, pensé que seria un buen ejercicio el intentar escribir algo sobre el comic cada semana, sin importar si me hubiese gustado o no, solo proveer un comentario constante. Resultó que era una cosa realmente agradable de hacer; ansiaba leer el número de esta semana, pero creo que ansiaba escribir el blog cada semana más aun.
¿El hecho de que escribieses sobre un comic que estaba considerado un gran “evento”, y además salía todas las semanas, afectó tu estilo de escritura?
DW: Creo que lo que afectó mas mi estilo es que no podía comenzar a escribir el post cada semana hasta que compraba el comic el miércoles a la tarde (nota: los miércoles son los días en los que salen los comics nuevos cada semana en los Estados Unidos), y me obligaba a terminar de leerlo antes de ir a la cama esa noche, entonces era un texto escupido luego de una primera mirada cada semana.
¿Cual crees que es la razón detrás de la política editorial centrada en eventos y preocupada por la continuidad de Marvel y DC de los últimos años?
DW: Muy sencillo: vende comics. No se si vende tomos recopilatorios o no –y ahí es donde parece estar el dinero a largo plazo- pero funciona a corto plazo. Y, realmente, consigue comics muy emocionantes cuando esta bien hecha: mucha de la diversión de leer comics mainstream es entender como encajan en las complicadas historias de sus mundos ficcionales. No me gustó mucho “Civil War”, pero me encanta lo que Bendis y todos están haciendo con “New Avengers” y “Mighty Avengers” en este momento: se sienten como ángulos diferentes pero perfectamente complementarios de la misma historia.
¿Que críticos lees con regularidad y porque?
DW: ¿Relacionados a los comics?. Creo que “Jog – The Blog” aloja a buena parte de la mejor escritura sobre comics actual – me encanta su amplitud de intereses y su profundidad de análisis. “The Savage Critics” realiza un muy buen trabajo manteniendo un ojo en los comics mainstream y escudriñándolos duramente. Siempre leo “The X-Axis”, solo porque Paul O’Brien es muy bueno cuando un comic realmente malo le da la oportunidad de mostrar sus garras. Y leo “Chris’ Invincible Super-Blog” porque es hilarante.
¿Y que cosas estas disfrutando hoy en comics?
DW: En cuanto a superhéroes, los dos comics de los Avengers, como dije arriba, además de “All-Star Superman”, que es pura alegría, y “The Brave And The Bold” que es todo lo que amo de cómo escribe Mark Waid. “The Irredeemable Ant-Man”, que nadie parece estar leyendo. Otras cosas: “Love And Rockets” es excelente como siempre, y más extraño de lo que nunca fue. “Criminal”. “Age Of Bronze”. “Finder”, que ahora se publica online y luego en tomos, solamente. Me entusiasma mucho “Dal Tokyo” de Gary Panter, el número gigante de “Kramer’s Ergot” que sale el año que viene, y por el proyecto secreto, todavía sin nombre, de Dave Sim. Y acabo de leer y amar la antología de Fletcher Hanks “I Shall Destroy All The Civilized Planets!”.
+(más)
. Otra entrevista con Douglas Wolk, en Graphic Language.
. Ninth Art, gran sitio de crítica de comics, ya difunto.
. The Comics Journal, el abuelo de la crítica de comics inteligente.
. I Love Comics, la mejor message board sobre comics ever, de a ratos se asemeja a una inteligencia colectiva en busqueda del bien en los comics.