Wreckless Eric – Whole Wide World
El sábado vi Stranger Than Fiction sabiendo únicamente que estaba Will Ferrell y que yo veo todo en lo que actúa él. Temí por un momento que fuera una película indie genérica pero después de un rato el miedo se disipó gracias a que la película es muy entretenida, y como el 80% del cine indie, dulce, tierna, melancólica, romántica, cute. Will Ferrell está en un papel raro, con muy poco histrionismo, un personaje tranquilo y bastante gris, todo lo contrario a todos los personajes que lo había visto hacer hasta ahora (tal vez el de Melinda y Melinda haya sido el más parecido pero tampoco). Dustin Hoffman es muy gracioso, Emma Thompson hace una perfecta escritora al borde de un colapso nervioso (detalle curioso: no usa maquillaje en toda la película) y con Maggie Gyllenhaal no soy parcial porque es una debilidad personal.
Pero realmente no quiero hablar sobre la película sino sobre una escena específica y creo que ni siquiera sobre la escena sino sobre la canción. En algún momento de la película, que no me voy a poner a contar así que piénselo así, descontextulizado, el personaje de Ferrell, Harold Crick, decide dejar de llevar adelante su vida como lo estaba haciendo y vivir un poco más y hacer algunas cosas que siempre quiso hacer, así que lo primero que hace es comprarse una Fender Stratocaster. Lo próximo que decide hacer es ir a hablar con una panadera que está auditando (Crick es auditor de impuestos) y llevarle un cajón lleno de diferentes harinas. Ella (Gyllenhaal), a quien él todavía llama Sra. Pascal y con quien no tendría que tener ninguna relación por el protocolo auditor-auditado, queda un tanto impresionada y lo lleva a su departamento, en donde él ve una guitarra y hace algún comentario a raíz del cual ella le pide que toque y él le dice que solo sabe una canción y que le da vergüenza. A pesar de eso, cuando ella va a la cocina, Harold levanta la guitarra y con los ojos apretados de miedo canta una canción que ella reconoce inmediatamente y que la hace salir de la cocina para pararse cerca suyo, sentarse cerca suyo y terminar encima suyo a la vez que la canción original reemplaza a Crick cantando.
No creo que esa narración les haga pensar que la escena tiene nada de especial, existe la posibilidad de que incluso viéndola no la consideren nada especial. Si no fuera por un único detalle, la canción. Ferrell canta «Whole Wide World» un clásico perdido del pub rock de fines de los 70s de el olvidado Wreckless Eric, que no me extrañaría que nadie que lea esto conozca. De hecho, yo mismo no lo conocía antes de ver la película ni había escuchado antes esa canción pero este es uno de esos casos en los que uno no puede imaginarse una escena con ninguna otra canción después de verla y sabe que no va a poder escuchar la canción sin pensar en la escena.
La canción es tan simple como la escena. Solo dos acordes y la voz rasposa de Wreckless Eric cantando una letra sobre el tema más clásico de la historia de la música pop, encontrar la chica indicada, aunque haya que recorrer todo el mundo para ello. Y es precisamente esa simpleza lo que hace a la canción lo que es, linda, simple, emotiva, dulce. Uno siente que un acorde más la destruiría completamente. De la misma manera uno sabe que a la escena no le hace falta nada más y que alcanza y sobra con Will Ferrell cantando eso de «I’d go the whole wide world just to find her.«
Me pasó lo mismo que a vos. La peli me pareció del montón, pero esa escena y, sobre todo, esa canción me pudieron. De hecho, creo que llegue al final de la película solo para leer en los creditos finales de quien era y como se llamaba esa canción.
Ja sí, yo también salí desesperadamente a tratar de averiguar que era esa canción, incluso volví a mirar esa escena porque había quedado fascinado. Es una de esas canciones que a la segunda vez que la escuchá sentís que la escuchaste toda tu vida aunque fue solo una vez.
mira que loco. me acuerdo que el año pasado habia estado en el allmusic de eric wecrles. pero despues me olvide de buscar algo.
temazo, por cierto.
que linda pelicula, la acabo de terminar de ver.
maggie gyllenhaal es lo mas. que linda que es, por dios.
y will ferrell sigue confirmando que es muy muy grande.
Todo muy lindo chicos, pero ¿a nadie le molestó que «la novela más conmovedora de la historia de la literatura» -o algo así, perdón por mi falta de nerdez- tenga un final tan ñoño como que el protagonista muera salvando a un niño bastante tarado que maneja una bicicleta en semejante avenida????
El hecho de que la autora lo «arregle» más tarde, por una inmensa culpa «de destruir a un ser humano de carne y hueso» ya no tiene ninguna importancia.
Realmente ese desenlace me arruinó los muchos minutos de película indie poco pretenciosa -a pesar de todo-, sensible, con una fotografía impecable, con música hermosa (me gusta mucho spoon y sí, la canción de wreckless eric, es maravillosa), con actores que me fascinan -amo a la gyllenhaal- de sabado lluvioso por la tarde.
Me ahogué con el buñuelo azucarado que estaba ingiriendo. Necesitaba expulsarlo.
Gracias
(PD. este comment irá también para otro blog amigo que postea sobre la película)