Absolutamente Moderno 04.
Mark Ronson – Toxic
¿Se acuerdan hace un par de años cuando se popularizo este hit de Britney Spears y todos tuvimos que admitir que nos gustaba mucho?. Bueno, es hora de admitirlo de nuevo y de comprobar que GIGANTESCO artefacto pop sigue siendo. Porque Ronson (que, dato de color, es el hijo de Mick Ronson, el legendario guitarrista de Bowie) la transforma de una manera increíble, reconfigurando su ADN para que quede como un tema gangsta rap de verano y mutilándola casi hasta lo irreconocible. Uno piensa que es cualquier otra cosa…hasta que llega ese estribillo demoledor, incamuflable, nos damos cuenta de lo que estamos escuchando y tenemos que rendirnos, arrodillarnos y reconocer a los cielos que canciones como estas no se componen todos los días.
The Blow – Parentheses.
No se como no escuché este disco antes, si tiene muchas de las cosas que me encantan: maquinitas, toques punkie, canciones semi twee con sintetizadores y , encima, esta editado por K Records, la legendaria discográfica de Beat Happening, banda que todos deberían amar o sino ser golpeados con bates hasta que comprendan su error.
The Blow reproduce la típica estructura de banda “chica-y-chico” donde ella es artista y el dj o obsesivo techie. Pero la estructura remanida se energiza porque logran apropiarse de dos tradiciones: la indie de K. Records y la de el mejor synth pop. Y consiguen canciones geniales como esta, una canción de amor sencilla en apariencia, que comienza recordando a “Tropical Iceland” de los Fiery Furnaces y luego muta a un ritmo propulsor en el estribillo, que acompaña a una letra ridículamente dulce en el que la sencilla y sintética imagen de los paréntesis resume ese sentimiento tan tranquilizador de “estamos en esto juntos y formamos una sola unidad”.
Panda Bear – Take Pills.
Ya se que no soy nada original, pero realmente hacia años que un disco contemporáneo de toques psicodélicos y con tan fuerte impronta pop no me sorprendía y me gratificaba tanto (¿quizás desde que escuche los “Three E.P.’s?). Animal Collective siempre me pareció una idea mucho más interesante en el papel que en la ejecución. Por mucho que los admiro y me parece loable lo que hacen, no puedo terminar de engancharme con ninguno de sus discos (hasta el momento). Siempre llega un punto en que me parece que están divagando y pierden mi interés, sencillamente desconecto mi cerebro.
El Oso Panda logró balancear los impulsos experimentales de A.C. con una hermosa pincelada pop y consiguió un disco adictivo de principio a fin. Hasta las canciones más largas y colgadas parecen sencillamente un tapete en el que se han unido distintas melodías. Y este tema es, quizás, el mejor del disco. Comienza con unos ruidos que parecen un bote desplazándose en la oscuridad o un tren moviéndose en la distancia y luego ingresa la voz de Panda Bear convirtiendo eso en una especie de letanía semi tribal. Y alrededor de los dos minutos y medio entran unas guitarras que con pequeños toques lo transforma en una perfecta canción pop, singalong, para cantar en la fogata entre todos eso de “I don’t want for us to take pills, cause we’re stronger and we don’t need theeeeeem!”. Éxito garantizado en rave hippie!.
Swell Maps – Border Country
Dios salve a las Islas Británicas por producir estas bandas inclasificables, hermosas, experimentales, ruidosas, adolescentes y punkies, todo al mismo tiempo!. Los Swell Maps eran la verdad y siempre que los escucho me recuerdan a otros proyectos gloriosamente dadaístas y utópicos (en el sentido de que la propuesta musical que tenían/tienen era/es tan personal que proponía todo un nuevo canon, todo un micro mundo de valores intransferibles) como The Fall o The Yummy Fur.
Escuchen esa canción. Escuchen como parece una canción punkie tradicional durante los primeros minutos, un grupo de gamberros en cualquier sótano tocando instrumentos de tercera. Y de pronto los muy juguetones introducen un piano y coritos que deberían cumplir la función de aumentar la intensidad del tema pero que terminan sonando completamente desganados, como si no pudiesen juntar el entusiasmo para producir un hit. Y cuando parece que todo toma forma y arranca, la canción termina, habiendo desperdiciado en dos minutos como tres oportunidades de pegarse en nuestro cerebro. Y pareciera que ni les importa.
Robyn Hitchcock & The Venus 3 – Olé! Tarantula
Que grande que es este tipo, por dios. Robyn es un personaje admirable, alguien de quien no se puede decir algo malo. Yo siempre siento que es el Jonathan Richman ingles, solo que en vez de estar obsesionado con la niñez, el rock and roll y los años 50, esta obsesionado con los animales, su esposa muerta y los bufones. Es magistral como unifica en esta canción un ritmo relajado, de caravana recorriendo el oeste norteamericano, muy “americana” (esa armónica!, canciones como esta demuestran que no es el instrumento del diablo!) con una letra muy hitchcockiana, que deambula de aca para allá, divaga, habla de las tarántulas, de sentirse como una “chinchilla con tres patas” y que parece el monologo de un predicador callejero, de esos locos que sostienen carteles en la calle que dicen “The End Is Nigh”. Lo mejor de todo? que el kit de prensa la describía como “una canción acerca de donde vienen los bebes”.
ok, creo que entendi el mensaje de que no te gustan las tags :P
jajajaja
no es que no me gusten
sencillamente las miro con animo dadaista y me rio de ellas.
:)
Richman está OK. Hitchcock es un grosso a la altura de Dylan, Ray Davies o el que quieran.
Lamento contradecirte Amadeo, pero Toxic no me gustó la primera vex y tampoco me convence esta versión de Mark Ronson, al contrario de su versión de Stop Me… de los Smiths que me había parecido genial.
Rodrigo, cuidado con lo que decís, Richman es un grande de verdad y el primer disco de los Modern Lovers uno de los mejores que escuché en mi vida. No estarás como Dag,¿no?, que también me dijo que nunca le prestó la suficiente atención a los Lovers.
Bueno, para levantar el aplazo con los Modern Lovers puedo decir que si es el Rodrigo que conozco compartimos incondicional admiración por los Swell Maps además de la devoción absoluta por Robyn Hitchcock.
Dario, Richman me gusta, pero puedo vivir sin él.
Hitchcock es un monstruo, un fuera de serie. No estoy bromeando, su cancionero se la banca cara a cara con el de Dylan, Neil Young, Ray Davies y demás vacas sagradas. La comparación es incorrecta y puede resultar desmesurada porque Hitchcock nunca fue el vocero de ninguna generación, siempre está a la sombra haciendo la suya, pero no tiene un disco malo en treinta años de trayectoria. En eso se parece a Cope.
El otro día escuchando «Element of light» reparé en una letra que había olvidado, la de «The President», y, carajo, parecía escrita a la luz de los misiles que rompen Bagdad.
Long live Robyn.
No, la comparación no me parece desmesurada, solo que pondría a Richman también a ese nivel. Y no, yo no sé si puedo vivir sin el primero de los Lovers.
hitchcock es lo mas grande que hay. a la altura de eistein o platon ¿?.
no, posta. robyn no falla. increibles temas.-
yo los emparente por la mala costumbre de reunir en grupos artistas con voces particulares, tipos que tienen obsesiones con ciertas cosas y un imaginario lirico que podria entrar dentro de lo que se llama «quirky» o raro.
pero en el fondo no tienen mucho que ver, es cierto.
igual para mi los dos son igual de imprescindibles, y siento que el mundo seria un lugar mas triste sin cualquiera de ellos. y son genios de un talle equivalente.
A mi por alguna razón Robyn siempre me pareció el Verlaine ingles mas que el Richman. Creo que se debe a que tengo usualmente la percepción del Underwater Moonlight de los Soft Boys como el Marquee Moon british.