2024: Ultratrinchera
¡Hola amigues! Nos encontramos nuevamente en esta tradición anual que es el compilado de El Baile Moderno. Espero que hayan sobrevivido, y que este post los encuentre relajándose en algún destino vacacional, o al menos en sus casas con bajos niveles de estrés. Es la primera vez que arranco el post sin saber muy bien cómo escribirlo. Porque siento que cualquier cosa que diga será una repetición de años anteriores: el que pasó no fue necesariamente un mal año, y tengo varias cosas lindas para contar, en las cuales me zambulliré en los próximos párrafos, pero a la vez también fue un año lleno de incertidumbre, con unas dosis de agotamiento importante, y una sensación de estar in media res entre lugares y proyectos un poco desesperante.
Pero si hay algo que me ha enseñado la adultez es que no hay año sencillo. En cualquier caso, los problemas se complejizan y uno tiene que lidiar con decisiones más difíciles, que comportan ramificaciones inesperadas e incontrolables. Eso es un poco lo que me viene quemando la cabeza últimamente: la incapacidad de tener las cosas bajo control. Lo cual, obviamente, es un síntoma de neurosis galopante y una imposibilidad general para cualquier ser humano que habita esta tierra. Ah, pero la fantasía del control, que seductora es… La idea de que, si tomás en cuenta todas las variables y consideras todos los elementos, podés tomar la mejor decisión, la decisión que te hará no perder nada. Pero, como siempre dice mi analista, elegir es perder.
2023: Cada Uno Tiene El Meltdown Que Puede
Hola de nuevo, amiguis. Nos reencontramos una vez más para el tradicional compilado + post anual que celebra que sobrevivimos a otro año. Este ya es como el año 17 que hago esto. A veces siento que estar tan pendiente de lo nuevo me impide obsesionarme con músicos y estilos del pasado, que me vuelve una persona que solo tiene memoria de corto plazo, y que muchas cosas que me parecen novedades en realidad son re-elaboraciones de viejos sonidos. A veces pienso que no, que, al contrario, escuchar tantas cosas nuevas me permite tener un panorama bastante claro de las tendencias (dentro de los estilos musicales que me interesan) y la repetición de esta práctica año tras año construye una historia, que permite percibir, y esto es una lección que da la Historia en general, que nada dura para siempre, que las olas de estilos y de sonidos se suceden una a otra, y que lo que un año fue un rey conquistador al siguiente es un borracho harapiento.
2022: Cómo Desaparecer Por Completo
¡Hola de nuevo, amigues! Con un mes de atraso finalmente aquí está el compilado 2022 de El Baile Moderno. Me fui un poquito al carajo: son 400 canciones que ocupan más de 24 horas de música. Cuenta con una imagen de portada absolutamente increíble de María Victoria Rodríguez que me llena de alegría y gozo y que muestra algunas de las formas de utilizarlo.
2021: Todxs De Pie Para Saludar Al Venerable Rey Caos
Hola, amigxs, nos encontramos una vez más en nuestro ritual anual. Estamos 365 días más viejos con mucha música para compartir. Y la música es buenísima. Lamentablemente, estoy más agradecido de que se termine el año, y feliz de haber aguantado hasta aquí, que rebosante de positividad y buenas energías.
2020: WORST.YEAR.EVER.
¡Hola, amigues! Bienvenidos de nuevo, como cada año, al resumen anual de este humilde blog que resiste inclaudicable como aquella aldea gala.
¿Qué se puede decir de este año más que fue un año HORRIBLE? No vamos a enmascarar la realidad ni a poner una falsa cara de optimismo. Fue un año espantoso, malo, muy malo, horrible, inmundo, despreciable y asqueroso. Fue muy raro armar este compilado este año por dos motivos: en primer lugar, porque el compilado anual siempre es, para mí, un motivo de celebración y de optimismo, un momento de mucha felicidad (y mucho trabajo obsesivo también) que da como resultado una imagen musical del año que siempre es un poco mejor que lo que se experimentó en su transcurso. Lo que es más, releo lo que escribí el año pasado y veo que mi posición era la de un optimismo un poco infundado y mayoritariamente basado en la fe, que este año se encargó de destrozar en mil pedazos. En segundo lugar, porque el retorcimiento del tiempo que hemos experimentado todos en este período infausto también me afectó, y solo cuando ya el fin de año estaba muy encima me di cuenta que era momento de ponerme a trabajar en esto.